/ jueves 16 de marzo de 2023

Liberan entrada al Desierto de los Leones, algunas personas cobraban el acceso

“Esa entrada debe ser completamente libre y gratuita", dijo Martí Batres

Mediante un operativo en el que participaron la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Comisión de Recursos Naturales, la alcaldía Cuajimalpa y la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México se logró liberar el acceso al Parque Nacional Desierto de los Leones, que ocupaba un grupo de personas que cobraba el acceso de forma indebida, ahora es libre y gratuito.

A través de un video, el secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama detalló que a la entrada del Parque Nacional Desierto de los Leones había un grupo de personas que cobraban la entrada o ciertos servicios sin tener ninguna autorización para ello.

“Esa entrada debe ser completamente libre y gratuita y me da gusto comentarles que el día de ayer con la participación de las esas dependencias, se logró el rescate de la entrada al Parque Nacional Desierto de los Leones para garantizar que el acceso sea libre y gratuito para toda persona que desee visitarlo porque es para el disfrute de todos”.

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Área Natural Protegida

En la historia del Desierto de los Leones no solo está el sido sede del convento de los Monjes Carmelitas Descalzos (1611-1814), sino ser campo de maniobras y lugar de acuartelamiento del cuerpo nacional de artillería en 1845 o la ubicación de una supuesta fábrica de vidrio, en la que en realidad se acuñaba moneda falsa y alimentaba sus hornos con madera del propio bosque.

El Desierto de los Leones también es el inicio de la política de conservación ambiental de nuestro país. Desde 1786, el Gobierno ya lo protegía por los numerosos manantiales de agua potable ahí originados y que abastecían a la Ciudad de México. Incluso, la Cédula Real del 18 de noviembre de 1803 otorgó a la ciudad la propiedad exclusiva de estos manantiales.

Foto: Cortesía

¿Un bosque llamado desierto?

Antes de que fuera Área Natural Protegida, se le conoció con el nombre de “El Desierto de nuestra señora del Carmen en los montes de Santa Fe”. Se le llamó “desierto” no por sus condiciones geográ­ficas - en realidad es un bosque de coníferas—, sino por un tema de población.

Los Carmelitas Descalzos ubicaban sus conventos fuera de las ciudades, en zonas desiertas. Respecto a cómo adoptó “de los leones”, existen dos versiones: una se refiere a que en el bosque habitaba el gato montés, parecido al león, y otra hace mención a los hermanos León, dueños de las tierras y representantes de los Carmelitas ante la Corona Española.

El monitoreo permitió registrar en el Parque Nacional Desierto de los Leones diferentes especies como mapache, cacomixtle norteño, ardilla, entre otros. Foto: Cuartoscuro

En la actualidad el Parque Nacional Desierto de los Leones, con una superficie total de mil 529 hectáreas, es un espacio natural, hábitat de cinco especies endé­micas de mamíferos y 94 aves migratorias, por mencionar parte de su riqueza natural. Además de sostener a un número de especies de flora y fauna, esta área favorece la retención de la humedad y la recarga del acuífero, previene la erosión, contribuye a mejorar la calidad del aire.

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Mediante un operativo en el que participaron la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Comisión de Recursos Naturales, la alcaldía Cuajimalpa y la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México se logró liberar el acceso al Parque Nacional Desierto de los Leones, que ocupaba un grupo de personas que cobraba el acceso de forma indebida, ahora es libre y gratuito.

A través de un video, el secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama detalló que a la entrada del Parque Nacional Desierto de los Leones había un grupo de personas que cobraban la entrada o ciertos servicios sin tener ninguna autorización para ello.

“Esa entrada debe ser completamente libre y gratuita y me da gusto comentarles que el día de ayer con la participación de las esas dependencias, se logró el rescate de la entrada al Parque Nacional Desierto de los Leones para garantizar que el acceso sea libre y gratuito para toda persona que desee visitarlo porque es para el disfrute de todos”.

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Área Natural Protegida

En la historia del Desierto de los Leones no solo está el sido sede del convento de los Monjes Carmelitas Descalzos (1611-1814), sino ser campo de maniobras y lugar de acuartelamiento del cuerpo nacional de artillería en 1845 o la ubicación de una supuesta fábrica de vidrio, en la que en realidad se acuñaba moneda falsa y alimentaba sus hornos con madera del propio bosque.

El Desierto de los Leones también es el inicio de la política de conservación ambiental de nuestro país. Desde 1786, el Gobierno ya lo protegía por los numerosos manantiales de agua potable ahí originados y que abastecían a la Ciudad de México. Incluso, la Cédula Real del 18 de noviembre de 1803 otorgó a la ciudad la propiedad exclusiva de estos manantiales.

Foto: Cortesía

¿Un bosque llamado desierto?

Antes de que fuera Área Natural Protegida, se le conoció con el nombre de “El Desierto de nuestra señora del Carmen en los montes de Santa Fe”. Se le llamó “desierto” no por sus condiciones geográ­ficas - en realidad es un bosque de coníferas—, sino por un tema de población.

Los Carmelitas Descalzos ubicaban sus conventos fuera de las ciudades, en zonas desiertas. Respecto a cómo adoptó “de los leones”, existen dos versiones: una se refiere a que en el bosque habitaba el gato montés, parecido al león, y otra hace mención a los hermanos León, dueños de las tierras y representantes de los Carmelitas ante la Corona Española.

El monitoreo permitió registrar en el Parque Nacional Desierto de los Leones diferentes especies como mapache, cacomixtle norteño, ardilla, entre otros. Foto: Cuartoscuro

En la actualidad el Parque Nacional Desierto de los Leones, con una superficie total de mil 529 hectáreas, es un espacio natural, hábitat de cinco especies endé­micas de mamíferos y 94 aves migratorias, por mencionar parte de su riqueza natural. Además de sostener a un número de especies de flora y fauna, esta área favorece la retención de la humedad y la recarga del acuífero, previene la erosión, contribuye a mejorar la calidad del aire.

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