En compañía de familiares de José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa, en su iniciativa de colocar una escultura que visibilice el momento en que el también conocido como el Centauro del Norte renombró como Francisco I. Madero la calle Plateros, en honor a su amigo asesinado.
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Este jueves se presentó la escultura que será colocada en diciembre para visibilizar el momento en que nace la calle Francisco I. Madero, la más emblemática de la zona patrimonial, así como la presencia de los ejércitos villistas y zapatistas en la Ciudad de México.
El Coordinador General de la Autoridad del Centro Histórico, José Manuel Oropeza Morales, detalló que es un comité ciudadano encabezado por los descendientes del revolucionario duranguense que impulsa la colocación de la escultura “justamente en esta esquina que es donde el 8 de diciembre de 1914, el General Francisco Villa rebautizó la calle de Plateros como Francisco I. Madero, como hoy se llama”.
El funcionario capitalino adelantó que en el mes de diciembre se develará la escultura que ya tiene la autorización del Comité de Monumentos Histórico de la Ciudad de México (Comaep) de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).
Además, anunció una serie de actividades para “conmemorar la entrada de los ejércitos campesinos y populares a la Ciudad de México, por lo que habrá jornadas villistas para abrir la reflexión histórica, para preservar la memoria histórica de nuestro Centro Histórico”.
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Ya está en proceso de fabricación
Francisco Villa García, bisnieto, aseguró que la escultura ya está en proceso de fabricación y es parte de una reflexión histórica para pensar no solo en la figura del General Villa sino el villismo como un movimiento social que tenía un proyecto popular.
“La pregunta es si ¿Villa y Zapata tenían proyecto de nación? Sí lo tenían, pero la guerra no fue acorde al proyecto, se perdió la batalla, la guerra, pero existía un proyecto de nación claro y está presente en los movimientos progresistas de nuestro México, lo que se hace aquí en la Ciudad de México. Queremos que Villa regrese a la calle de Madero y regrese con ese espíritu democrático, de libre pensamiento, de abrir los espacios para nuevas formas de pensar es hacerlo de forma revolucionaria”.
Ursus Juárez Roque, curador de la escultura y promotor de la iniciativa, aseguró que Francisco Villa cambió el nombre sin trámite alguno y le puso el nombre de Francisco I. Madero como un homenaje al apóstol de la democracia, porque había un distanciamiento entre zapatistas con el movimiento maderista, con esta acción recordó que Madero fue el iniciador de la Revolución.
“Que aquí quede como una memoria cultural e histórica de ese momento, una escultura en tamaño natural de Pancho Villa pero que también sea el reconocimiento a Madero y la presencia de los ejércitos villistas y zapatistas de ese momento”, destacó.
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Proyecto colectiva y comunitaria
Eduardo Bautista, escultor, indicó que es un proyecto colectivo y comunitario con la Preparatoria Mártires de Tlatelolco y maestros fundadores del barrio de Iztapalapa. “Se está buscando que sea una escultura que no sea petulante, será a escala uno a uno en bronce a la acera pérdida. La idea es recrear la escena de Casasola”, detalló además que tendrá una base con una cápsula del tiempo con mensajes del revolucionario y crónicas de lo que la familia Villa ha realizado en el norte del país.
El cronista Enrique Ortiz narró cómo el 6 de diciembre de 1914 entraron por esa calle Francisco Villa, Emiliano Zapata, Rodolfo Fierro y Felipe Ángeles como parte del triunfó de la Revolución Popular. Luego los personajes entraron a Palacio Nacional donde comieron con José Vasconcelos y nace la foto de Agustín Casasola de Zapata y Villa con la silla presidencial. Y es dos días después “el 8 de diciembre de 1914, Villa fue a visitar el panteón francés de La Piedad porque ahí está enterrado su mentor y amigo, su compañero de armas Francisco I. Madero”. Ese mismo día se hace el cambio del nombre de la calle Plateros por Francisco I. Madero.
La escultura pesará un poco más de 2 toneladas, será amable con la calle y el edificio pues estará al aire y estará en el corazón de la Ciudad de México.
En el acto estuvieron presentes Tomás Villa (nieto), Martín Villa García (bisnieto) y familiares del General Felipe Ángeles.
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