Luego de que la producción de la escenografía para espectáculos y teatros se vino abajo con un desempleo galopante que ha dejado a cientos de familias sin ingresos, personal del Taller de Plástica El Volador, cambió de giro para sobrevivir del complejo panorama que trajo consigo el virus y, además, enfrentarse sin mayor preparación al comercio electrónico, al que le ha entrado de lleno para poder desplazar sus nuevos productos.
Ahora elaboran cubrebocas, paliacates y mascarillas que tienen el diseño de papel picado y calavera, alusivos a las tradiciones mexicanas que han tenido aceptación en el mercado, lo que ha permitido mantener una fuente de empleo y hacer frente al pago de renta y servicios.