El orgullo de ser parte del Desfile Militar en conmemoración de los 210 años de la Independencia de México, fue el principal aliciente para que al menos medio millar, de cadetes, oficiales y altos mandos de la Escuela Médico Naval, se preparan desde las primeras horas de este 16 de septiembre para partir hacia el Zócalo capitalino.
Al filo de las 3:00 horas, la trompeta sonó en medio de la explanada del Centro de Estudios Superiores Navales dió el anuncio a los cadetes de que era hora de levantarse para la cita que tendrían con el desfile militar; poco a poco, la banda de guerra se reunió, para preparar el llamado para que los cadetes tomarán su posición.
En los dormitorios, a prisa, pero con alegría y emoción, los cadetes comenzaron a alistarse, tendieron sus camas y prepararon su Levita, que es el uniforme de gala que vestirán para la ocasión; uno a uno, con el orden y la disciplina que los caracteriza, empezaron a bajar por las escaleras hasta llegar a la explanada principal.
Sin siquiera una pequeña muestra de cansancio por la hora, los cadetes atendieron la instrucción de formarse para, de manera ordenada, ingresar al comedor para tomar sus alimentos y así llegar con energía suficiente al evento para el que se preparó durante varios meses.
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Esta mañana les esperaba un alimento especial, y no por los ingredientes, sino por el placer de degustarlo ya que había Sido una petición especial, los chilaquiles rojos ya los esperaban en los platos y aunque tuvieron poco tiempo para comerlos, a los cadetes les supieron una gloria.
El tiempo corría y era necesario asearse y terminar de alistarse para volver a la explanada donde se organizaron para partir hacia el primer cuadro de la ciudad. Solo pasaron algunos minutos en los que asearon sus dientes y tomaron de sus dormitorios sus instrumentos.
Poco después, los 512 elementos volvieron a tomar su posición en la formación, esta vez para abordar los más de 12 autobuses que los llevarían al centro de la ciudad para cumplir con honor la misión que tenían encomendada.
Pulcros de pies a cabeza, con su Levita sin una sola arruga, al filo de las 7:00 horas, uno a uno de los y las cadetes bajaron de los autobuses y se formaron sobre la calle 20 de Noviembre, en espera de la siguiente instrucción, que marcaría el inicio del pase de revista por parte del Presidente De México.
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