/ jueves 2 de abril de 2020

La crisis que se vive con el Covid-19 ha pegado a la economía: Testimonio

A diferencia cuando el entonces Presidente Calderón decretó la emergencia sanitaria por influenza

Ciudad de México.- Sin tardar en dar su respuesta y con firmeza, contestó que por supuesto la crisis que actualmente se vive con el Covid-19 le ha pegado más a su economía, a diferencia de cuando el entonces Presidente Felipe Calderón decretó la emergencia sanitaria por la influenza. Sin embargo, no deja de tener entusiasmo y confianza de que muy pronto se saldrá adelante y entonces, la risa reinará.

“En ese entonces tenía más trabajo y ahora las ganancias han mermado en al menos un 40 cuarenta por ciento de lo que por general ganó a la semana”, comentó Fausto Gómez Cuevas, quien está involucrado en el oficio de tintorero desde hace 56 años.

Al separarse de la plancha de vapor y atender al representante de LA PRENSA, el propietario de uno de los locales del Mercado 1° de Diciembre, que en transporte público llega al lugar procedente de su domicilio ubicado en la alcaldía Magdalena Conteras, reconoce que el sismo del 19 de septiembre de 1985 “si me pegó mucho”, pero ahora la situación con el coronavirus “está más fuerte y por supuesto que a todos nos llega”.

Aprovecha para agradecerle a Dios que aún puede trabajar luego de enfrentar una dura lucha contra el cáncer de próstata y, reconoce que a diferencia de hace ya casi 56 años, cuando inició a trabajar en una tintorería como ayudante a los ocho años para ganarse unos pesos, está complicada la situación, “pero no para morirse de hambre”.

Fausto de 64 años con un rostro que refleja entusiasmo, se mantuvo con el tapabocas mientras responde en lo que terminó en amena plática, debido a que las autoridades de la alcaldía le recomendaron así trabajar, además de no dejar de usar guantes y ofrecerle gel antibacterial a los clientes. Reconoce que estar así es incómodo, pero para él es mejor seguir las indicaciones por el bien de todos.

Una de las ventajas que, si así se le puede decir, de la situación que se vive, es que llega más rápido a su negocio porque ahora el transporte público tiene menos demanda y no hay congestionamiento vehicular. Se traslada en una hora, cuando por lo general le invierte hora y media.

El único día que se traslada en vehículo particular, a excepción de algunos sábados, es el miércoles, cuando se tiene que levantar más temprano a fin de estar enfrente del mercado a más tardar a las siete de la mañana para ganar lugar de estacionamiento en la calle de Uxmal, esquina con La Morena.

“Ahí la llevamos y no me puedo quejar; así como hemos salido de otras circunstancias difíciles de ésta saldremos y estaremos con más ímpetu y todos unidos, porque para eso nos pintamos solos”, manifestó el tintorero conocido del rumbo de la colonia Narvarte Poniente, quien refiere que los miércoles tiene que hacer uso de su auto para llevarle ropa a unos clientes. “También hago servicio a domicilio”.

Ante la pregunta insistente sobre la situación refirió que no tiene el mismo trabajo que hace 40 días, pero finalmente la jornada laboral que se ha fijado de lunes a sábado de las nueve de la mañana a las siete de la noche, le da para cubrir las necesidades de su esposa y él.

Hace una pausa para remontarse nuevamente al temblor del 85 que “me pegó mucho, pero se pudo salir adelante”, para luego comentar que hay días que en el local le ayuda una de sus hijas y de repente lleva a una perrita que tienen para que les haga compañía.

Su posición es que con todo y las limitaciones que han puesto las autoridades, todos los que trabajan en el mercado tienen que mostrar una actitud positiva para que los clientes no los dejen de visitar y, más a él porque asegura que en lo que se dedica tiene mucha competencia y por tanto no debe bajarle de calidad a su trabajo.

“A la gente la veo espantada, asustada. Sí está obedeciendo las restricciones y atiende las recomendaciones para cuidar su salud y salir de esta complicada situación”, mencionó Fausto, quien aprovechó para pedirle a todos los capitalinos que no se venzan.

“Hay que estar contentos, optimistas, no decaerse, como diría el señor Presidente López Obrador”, refirió el entrevistado quien tuvo que dejar de poner atención por un momento al radio que escuchaba y el cual, le permite estar informado de todo el acontecer mientras permanece en una de las accesorias del Mercado 1° de Diciembre, inaugurado en el año de 1946.

Ciudad de México.- Sin tardar en dar su respuesta y con firmeza, contestó que por supuesto la crisis que actualmente se vive con el Covid-19 le ha pegado más a su economía, a diferencia de cuando el entonces Presidente Felipe Calderón decretó la emergencia sanitaria por la influenza. Sin embargo, no deja de tener entusiasmo y confianza de que muy pronto se saldrá adelante y entonces, la risa reinará.

“En ese entonces tenía más trabajo y ahora las ganancias han mermado en al menos un 40 cuarenta por ciento de lo que por general ganó a la semana”, comentó Fausto Gómez Cuevas, quien está involucrado en el oficio de tintorero desde hace 56 años.

Al separarse de la plancha de vapor y atender al representante de LA PRENSA, el propietario de uno de los locales del Mercado 1° de Diciembre, que en transporte público llega al lugar procedente de su domicilio ubicado en la alcaldía Magdalena Conteras, reconoce que el sismo del 19 de septiembre de 1985 “si me pegó mucho”, pero ahora la situación con el coronavirus “está más fuerte y por supuesto que a todos nos llega”.

Aprovecha para agradecerle a Dios que aún puede trabajar luego de enfrentar una dura lucha contra el cáncer de próstata y, reconoce que a diferencia de hace ya casi 56 años, cuando inició a trabajar en una tintorería como ayudante a los ocho años para ganarse unos pesos, está complicada la situación, “pero no para morirse de hambre”.

Fausto de 64 años con un rostro que refleja entusiasmo, se mantuvo con el tapabocas mientras responde en lo que terminó en amena plática, debido a que las autoridades de la alcaldía le recomendaron así trabajar, además de no dejar de usar guantes y ofrecerle gel antibacterial a los clientes. Reconoce que estar así es incómodo, pero para él es mejor seguir las indicaciones por el bien de todos.

Una de las ventajas que, si así se le puede decir, de la situación que se vive, es que llega más rápido a su negocio porque ahora el transporte público tiene menos demanda y no hay congestionamiento vehicular. Se traslada en una hora, cuando por lo general le invierte hora y media.

El único día que se traslada en vehículo particular, a excepción de algunos sábados, es el miércoles, cuando se tiene que levantar más temprano a fin de estar enfrente del mercado a más tardar a las siete de la mañana para ganar lugar de estacionamiento en la calle de Uxmal, esquina con La Morena.

“Ahí la llevamos y no me puedo quejar; así como hemos salido de otras circunstancias difíciles de ésta saldremos y estaremos con más ímpetu y todos unidos, porque para eso nos pintamos solos”, manifestó el tintorero conocido del rumbo de la colonia Narvarte Poniente, quien refiere que los miércoles tiene que hacer uso de su auto para llevarle ropa a unos clientes. “También hago servicio a domicilio”.

Ante la pregunta insistente sobre la situación refirió que no tiene el mismo trabajo que hace 40 días, pero finalmente la jornada laboral que se ha fijado de lunes a sábado de las nueve de la mañana a las siete de la noche, le da para cubrir las necesidades de su esposa y él.

Hace una pausa para remontarse nuevamente al temblor del 85 que “me pegó mucho, pero se pudo salir adelante”, para luego comentar que hay días que en el local le ayuda una de sus hijas y de repente lleva a una perrita que tienen para que les haga compañía.

Su posición es que con todo y las limitaciones que han puesto las autoridades, todos los que trabajan en el mercado tienen que mostrar una actitud positiva para que los clientes no los dejen de visitar y, más a él porque asegura que en lo que se dedica tiene mucha competencia y por tanto no debe bajarle de calidad a su trabajo.

“A la gente la veo espantada, asustada. Sí está obedeciendo las restricciones y atiende las recomendaciones para cuidar su salud y salir de esta complicada situación”, mencionó Fausto, quien aprovechó para pedirle a todos los capitalinos que no se venzan.

“Hay que estar contentos, optimistas, no decaerse, como diría el señor Presidente López Obrador”, refirió el entrevistado quien tuvo que dejar de poner atención por un momento al radio que escuchaba y el cual, le permite estar informado de todo el acontecer mientras permanece en una de las accesorias del Mercado 1° de Diciembre, inaugurado en el año de 1946.