/ jueves 2 de noviembre de 2023

Labor pesada, pero…: “La gente nos felicita y me siento orgullosa de ser sepulturera”

María Amelia y Contreras y Agustina Gpe. Rosas tienen 5 y 12 años respectivamente trabajando en el Panteón San Rafael, en Álvaro Obregón

“Me siento orgullosa de ser hija de María Amelia Contreras Morales, todo mundo la conocía como la Morena, una de las primeras mujeres sepultureras a nivel mundial junto con otras tres, en este panteón de San Rafael”, afirma la señora Alma.

Continúa el legado de su madre

Alma comenta que se siente orgullosa de seguir y mantener el legado de su madre, quien trabajó por 35 años en el camposanto ubicado en Loreto y Campamento, en la alcaldía Álvaro Obregón. Cuando “La Morena” falleció le dieron su lugar y ya lleva cinco años realizando el trabajo de sepulturera, un oficio que conocía desde niña, pues su mamá la llevaba al panteón San Rafael desde los 8 años.

También lee: ¡Ojo! Metrobús modificará sus rutas y horarios por eventos de Día de muertos



Foto: David Deolarte

“Yo ya sabía lo que venía (…) Siento mucha tristeza al estar sepultando a una persona, antes pensaba que esto se pasaba rápido, pero desde que falleció mi mamá pienso diferente, vuelven los recuerdos de cuando la están enterrando y me da mucha tristeza, se me hace un nudo en la garganta”, narra melancólica.

“El día que ella falleció, mis compañeros no me dejaron sepultarla; el trabajo es pesado para las mujeres, pero aquí se adquieren mañas para hacer el trabajo. Nosotras hacemos limpieza, quitamos monumentos, jardineras, y empezamos a escarbar, y cuando llega el momento de bajar el féretro, nosotras lo bajamos, volvemos a tapar, y ponemos de nuevo todo lo que se movió; aquí es maña, solamente las mujeres que vienen nos dicen que para hacer esto se necesita tener mucho valor. Me siento muy orgullosa de hacer este trabajo, mis hijos se sienten muy orgullosos y me felicitan”.


Foto: David Deolarte


Foto: David Deolarte

Agustina Guadalupe Rosas

Por otra parte, la señora Agustina Guadalupe Rosas Cerón comenta que tiene 12 años trabajando como sepulturera, y que llegó a trabajar al panteón de San Rafael, porque cuando su papa falleció tomó su plaza, pues él era velador del lugar.

“Me lo dieron a mí, pero como sepulturera; yo sabía que ya había mujeres haciendo este trabajo, mis compañeras Isabel Ramos y Amelia Contreras, ellas fueron las primeras, eran sepultureras a nivel mundial, y eran conocidas como las Camilitas.



No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado


Foto: David Deolarte

“No fue tanto necesidad de trabajar, yo quería trabajar y quería saber cómo era el trabajo de mi papá, y ahora valoro mucho el trabajo de mi papá; creo que sepultar a una persona para nosotras ya es normal. Mis amistades me felicitan y me siento orgullosa de mi trabajo, porque soy una mujer sola que con este trabajo saqué adelante a mis hijos”, narra doña Agustina, quien también reconoce que esta es una labor pesada para las mujeres.

“Es un trabajo muy pesado para una mujer, pero una ya está acostumbrada, a veces en una jornada de trabajo llegamos a enterrar hasta cuatro personas; es muy raro, pero sí lo hemos hecho. Cuando llego a casa, lo que quiero es descansar para el otro día levantarme a realizar lo que me gusta hacer en esta vida”, sentencia orgullosa.


Foto: David Deolarte

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem


“Me siento orgullosa de ser hija de María Amelia Contreras Morales, todo mundo la conocía como la Morena, una de las primeras mujeres sepultureras a nivel mundial junto con otras tres, en este panteón de San Rafael”, afirma la señora Alma.

Continúa el legado de su madre

Alma comenta que se siente orgullosa de seguir y mantener el legado de su madre, quien trabajó por 35 años en el camposanto ubicado en Loreto y Campamento, en la alcaldía Álvaro Obregón. Cuando “La Morena” falleció le dieron su lugar y ya lleva cinco años realizando el trabajo de sepulturera, un oficio que conocía desde niña, pues su mamá la llevaba al panteón San Rafael desde los 8 años.

También lee: ¡Ojo! Metrobús modificará sus rutas y horarios por eventos de Día de muertos



Foto: David Deolarte

“Yo ya sabía lo que venía (…) Siento mucha tristeza al estar sepultando a una persona, antes pensaba que esto se pasaba rápido, pero desde que falleció mi mamá pienso diferente, vuelven los recuerdos de cuando la están enterrando y me da mucha tristeza, se me hace un nudo en la garganta”, narra melancólica.

“El día que ella falleció, mis compañeros no me dejaron sepultarla; el trabajo es pesado para las mujeres, pero aquí se adquieren mañas para hacer el trabajo. Nosotras hacemos limpieza, quitamos monumentos, jardineras, y empezamos a escarbar, y cuando llega el momento de bajar el féretro, nosotras lo bajamos, volvemos a tapar, y ponemos de nuevo todo lo que se movió; aquí es maña, solamente las mujeres que vienen nos dicen que para hacer esto se necesita tener mucho valor. Me siento muy orgullosa de hacer este trabajo, mis hijos se sienten muy orgullosos y me felicitan”.


Foto: David Deolarte


Foto: David Deolarte

Agustina Guadalupe Rosas

Por otra parte, la señora Agustina Guadalupe Rosas Cerón comenta que tiene 12 años trabajando como sepulturera, y que llegó a trabajar al panteón de San Rafael, porque cuando su papa falleció tomó su plaza, pues él era velador del lugar.

“Me lo dieron a mí, pero como sepulturera; yo sabía que ya había mujeres haciendo este trabajo, mis compañeras Isabel Ramos y Amelia Contreras, ellas fueron las primeras, eran sepultureras a nivel mundial, y eran conocidas como las Camilitas.



No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado


Foto: David Deolarte

“No fue tanto necesidad de trabajar, yo quería trabajar y quería saber cómo era el trabajo de mi papá, y ahora valoro mucho el trabajo de mi papá; creo que sepultar a una persona para nosotras ya es normal. Mis amistades me felicitan y me siento orgullosa de mi trabajo, porque soy una mujer sola que con este trabajo saqué adelante a mis hijos”, narra doña Agustina, quien también reconoce que esta es una labor pesada para las mujeres.

“Es un trabajo muy pesado para una mujer, pero una ya está acostumbrada, a veces en una jornada de trabajo llegamos a enterrar hasta cuatro personas; es muy raro, pero sí lo hemos hecho. Cuando llego a casa, lo que quiero es descansar para el otro día levantarme a realizar lo que me gusta hacer en esta vida”, sentencia orgullosa.


Foto: David Deolarte

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem