Al asumir el cargo como jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo detectó que la disciplina se relajó a tal grado en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que algunos policías encontraron en la colusión con la delincuencia una forma de supervivencia.
“Encontramos que se había generalizado un sistema de cuotas ilegales por uniformes, gasolina, vacaciones, la elección de mandos de sector a partir de amiguismos, venta de plazas, en vez de por formación y por méritos”, dijo la mandataria.
También había un déficit de elementos en la Policía preventiva pues sólo había 16 mil 850 elementos operativos, cuando en 2006-2012 eran cerca de 28 mil.
“El salario de la policía pasó de ser en el 2012 de las mejores pagadas del país, a las peores pagadas del país en el 2018”.Además, 35 por ciento de las patrullas, motopatrullas estaban en mal estado y los elementos fueron reubicados en estaciones en vez de en sus cuarteles.
“Esto aparentaba mayor seguridad pero estas estaciones son sumamente reducidas, de tal forma que los elementos no tenían ni siquiera suficiente espacio para almacenar y guardar sus pertenencias y los policías convencían al ciudadano cuando llegaba al Ministerio Público de no poder denuncia, para artificialmente disminuir así los índices delictivos”.
En el caso de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, la mandataria dijo que encontraron una situación similar.“De detectó un sistema de información en el registro de las carpetas de investigación totalmente vulnerable, una orientación desde los altos mandos para catalogar como denuncia de hechos, muchos delitos mayores con el objeto de maquillar las cifras de delitos de alto impacto”.
La procuraduría envió recientemente al Sistema Nacional de Seguridad, las carpetas por delitos de alto impacto y después de una revisión, una por una, pasaron en 2018 de 32 mil 506 a 56 mil 527, es decir, 74 por ciento más delitos de los que se reportaban.
También de detectaron bajos salarios de la Policía de Investigación, nula coordinación entre las diferentes subprocuradurías, enorme rezago de casos, falta de atención a la ciudadanía y malas condiciones de la infraestructura de Ministerios Públicos y Policías de Investigación.
“Dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Procuraduría hay muchos buenos elementos, es más, son la mayoría. Son muchos más los que quieren servir a la ciudadanía que los que promueven grupos de interés y beneficios privados, sin embargo, el abandono de estas instituciones no se resuelve en pocos meses, requiere de cambios profundos y estructurales”.
Para erradicar esa problemática al interior de ambas dependencias policiacas, la morenista afirmó que no han dejado de trabajar para poder reconstruir ambos instituciones en el corto plazo.
“Llegamos a la Cuidad a hacer cambios profundos, cambios que llamo estructurales, que nos lleven a una Ciudad con paz y con justicia.
No estamos en el gobierno para simular, para administrar papeles, o para andar de paseo en eventos protocolarios. No soy partícipe de la frivolidad, ni de los anuncios espectaculares que no se traducen en cambios de raíz”, concluyó.
