La pandemia por Covid-19 ha acelerado la fabricación de ataúdes, en una realidad que ninguna sociedad quisiera estar viviendo, pero dada la tasa de letalidad de la enfermedad, el trabajo de elaboración de féretros es intenso. Eduardo López Ignacio, encargado del área comercial de la empresa Platinum Casket Compañy, dedicada a la elaboración de estas cajas fúnebres, afirmó que el “ataúd Covid” es metálico y va sellado en todas sus partes, con el fin de dar tranquilidad tanto a las funerarias como a los deudos.
Lleva además un recubrimiento de polietileno y en la parte periférica se le colca cinta de neopreno. Se trata de una tarea laboriosa y que requiere gran dedicación, desde el armado inicial, pasando por la revisión de detalles y hasta llegar al toque final, los fabricantes de estos féretros también muestran su talento en medio de la emergencia sanitaria.
JLP
