Debido a que la ciudad de México carece de rellenos sanitarios para depositar las más de 13 mil 149 toneladas de basura que genera al día, el riesgo ambiental que enfrentan los capitalinos aumenta cada día más.
La amenaza del colapso pende de un hilo si por alguna razón los basureros del Estado de México, lugares a donde son enviadas miles de toneladas, cierran sus puertas al confinamiento de los Residuos Sólidos Urbanos de la capital.
Datos de la Secretaría del Medio Ambiente y de Obras y Servicios del gobierno de la Ciudad de México revelan que, de las 13 mil 149 toneladas producidas al día, el 68%, es decir, alrededor de 8 mil 600 toneladas, van a parar a 4 rellenos sanitarios del Estado de México y 1 de Morelos, a través de convenios de colaboración.
El resto de la basura, o sea el 32%, que son unas 4 mil 100 toneladas, son aprovechadas a través de diferentes procesos locales, como reciclaje, composta y combustibles alternos.
En materia de Residuos Sólidos Urbanos la capital del país está a expensas de que los rellenos sanitarios del territorio vecino mantengan sus puertas abiertas, dado que no cuenta con espacios propios para depositar la basura.
En caso remoto, la siguiente opción de envío sería Morelos, ante la eventualidad de que el Estado de México no soportara más el acopio de las más de 8 mil 600 toneladas al día.
De hecho, ya se tiene un antecedente de este riesgo registrado en 2016, cuando los entonces gobiernos capitalino y mexiquense entraron en un conflicto político que impactó en programas de carácter ambiental.
El problema de la generación diaria de basura se agrava entre las dos entidades, dado que en conjunto producen más de 30 mil toneladas al día, pues el Estado de México genera más de 17 mil toneladas.
Bajo aprovechamiento
El gobierno capitalino sólo recicla mil 900 toneladas al día y otras mil 400 de desechos orgánicos se destinan a procesos de composta, en tanto que 800 toneladas se transforman en combustibles alternos, cantidades que resultan bajas si se toman en cuenta las 13 mil 149 toneladas diarias.
La capital del país cuenta con alrededor de 2 mil 800 camiones recolectores de basura en las 16 alcaldías, siendo Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza e Iztapalapa donde más Residuos Sólidos Urbanos se producen.
Tiene 12 estaciones de transferencia, tres plantas de selección y aprovechamiento, dos plantas de compactación y una planta de composta. En el reciclaje entran desperdicios como pet, papel, vidrio, plástico y metal.
En los procesos de composta hay un tratamiento de residuos orgánicos a través de un mecanismo aerobio para obtener abono orgánico. Es utilizado para áreas verdes urbanas y reforestación. Para el tema de los combustibles alternos se transforma con alto contenido calórico para utilizarlo como combustible derivado de residuos en los hornos de CEMEX. Este proceso se lleva a cabo con avances tecnológicos y cumpliendo con todas las normas ambientales establecidas.
Envío de basura a Edomex y Morelos
Las más de 8 mil 600 toneladas diarias que el gobierno de la capital envía fuera de sus fronteras van a parar a cuatro rellenos sanitarios del Estado de México y uno de Morelos.
Luego de la clausura del Bordo Poniente en 2011, el único sitio que tenía la Ciudad de México para depositar la basura, las autoridades firmaron convenios de colaboración con el Estado de México y Morelos para el envío de desechos.
De esta manera, los rellenos sanitarios que reciben la basura capitalina se encuentran uno en Naucalpan, otro en Cuautitlán Izcalli y dos en Ixtapaluca, así como en el municipio de Cuautla, en Morelos.
De los cuatro lugares del territorio estatal, los que concentran casi el 80% de la recepción de la basura son los ubicados en Ixtapaluca, rellenos sanitarios conocidos como “La Cañada” y “El Milagro”. En el caso de Morelos, los desechos son recibidos en el basurero llamado “La Perseverancia”, donde se convierte en electricidad con biogás.
Se trata de rellenos sanitarios manejados por la iniciativa privada y regulados por autoridades locales de medio ambiente. El gobierno de la CDMX destina alrededor de 2 mil 800 millones de pesos al año para el manejo de esos Residuos Sólidos Urbanos depositados en dichos rellenos.
El riesgo de colapso
La ciudad de México tiene de manera permanente riesgos de colapso ambiental por generación diaria de basura, en caso de que por cualquier motivo el Estado de México no tuviera más condiciones de recibir las toneladas de desechos.
En 2016, siendo gobernador mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, se produjo la crisis más reciente que puso en peligro de colapso a la capital por acumulación de basura. En ese entonces Miguel Mancera era el jefe de gobierno de la ciudad.
El conflicto se originó luego de que se presentaran contingencias ambientales por alta presencia de partículas nocivas en el aire de la zona metropolitana, donde en cada época del año las autoridades se ven obligadas a implementar el llamado Doble No Circula.
La administración capitalina acusó al Estado de México de no colaborar con la aplicación del programa Hoy No Circula, y de tolerar el uso de vehículos automotores en momentos en que debería haberse dado la restricción de coches en circulación por la elevada presencia de contaminación.
Esto provocó el enojo del gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien en respuesta ordenó dejar de recibir las miles de toneladas de basura que la capital enviaba a sus rellenos sanitarios, aduciendo que los cientos de camiones que llegaban a arrojar los desechos generaban más de 9.6 toneladas de bióxido de carbono al día, cantidad que equivalía a las emisiones contaminantes de mil automóviles de cuatro cilindros, en un recorrido de más de 10 kilómetros.
La postura del gobierno mexiquense también advertía que esa basura generaba 4 mil 740 toneladas de metano diario, un gas que contamina 20 veces más que el dióxido de carbono.
La tensión escaló a niveles políticos, negados por ambos gobernadores, pero que pusieron en aprietos a la capital del país. Miguel Ángel Mancera maniobró para que Morelos pudiera ser la opción B, y así estaba destinado, hasta que fue necesaria la intervención de autoridades federales.
Según la dirección de Manejo Integral de Residuos de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, los rellenos sanitarios en donde se recibe la basura de la ciudad de México aún tienen capacidad y vida útil para recibir las más de ocho mil toneladas Residuos Sólidos Urbanos.
Los sitios de Cuautitlán Izcalli e Ixtapaluca son los que más capacidad tienen, por lo que a través de convenios de colaboración con autoridades capitalinas y mexiquenses se procede a segmentar la basura.
Con esto, se establece que de momento no hay otro programa o plan para que se dispongan los desechos en otros sitios, por lo que se continuará recibiendo la basura de la Ciudad de México.
Edomex, con el mayor problema
De acuerdo con diputados del Estado de México, entrevistados por separado sobre el problema de la basura, al menos 7 mil 200 toneladas de desperdicios son arrojadas en barrancas o tiraderos clandestinos del Estado de México.
El legislador David Parra Sánchez dijo que en el territorio mexiquense se generan alrededor de 17 mil toneladas de basura al día, y lamentó que unas 7 mil 219 toneladas son echadas en lugares que no están diseñados para recibirlas, entre ellos, barrancas, arroyos y tiraderos clandestinos.
Mencionó que estas más de 7 mil toneladas son las generadas, tanto en el Estado de México como las recibidas de la Ciudad de México. Por ello, indicó que urgen reformas al Código para la Biodiversidad, con el fin de endurecer las sanciones y obligar a que, quien vierta desechos sólidos urbanos en barrancas, vialidades, tiraderos clandestinos, lotes o terrenos baldíos, tenga la obligación de levantar la totalidad de dichos residuos y depositarlos en sitios certificados a su costa.
Para el diputado Isaac Montoya, el saliente gobernador Alfredo del Mazo Maza fue omiso ante la proliferación de tiraderos clandestinos. Aseveró que si no fuera en un marco de impunidad y corrupción la aparición de estos sitios no se entendería.
Agregó que las autoridades no clausuran los tiros clandestinos y el gobierno estatal solo se limita a los sellos de clausura, a través de la secretaría del Medio Ambiente, mientras el problema siempre fue creciendo.
Impulsar economía circular
Al respecto, el legislador Max Correa Hernández aseguró que ante la necesidad de preservar el medio ambiente y los recursos naturales es necesario crear la Ley de Economía Circular del Estado de México y municipios, que pretende lograr que la basura se reutilice.
Mencionó que actualmente en México se producen 126 mil toneladas diarias de Residuos Sólidos Urbanos (orgánicos e inorgánicos), mientras que en la entidad mexiquense, de las 17 mil toneladas diarias, el 80% se generan en las zonas urbanas y metropolitanas, y una gran cantidad de estos terminan en tiradero a cielo abierto.
Explicó que la Economía Circular “es un modelo que crea instituciones, procesos y tecnología que evita el regreso a la naturaleza de desechos que generan las industrias, organizaciones y personas, valorizando los residuos como fuente de materias primas secundarias o materias primas de segundo uso, con lo que se fomenta la disminución del consumo de materias primas vírgenes”.
Detalló que los productos o subproductos que no son susceptibles de reutilización, reparación, compostaje, reciclaje o de reincorporación a cadenas de valor, puedan utilizarse para generar energía a través de procesos de valorización, conforme a la normatividad aplicable.
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Trampas mortales
El legislador Max Correa agregó que de no cambiar la visión sobre el destino de la basura, los tiraderos clandestinos, los cuales han ido creciendo en los últimos años, se convertirán en trampas mortales, por lo que es urgente que se clausuren estos basureros, donde muchos de los cuales operan con la protección de grupos armados e invaden zonas ejidales y reservas ecológicas.
Citó como ejemplo que desde hace muchos años los ejidatarios de Los Remedios y Occipaco, en el municipio de Naucalpan, han denunciado la presencia de estos grupos, quienes controlan la disposición de cascajo y basura proveniente de la Ciudad de México, y para lo cual incluso hay presencia de “halcones”.
Afirmó que hay cientos camiones que entrar a tirar basura a esas barrancas, ubicadas frente al cementerio de Los Cipreses, y donde se localizan los escurrideros de ríos, cuyos flujos contaminados llegan a los afluentes de la Presa Madín, el embalse que se halla en los límites de Atizapán de Zaragoza y Naucalpan.
“Debe haber una gestión responsable de esos desechos y alternativas para que toda esa basura y desperdicios puedan tener alternativas de reciclaje, con el fin de destinarlos, por ejemplo, a la construcción de vivienda, pero no ha habido una visión responsable ni de las autoridades ni de los empresarios que generan los desechos. El gobierno del Estado (de México) siempre fue ausente y corrupto, y convirtió al Edomex en un tiradero a cielo abierto”, concluyó.
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