Desolados lucen los corredores del mercado de San Cosme, localizado en la alcaldía de Cuauhtémoc, donde en estas fechas los padres de familia literalmente se arrebataban las prendas que componían el uniforme escolar. Hoy, apenas venden dos o tres prendas en plena temporada de regreso a clases.
Emilio Perez, propietario de un local donde cuelgan pantalones, playeras, suéteres, escudos de las diversas instituciones escolares, con resignación refiere que la pandemia que provocó las clases en línea, los ha dejado al borde la quiebra.
Ante esta situación la industria de los uniformes escolares está pasando la peor de las crisis y esperan que para el año que viene, la vacuna que se tiene proyectada, haya disminuido los contagios y con ello los estudiantes regresen al aula uniformados.
JLP
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