En condominios y unidades habitacionales de la Ciudad de México es necesario reforzar la cultura de protección civil y que los vecinos conozcan sus derechos y obligaciones, a fin de reducir al mínimo cualquier tipo de riesgo que pueda poner en peligro la vida o el patrimonio de los moradores.
La titular de la Procuraduría Social de la Ciudad de México (Prosoc), Claudia Galaviz Sánchez señaló lo anterior al informar que en las últimas semanas se ha registrado el derrumbe de escaleras en tres unidades habitacionales distintas, debido al mal estado de la estructura, falta de mantenimiento, temporada de lluvias y sobrepeso.
En entrevista para LA PRENSA, la funcionaria llamó a todos los ciudadanos que viven en unidades habitacionales y condominios a tener un programa de protección civil, identificar puntos y factores de riesgo, así como áreas de seguridad y bajo riesgo.
La Ley de Propiedad en Condominio es muy clara al respecto. Establece que ningún vecino puede invadir áreas comunes, que son para el tránsito de todos los vecinos, “pero es muy frecuente encontrarnos con escaleras expuestas; es decir, que no tienen algún tipo de techumbre y que los descansos se sobrecarguen con macetones de un peso considerable”.
Durante sus recorridos en diversas unidades habitacionales de la Ciudad, “nos hemos encontrado tanques de gas colocados en las escaleras, así como bicicletas y una gran cantidad y variedad de objetos que no deben estar en ese lugar y que representan un riesgo”.
La procuradora Claudia Galaviz explicó que además han detectado escalares que muestran un evidente deterioro por la falta de mantenimiento en edificios que llegan a tener 30 años o más.
PROSOC HA ATENDIDO CAÍDA DE ESCALERAS EN TRES UNIDADES HABITACIONALES
“En las últimas tres semanas se han caído tres escaleras en distintas unidades”, informó la procuradora Claudia Galaviz, quien destacó la importancia de la respuesta que la autoridad ha dado a este problema; sin embargo, indicó que también los vecinos, deben asumir una corresponsabilidad para mantener el buen estado de sus viviendas.
“No podemos dejar pasar que la primera responsabilidad es de los vecinos, no solamente por el beneficio que genera la plusvalía de los inmuebles, sino también por una cuestión de seguridad y disminución de riesgos”, indicó la funcionaria al comentar que no solo hay que esperar el Programa de Mejoramiento del gobierno.
Justo en septiembre, agregó, se refuerza la capacitación de Protección Civil, para que todas las familias que viven bajo el régimen de condominio tengan una mochila de vida, un plan familiar de protección civil, sepan en qué lugares se pueden resguardar, identifiquen las zonas de menor riesgo, conozcan el uso y manejo de extintores, las rutas de evacuación, e incluso, tengan conocimientos en primeros auxilios.
Mencionó que la caída de escaleras ocurrió en la Unidad Habitacional Santa Anita de Iztacalco; en la Unidad San Mateo 170 de Azcapotzalco y en la Unidad Habitacional Arbolillo 3 en la alcaldía Gustavo A. Madero.
“En el caso de Iztacalco, incluso, había una obra irregular, no solamente se sobrecargaron los pasillos y no se dio mantenimiento en 30 años, sino que además un vecino decidió ampliarse”, explicó.
Refirió, por ejemplo, que la Unidad Habitacional Pantaco tiene riesgo no por los últimos sismos, sino desde hace 20 años, debido al tipo de suelo y las modificaciones que los vecinos han hecho al interior de sus viviendas, en las cuales en muchos casos han retirado muros de carga.
En la unidad Habitacional San Mateo 170 en Azcapotzalco, se tuvo que construir una nueva escalera de policarbonato, que es un material menos pesado que la loza, más resistente y con un periodo de vida mayor, indicó Galaviz.
“Es importante que el gobierno asuma la responsabilidad de obras mayores, pero también se debe transitar a la corresponsabilidad vecinal, porque en la Ciudad hay más de 11 mil unidades habitacionales, donde vive más de la mitad de la población”, agregó.
“Actualmente, si un vecino quiere realizar una obra tiene que informar a la administración, a la Prosoc y a las alcaldías, para que se pueda generar el permiso y saber qué tipo de modificación se está haciendo”, destacó la funcionaria al mencionar que en la Unidad CTM Culhuacanes se detuvo una obra que prácticamente era “un piso volado sobre la nada”.
Con esto no solo se viola la ley, sino también se pone en riesgo la integridad de la propia familia y de los vecinos, comentó Galaviz Sánchez.
Ante cualquier tipo de obra que se realice a la estructura original del edificio o unidad habitacional, la funcionaria aconsejó a la ciudadanía denunciar y actuar de forma inmediata.
“Los vecinos nos dicen que alguien ya hizo una obra o puso una reja, pero deben dar aviso inmediatamente para que la Prosoc pueda actuar”, comentó Galaviz al señalar que en el caso de obras que tienen más de 10 años no se puede hablar de derechos adquiridos, pero la Prosoc no tiene facultades para tirarlas.
ES NECESARIO REFORMAR LA LEY DE PROPIEDAD EN CONDOMINIO
Ante este complejo panorama, la procuradora Claudia Galaviz informó que envió una propuesta al Congreso de la Ciudad de México para reformar la Ley de Propiedad en Condominio.
“Se tiene que modificar la ley porque los tiempos han cambiado. Por ejemplo, en el tema de recuperación de espacios se marca un procedimiento. Primero es la conciliación, luego se aplican las sanciones, pero la ley debe dotar de recursos a la Prosoc y facultarla para establecer vínculos con las áreas jurídicas y de Recuperación de Espacios de las alcaldías, a fin de llevar a cabo verificaciones y retiros”, señaló.
Claudia Galaviz informó que durante su administración, la Procuraduría ha generado mecanismos para facilitar el procedimiento de registro de unidades habitacionales, lo cual protege los derechos de los condóminos, pero también implica asumir obligaciones, como estar al corriente en el pago de cuotas de mantenimiento y respeto al reglamento de convivencia.
A través de los diversos convenios que la Prosoc ha logrado firmar con representaciones vecinales se han podido realizar trabajos que van desde el retiro de triques, basura y jaulas en áreas de estacionamiento, limpieza y poda de áreas verdes y pintura de fachadas, entre otras acciones de mejoramiento.
Claudia Galaviz indicó que la Procuraduría también ha tenido que intervenir para garantizar el respeto a los derechos ciudadanos y condominales, ya que hay asambleas vecinales que han llegado a establecer acuerdos y mecanismos que constituyen una violación a los derechos humanos y se extralimitan en sus funciones, como prohibir el acceso a su departamento a las personas por morosidad en el pago de cuotas de mantenimiento.
“No se puede limitar el acceso a su vivienda a algún vecino bajo el pretexto de que es moroso o limitarle el acceso a los servicios públicos básicos, como el agua potable, que además es un derecho universal”, enfatizó Claudia Galaviz.
Respecto al incremento excesivo de cuotas de mantenimiento, la funcionaria señaló que estas no deben registrar aumentos desproporcionados de 100, 150 o 200% de un año a otro. Aunque indicó que una figura que utilizan mucho las asambleas vecinales es fijar cuotas extraordinarias, para trabajos adicionales o especiales.
“Los vecinos son los únicos que pueden decidir el monto de las cuotas o aprobar cuotas extraordinarias”, señaló Galaviz Sánchez al comentar que la Prosoc puede acompañar las asambleas vecinales y vigilar que este proceso se cumpla de acuerdo con lo que establece la ley.
“Cuando los vecinos hacen sus asambleas pueden solicitar asesoría de la Prosoc, incluso, para validar el orden del día, garantizar que la convocatoria se haga como lo marca la ley, o bien, ingresar un recurso de inconformidad sí alguien incumple la ley”, explicó.
Ante estas problemáticas, la Procuraduría ha firmado convenios de colaboración con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX y con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), para atender casos que empieza en una problemática condominal, pero muy frecuentemente, se puede presentar la comisión de algún delito, como amenazas, lesiones, daño en propiedad ajena, así como casos de discriminación y limitación de servicios, sin ninguna razón, incluso, sin la posibilidad de que la parte afectada pueda revisar la documentación.
Las problemáticas más frecuentes en la convivencia condominal, son en primer lugar el exceso de ruido, en segundo la invasión de áreas comunes y la ocupación del espacio de estacionamiento de otros vecinos, informó Galaviz Sánchez.
El cajón de estacionamiento es parte de la unidad privativa protegida en la escritura pública, por lo que “nadie puede usar el cajón de estacionamiento de otra persona, sin su consentimiento”, subrayó Galaviz Sánchez.
“El estacionamiento es parte de una unidad privativa y solo la persona titular puede decidir sí lo presta, lo renta o incluso lo traslada, lo que es un acuerdo entre particulares”, precisó la funcionaria.
En el estacionamiento no se pueden colocar enseres, losetas o jaulas. Es uso exclusivo de estacionamiento de vehículos, independientemente, de que sea un auto, camioneta, una o dos motos o bicicletas, siempre y cuando no se invada el área común o el estacionamiento de otros vecinos, señaló Galaviz Sánchez.
La funcionaria destacó la importancia de que la población conozca la Ley de Propiedad en Condominio, ya que en algunas unidades habitacionales, la Prosoc ha detectado la formación de dos o tres grupos vecinales, que prácticamente secuestran la administración condominal, debido a que esto llega a convertirse en un negocio por el importante monto económico que generan las cuotas, sobre todo, en los grandes condominios.
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