TLALNEPANTLA, Méx., 23 de septiembre. - Con cantos, rezos, llanto y grandes muestras de solidaridad, cariño y apoyo por parte de los vecinos a los familiares, esta mañana fueron sepultados en el panteón de la colonia Lázaro Cárdenas, los restos mortales de la señora Paola “N” y su hijo Dylan, quienes el pasado 11 de septiembre murieron sepultados dentro de su domicilio por un desgajamiento de tierra y rocas en el cerro de Chiquihuite.
Tras ser velados durante todo el día de ayer, este jueves, alrededor de las 10:30 de la mañana salieron de la casa de su abuela hacía su última morada, en el panteón de la colonia Lázaro Cárdenas, los féretros que contenían los restos mortales del niño Jorge Dylan y su madre Paola.
En un recorrido a pie, donde fueron acompañados por decenas de vecinos, algunos de los cuales lloraban y se mostraban profundamente consternados por su muerte, los féretros de madre e hijo fueron cargados en hombros por familiares, vecinos y voluntarios, quienes caminaron por casi media hora, hasta que llegaron al cementerio.
Durante el mismo recorrido, el sacerdote Eduardo de la Iglesia del Sagrado corazón encabezó una serie de rezos que eran acompañados por los familiares y vecinos, quienes pedían con todo el fervor y la fe por el eterno descanso de madre e hijo, quienes por azares del destino tuvieron una muerte trágica, dentro de su misma casa.
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Ya en el interior del panteón se vivieron momentos conmovedores, de dolor y llanto cuando los féretros eran acomodados para bajar a su última morada y un tecladista entonaba una serie de cantos religiosos y el padre y esposo de los occisos estallaba en llanto al observar como los féretros que contenían los restos mortales de su esposa e hijo comenzaban a bajar a su última morada.
“No Dios mío porqué me los quitaste, no es justo, que voy hacer, porqué a mí”, gritaba el destrozado hombre al tiempo que lloraba desconsoladamente, se jalaba los cabellos, se hincaba y se levantaba y empuñaba un rosario.
Ya cuando los féretros comenzaron a bajar a su última morada, la situación que se vivió en el lugar fue de enorme tristeza, hubo gritos y llanto, por parte de Jorge Armando y sus familiares que gritaban y lloraban inconsolablemente, al observar como los féretros bajaban a lo que sería su última morada.
SIGUEN LOS TRABAJOS EN EL CERRO DEL CHIQUIHUITE
En tanto, los trabajos que realizan elementos de los cuerpos de emergencia de los tres niveles de gobierno en el cerro del Chiquihuite para reforzarlo y estabilizarlo y evitar un nuevo derrumbe que afecte a la población y provoque una nueva tragedia, continúan.
Varios camiones con tierra, tezontle y concreto suben constantemente para tirar el material en las zonas sensibles y estabilizarla para evitar un nuevo deslave, pues la posibilidad de que se dé y de que afecte a más personas es latente por los constantes aguaceros que han caído en los últimos días.
Esta mañana ya se pudo observar en la zona del desastre que moradores de las 176 casas que tienen que ser desalojadas por el peligro que enfrentan de que se registre otro derrumbe, ya comenzaron a llegar a sus domicilios para recoger lo más indispensable y abandonarlas.
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Autoridades de los tres niveles de gobierno informaron que los trabajos que se realizan en la zona del cerro del Chiquihuite continúan y que duraran aproximadamente 3 meses y que las 176 casa de que van a ser desalojadas posiblemente van a ser demolidas porque no pueden ser habitadas por lo peligroso de la zona,
Reiteraron que los propietarios de dichas casas van a ser apoyados económicamente por autoridades federales y estatales para que se hagan de otro inmueble en una zona más segura.
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