En los últimos años, el sector agrícola ha experimentado una transformación tecnológica al buscar optimizar los procesos de producción, aumentar la eficiencia y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Este impulso tecnológico cobra aún más importancia debido a las proyecciones que indican un aumento del 40% en la demanda de alimentos para el año 2050, mientras que los recursos de tierra y agua se vuelven cada vez más escasos.
En este contexto, expertos en el sector como Daniel Madariaga Barrilado han subrayado la importancia de lograr eficiencia y sostenibilidad con menos recursos, destacando el papel fundamental de la digitalización como herramienta clave para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo, por su capacidad para optimizar la gestión de recursos y procesos en la agricultura.
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El también empresario destacó que al integrar tecnologías digitales en las prácticas agrícolas, se pueden tomar decisiones más informadas y precisas, reducir el desperdicio de recursos naturales y mejorar la productividad.
“Esto no solo beneficia a los agricultores al aumentar su rentabilidad, sino que también tiene un impacto positivo en la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente a largo plazo”, aseguró.
Madariaga Barrilado también enfatizó el rol fundamental que están tomando tecnologías como la empleada por los drones y la aplicación de inteligencia artificial, cuyos alcances están transformando la agricultura ofreciendo soluciones personalizadas y eficientes para las necesidades específicas de cada producción.
En el caso de los drones, equipados con tecnología avanzada, sobrevuelan los campos agrícolas para recopilar datos precisos sobre el estado de los cultivos, incluyendo la salud de las plantas, la humedad del suelo y la presencia de plagas o enfermedades.
En relación con la inteligencia artificial, el especilsita mexicano aseguró que esta tecnología procesa información, identificando patrones y tendencias que ayudan a los agricultores a tomar decisiones informadas.
“Desde la aplicación precisa de fertilizantes hasta la detección temprana de problemas, esta combinación de tecnologías optimiza los procesos agrícolas, aumentando la eficiencia y la productividad en el campo”, describió.
Modelos Agroalimentarios con visión respetuosa hacia el medio ambiente
Otro de los aspectos destacados por Daniel Madariaga Barrilado son los Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO), destacando su papel fundamental en la promoción de prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.
Según el empresario mexicano y promotor de estas inciativas, los MABO buscan establecer un equilibrio entre la producción de alimentos y la capacidad de los ecosistemas para proporcionar los recursos necesarios, promoviendo así la agricultura orgánica y regenerativa. Esto implica el uso de técnicas agrícolas que minimizan el impacto ambiental, como la rotación de cultivos, el compostaje y la gestión integrada de plagas.
Por último, destacó que las MAZO se centran en la implementación de medidas específicas para proteger y preservar las áreas agrícolas orgánicas, promoviendo la biodiversidad, la conservación del suelo y el uso responsable de los recursos naturales; contribuyendo no solo a la protección del medio ambiente, sino que también fomentan la producción sostenible de alimentos, asegurando la disponibilidad de recursos para las generaciones futuras y promoviendo la seguridad alimentaria a largo plazo.
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