/ miércoles 30 de agosto de 2023

Detrás de cada trajinera se esconde un trabajo de paciencia y amor

Pedro Torres López y Ángel Torres Hernández, padre e hijo por varias décadas se han dedicado a hacer canoas y trajineras

Xochimilco es famoso por sus coloridas trajineras que llevan muchos años paseando gente de todas partes del país y del mundo.

Detrás de esas grandes embarcaciones se esconde un trabajo de paciencia y amor por este oficio que por muchos años identifica a Xochimilco.

TE PUEDE INTERESAR: Trajineras y flores multicolor adornan los canales de Tláhuac

Pedro Torres López y Ángel Torres Hernández, padre e hijo por varias décadas se han dedicado a hacer canoas y trajineras, una profesión que les apasiona y que han llevado por generación.

Ambos recibieron a LA PRENSA en su pequeño taller, donde dedican horas y mucha paciencia para hacer estás embarcaciones que luego salen a los lagos y aceptan que es un orgullo verlas funcionando.

Pedro nos cuenta que lleva más de 40 años haciendo y todos sus trabajos lo han dejado satisfecho, no tiene inclinación por alguno, todos son "especiales para mí".

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa


"Este es un oficio que yo lo llevo porque me lo transmitió mi papá, mi papá trabajó desde los ocho años, yo trabajé con él antes de retirarme de la profesión que yo terminé, pero ahora yo lo sigo y ahora lo sigue uno de mis hijos", dijo Torres López, quién al hablar de esta profesión lo hace con mucha ilusión.

Y agregó: "Por eso mi taller se llama tres generaciones y a la mejor en la tercera se queda porque ya no hay quien la continúe".

Dice que han venido muchos a trabajar, pero no son nativos de Xochimilco "afortunadamente soy él único que queda originario de aquí de Xochimilco".

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

Y corrige: "No es carpintero, es canoero, el carpintero es el que hace los muebles, el canoero es el que hace las canoas y las trajineras y este no se llama astillero como lo tiene catalogado la alcaldía, se llama canoería, porque astilleros es donde hacen los barcos".

"Y como le dijo soy afortunadamente en la actualidad el canoero más viejo de Xochimilco, yo ya estoy por cumplir los 70 años, hay personas que van a cumplir 60 años, pero no son originarios de acá y yo soy el único que queda y mi papá que murió a los 93 años hace dos años".

Pedro Torres López, dice que se tarda más o menos una semana para hacer este trabajo, pues junto con su hijo se acoplan a la perfección para el trabajo.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

Reconoce que el trabajo ha bajado mucho, porque ya no hay mucho agricultor aquí en Xochimilco, y esto no le ha afectado en su economía, pues gracias a Dios tiene otro ingreso cuando disminuye esto.

Mencionó que en estos momentos le han pedido hacerlas con fibra de vidrio, pues dura más que la madera, "puedes durar cerca de 25 años, mientras que la madera 5 años".

Muy orgulloso

Mientras que Ángel, quién es la tercera generación en la familia, dice que se siente muy orgulloso de seguir está tradición que por años ha identificado a la familia.

"Muy orgulloso de seguir está tradición de dos generaciones y más que nada conocimiento, conocimiento ancestral, porque está es ancestral desde nuestros antepasados y satisfacción con la gente, porque aquí conoces a mucha gente", dijo muy satisfecho.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

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Y agregó: "Estamos buscando que no se pierda está tradición, ya solamente quedamos mi papá y yo, originarios de Xochimilco. Viene mucha gente como dice mi papá, pero no son xochimilcas".

Historia de las trajineras

El único medio de transporte que nos queda de la época prehispánica y esas imperdibles para celebrar un cumpleaños por la noche, un desayuno en familia o dedicar una serenata a bordo.

Xochimilco en náhuatl significa "lugar de la sementera florida" y era el hogar de la cultura xochimilca que se asentó aquí aproximadamente en 1350. Este lugar se caracteriza por una serie de canales de agua que datan de la época prehispánica, cuando el valle de México se distinguía por la existencia de lagos y lagunas casi en su totalidad.

Fue en el porfiriato cuando los paseos a Xochimilco se hicieron comunes entre los catrines (concepto establecido durante esta época para hacer referencia a los hombres que siempre iban vestidos de manera muy elegante). La mayor demanda en el servicio desencadenó que se implementaran mejoras en las embarcaciones. Se les adaptó un techo para proteger del sol a las personas y se pusieron unas sillas de madera tejidas de tule para disfrutar del bello paisaje más cómodamente durante el recorrido. Las trajineras eran adornadas con arcos de flores y con ramas de ahuejote amarradas con tule.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

El sitio era llamado "lugar de los jardines flotantes" porque sus chinampas estaban llenas de flores, lo que lo hacía un lugar muy llamativo y hermoso para pasear. Se agregaron nombres a las embarcaciones a petición de los catrines para festejar a alguien o simplemente cortejar a una dama.

El precio aproximado para rentar una de estas folclóricas embarcaciones es de 600 pesos por hora y caben aproximadamente entre 15 y 20 personas. Si estás por ahí no te olvides de visitar el museo del ajolote, la isla de las muñecas, los invernaderos, las hortalizas de verduras y las chinampas interactivas.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Xochimilco es famoso por sus coloridas trajineras que llevan muchos años paseando gente de todas partes del país y del mundo.

Detrás de esas grandes embarcaciones se esconde un trabajo de paciencia y amor por este oficio que por muchos años identifica a Xochimilco.

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Pedro Torres López y Ángel Torres Hernández, padre e hijo por varias décadas se han dedicado a hacer canoas y trajineras, una profesión que les apasiona y que han llevado por generación.

Ambos recibieron a LA PRENSA en su pequeño taller, donde dedican horas y mucha paciencia para hacer estás embarcaciones que luego salen a los lagos y aceptan que es un orgullo verlas funcionando.

Pedro nos cuenta que lleva más de 40 años haciendo y todos sus trabajos lo han dejado satisfecho, no tiene inclinación por alguno, todos son "especiales para mí".

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa


"Este es un oficio que yo lo llevo porque me lo transmitió mi papá, mi papá trabajó desde los ocho años, yo trabajé con él antes de retirarme de la profesión que yo terminé, pero ahora yo lo sigo y ahora lo sigue uno de mis hijos", dijo Torres López, quién al hablar de esta profesión lo hace con mucha ilusión.

Y agregó: "Por eso mi taller se llama tres generaciones y a la mejor en la tercera se queda porque ya no hay quien la continúe".

Dice que han venido muchos a trabajar, pero no son nativos de Xochimilco "afortunadamente soy él único que queda originario de aquí de Xochimilco".

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

Y corrige: "No es carpintero, es canoero, el carpintero es el que hace los muebles, el canoero es el que hace las canoas y las trajineras y este no se llama astillero como lo tiene catalogado la alcaldía, se llama canoería, porque astilleros es donde hacen los barcos".

"Y como le dijo soy afortunadamente en la actualidad el canoero más viejo de Xochimilco, yo ya estoy por cumplir los 70 años, hay personas que van a cumplir 60 años, pero no son originarios de acá y yo soy el único que queda y mi papá que murió a los 93 años hace dos años".

Pedro Torres López, dice que se tarda más o menos una semana para hacer este trabajo, pues junto con su hijo se acoplan a la perfección para el trabajo.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

Reconoce que el trabajo ha bajado mucho, porque ya no hay mucho agricultor aquí en Xochimilco, y esto no le ha afectado en su economía, pues gracias a Dios tiene otro ingreso cuando disminuye esto.

Mencionó que en estos momentos le han pedido hacerlas con fibra de vidrio, pues dura más que la madera, "puedes durar cerca de 25 años, mientras que la madera 5 años".

Muy orgulloso

Mientras que Ángel, quién es la tercera generación en la familia, dice que se siente muy orgulloso de seguir está tradición que por años ha identificado a la familia.

"Muy orgulloso de seguir está tradición de dos generaciones y más que nada conocimiento, conocimiento ancestral, porque está es ancestral desde nuestros antepasados y satisfacción con la gente, porque aquí conoces a mucha gente", dijo muy satisfecho.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

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Y agregó: "Estamos buscando que no se pierda está tradición, ya solamente quedamos mi papá y yo, originarios de Xochimilco. Viene mucha gente como dice mi papá, pero no son xochimilcas".

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El único medio de transporte que nos queda de la época prehispánica y esas imperdibles para celebrar un cumpleaños por la noche, un desayuno en familia o dedicar una serenata a bordo.

Xochimilco en náhuatl significa "lugar de la sementera florida" y era el hogar de la cultura xochimilca que se asentó aquí aproximadamente en 1350. Este lugar se caracteriza por una serie de canales de agua que datan de la época prehispánica, cuando el valle de México se distinguía por la existencia de lagos y lagunas casi en su totalidad.

Fue en el porfiriato cuando los paseos a Xochimilco se hicieron comunes entre los catrines (concepto establecido durante esta época para hacer referencia a los hombres que siempre iban vestidos de manera muy elegante). La mayor demanda en el servicio desencadenó que se implementaran mejoras en las embarcaciones. Se les adaptó un techo para proteger del sol a las personas y se pusieron unas sillas de madera tejidas de tule para disfrutar del bello paisaje más cómodamente durante el recorrido. Las trajineras eran adornadas con arcos de flores y con ramas de ahuejote amarradas con tule.

Fotos: Sergio Vázquez | La Prensa

El sitio era llamado "lugar de los jardines flotantes" porque sus chinampas estaban llenas de flores, lo que lo hacía un lugar muy llamativo y hermoso para pasear. Se agregaron nombres a las embarcaciones a petición de los catrines para festejar a alguien o simplemente cortejar a una dama.

El precio aproximado para rentar una de estas folclóricas embarcaciones es de 600 pesos por hora y caben aproximadamente entre 15 y 20 personas. Si estás por ahí no te olvides de visitar el museo del ajolote, la isla de las muñecas, los invernaderos, las hortalizas de verduras y las chinampas interactivas.

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