Para combatir riesgos de violencia en instalaciones de educación media superior y se promueva el respeto y cuidado a grupos vulnerables como las mujeres, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y el Colegio de Bachilleres de la entidad acordaron combatir todo tipo de agresiones para garantizar una vida libre de violencia.
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Al firmar un acuerdo de colaboración, ambas instancias se comprometieron a impulsar acciones de capacitación, difusión y promoción de los derechos humanos, con el objetivo de crear entornos favorables para 45 mil alumnos, en temas como igualdad y no discriminación.
La titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México Myrna Araceli García Morón, destacó la importancia de sumar voluntades para cumplir con la vocación potencialmente transformadora de la institución a su cargo, a partir de principios y conocimientos de los derechos de las personas, de manera particular cuando se trata de estudiantes.
En un evento realizado en la capital del estado, hizo un llamado a la conciencia y a la civilidad para hacer posible en la vida práctica, que niñas, adolescentes y mujeres disfruten de una vida libre de violencia en un contexto de igualdad.
Al respecto, Alberto Luis Peredo Jiménez, director del Colegio de Bachilleres del Estado de México, afirmó que el objetivo es cambiar la vida de la comunidad estudiantil, “pues se atenderá a un universo de 45 mil alumnos, 90 mil padres de familia, tres mil empleados y dos mil maestros.
Aseveró que este acuerdo marcará una diferencia importante, ya que con el Covid-19 hubo aislamientos que impusieron nuevos retos y desafíos para la docencia. Agregó que ante el aumento de denuncias por acoso, tanto de alumnos como de docentes, atribuido al regreso tras la pandemia, Peredo Jiménez aseguró que la colaboración del organismo defensor será fundamental para impactar de manera significativa en la vida del estudiantado.
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Myrna Araceli García Moron añadió que se debe introyectar (proceso inconsciente por el cual un sujeto incorpora actitudes) la igualdad como parte de la cultura del alumnado para normalizarla.
Puntualizó que esto se debe dar sin distinción ni discriminación, con el propósito de alcanzar un clima de respeto y construcción de mejores sociedades.
Apuntó que los objetivos podrán consolidarse a través de la educación. Mencionó que en espacios como el Colegio de Bachilleres, que atiende a una población en transición de adolescentes a adultos, es importante insistir bajo este contexto.
“Es alentador que las y los estudiantes sumen la convicción de que sus actos públicos y privados tengan una perspectiva de derechos humanos”, concluyó.
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