"Tenemos miedo de que se metan a la casa, no tenemos nada con qué defendernos y la oscuridad también es nuestro enemigo", aseguran habitantes del puerto de Acapulco, quienes temen por su seguridad y salud.
El pasado 24 de octubre, el huracán Otis, categoría 5, la máxima registrada, azotó el puerto de Acapulco y dejó un enorme rastro de destrucción a lo largo de una de las costas más famosas y emblemáticas del mundo.
Con veladoras y lámparas recargables, familias enteras de distintas colonias de Acapulco pasan las tardes y las noches a oscuras, pues la falta de luz los ha hecho adaptarse a caminar con cuidado y con las manos por delante en sus hogares para no chochar con las paredes. Pero no sólo eso, también los ha hecho organizarse en grupos para defender su hogar de saqueos.
Habitantes de la colonia El Progreso, por ejemplo, denuncian que a ellos no se les ha restablecido el servicio de energía eléctrica y aseguraron que han sido víctimas de saqueos, por lo que se han organizado para proteger sus hogares.
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Defienden lo suyo
Portando palos y prendiendo fogatas mientras vigilaban en la oscuridad sus hogares, narran que “aquí tenemos barricadas, tenemos que salvaguardar nuestra integridad física, ya que no hemos recibido apoyo de seguridad por parte del gobierno, así que nosotros nos estamos protegiendo, porque han surgido grupos de personas que se están metiendo a las casas”.
Otra familia, en otro lugar de Acapulco, tras la tragedia que dejó a su paso el Huracán Otis, trata de realizar sus actividades normales y disfrutar de una comida en la mesa.
Alexis Arroyo relató para La Prensa que "las nubes que cubren el sol hacen que se comience a oscurecer más temprano, sin la luz de la luna, y de los focos de las calles o casas que se podían ver desde detrás de las cortinas, la oscuridad es tanta que no podemos ver más allá de nuestras narices”.
“Pero estamos bien, nos sentimos afortunados de solo haber sufrido pérdidas materiales, nuestra casa tiene destrozadas ventanas y algunos muebles, pero eso se recupera con el tiempo, lo más importante es que estamos todos a salvo”, añadió.
Guardaron comida
Explica que con la comida que su esposa había preparado para la semana han sobrevivido, “ella cocina rico, así que nadie tiene quejas sobre lo que comemos” y, aunque las hubiera no habría manera de desperdiciar nada ahora que “en verdad escasea la comida”.
“Nosotros nos sentamos a la mesa y, con veladoras y velas que con trabajos alumbran, tratamos de platicar, y de vez en cuando, contamos algún chiste o chascarrillo, pues eso ayuda a quitar la tensión del ambiente que vivimos”, aseguró Alexis.
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Añadió que son una familia fuerte que saldrá adelante “y aunque ahorita nos cueste volver a dónde estábamos, lo lograremos tarde o temprano”.
“Pero la realidad es que también tenemos miedo de que se metan a la casa, no tenemos nada con que defendernos y la oscuridad también es nuestro enemigo, por eso estamos alerta, y la desventaja es que, pues tampoco estamos durmiendo bien, porque pues con cualquier ruido nos llega el terror de que nos invadan”, comentó Alexis Arroyo, quien también se siente desprotegido como los habitantes de la colonia Progreso.
Ellos denuncian que las autoridades le están dando prioridad a la zona turística, donde sí han restablecido la energía eléctrica, olvidando a otras colonias, donde cobijados por las penumbras hombres que se hacen pasar por personal de la CFE o de Protección Civil y entran a las casas a robar.
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