La presidenta de la Comisión de Gestión Integral del Agua del Congreso local, Luisa Gutiérrez Ureña, dijo que la crisis hídrica que se vive en la Ciudad de México no se puede resolver con "parches y bomberazos", por lo que pidió a las autoridades tomarse con la seriedad que amerita el garantizar el acceso del líquido vital.
Señaló que la escasez de agua que padecieron gran parte de los capitalinos el fin de semana pasado, dejó al descubierto la vulnerabilidad en el suministro de ese elemento, que obliga al gobierno a llevar a cabo reparaciones continuas de tuberías con la afectación mínima a la población.
“Esta falla nos recuerda la vulnerabilidad en el que se encuentra nuestro Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex); lamentablemente ni el gobierno federal ni el local, han tenido la capacidad o la voluntad para generar soluciones integrales”, declaró.
Aseguró que la tecnología, el sistema eléctrico y el mecánico son obsoletos para el manejo y distribución del agua.
Confirmó la diputada panista que el 42 por ciento del agua potable se pierde en fugas y el 90 por ciento de la pluvial por falta de sistemas de infiltración que atiendan la nueva realidad climática.
Tras exponer que “simplemente este sistema no avanza al ritmo que lo hace la Ciudad de México”, condenó que pese a la necesidad que se tiene, en el presupuesto del presente año se haya reducido la cantidad destinada al Sacmex en 796 millones de pesos, lo que representa un 6.18 % menos respecto al 2021.
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Lamentó que derivado de una falla en los mecanismos de control de las compuertas de la lumbrera Dos Ríos del Acueducto Cutzamala, fue necesario que en la semana pasada se cortara el suministro de agua en la urbe para hacer las reparaciones pertinentes, lo que afectó a millones de capitalinos.
“Llama la atención la política hídrica de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum ante esta crisis, por un lado, reduce el presupuesto del SACMEX, sacrifica el mantenimiento mayor de la red y desperdicia el 42 por ciento de agua potable en fugas”, precisó.
Sostuvo que, por otro lado, por mero revanchismo político, culpa a 165 colonias que perdió Morena en la pasada elección, de desperdiciar el vital líquido en albercas y jardines, un argumento desproporcionado, mentiroso e indolente.
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