/ jueves 9 de febrero de 2023

Cerca de 50 colectivas feministas buscan espacios de venta en vía pública en CDMX

Han llamado a su movimiento “Protesta feminista contra la violencia económica” y para hacerse visibles, han recurrido a cárteles, mantas y gritos de consignas en los espacios públicos de la capital mexicana.

En la Ciudad de México hay más de 50 grupos de colectivos feministas, integradas por cerca de 300 mujeres que buscan espacios en la vía pública para ganarse la vida y lograr su autonomía económica.

Sin embargo, han tenido que realizar diversas protestas sociales para visibilizar la violencia de las que han sido receptoras, como ha sucedido en instalaciones del Metro, en grandes avenidas y plazas públicas.

Han llamado a su movimiento “Protesta feminista contra la violencia económica” y para hacerse visibles, han recurrido a cárteles, mantas y gritos de consignas en los espacios públicos de la capital mexicana.

En la presentación del Informe Temático “Protesta feminista contra la violencia económica”, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos Local, Nashieli Ramírez, detalló que en la Alcaldía Cuauhtémoc es la demarcación donde convergen la mayor parte de ellas y más de la mitad de las integrantes viven en la periferia.

Ante los grupos reunidos en torno al Frente Feminista en Lucha contra la Violencia Económica como son Sororas, Afrodita Aborta Legal, Antifa, Golondrinas Rojas, Merkada Anarkodisidennte, Kabag, Aquelarre Salem, Proyecto Fenix Libertas, Raíz Maleza, Hijas de la Luna y Mujeres Unidas en Libertad, expuso que de 2021 a 2022, dijo, la CDHCM llevó a cabo 87 acompañamientos in situ, a las integrantes de las colectivas, al momento de realizar sus expresiones políticas en los diversos puntos de encuentro y espacios públicos.

Resaltó que el informe pretende retomar los elementos de aquello que caracteriza la protesta feminista contra la violencia económica, tal como lo han construido las propias colectivas a lo largo de sus procesos organizativos.

Ramírez Hernández explicó que la protesta feminista contra la violencia económica a diferencia del trabajo no asalariado en el espacio público, está orientada a la concreción individual y colectiva de la sostenibilidad vital progresiva; el trabajo no salariado no está orientado a modificar los sistemas de opresiones económicas y políticas que afectan a las mujeres.

Foto: Patricia Carrasco | La Prensa

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Por ello, la falta de comprensión integral de este tipo de protesta, no sólo genera desencuentros y omisiones, sino también una creciente conflictividad social entre los diversos actores sociales, que tradicionalmente hacían uso del espacio público.

A través de un video, el Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación de Naciones Unidas, Clément Nyaletsossi Voule, expuso que este Informe Temático responde a la demanda del movimiento que las mujeres han tenido para alcanzar una sociedad igualitaria e inclusiva.

Subrayó que el derecho a la libertad de reunión y asociación pacífica es un derecho fundamental que permite la exigibilidad de cambios y la defensa de los derechos humanos, incluida la lucha en contra de la desigualdad y la búsqueda de la justicia. El movimiento feminista en México, reconoció, ha sido de gran importancia para impulsar los derechos y la transformación política, económica y social a lo largo de los años.

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En tanto, La Directora General de Quejas y Atención Integral de la CDHCM, Nuriney Mendoza Aguilar, destacó que en 2021, dijo, acudió a la CDHCM un grupo de mujeres pertenecientes a dichas colectivas, quienes durante varias reuniones señalaron que realizaban protestas sociales en diversos puntos de la Ciudad, entre ellos el Sistema de Transporte Colectivo Metro, para visibilizar las diversas violencias de las que son receptoras, así como mostrar una alternativa para lograr la autonomía económica.

El Informe Temático, indicó, se desarrolla principalmente en tres apartados: 1) elementos contextuales como la economía comunitaria, solidaria y autogestiva; 2) el surgimiento de la protesta feminista contra la violencia económica en la Ciudad de México desde el año 2015 y la transformación discursiva del movimiento; y 3) los derechos humanos que convergen en dicha expresión política.

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En la Ciudad de México hay más de 50 grupos de colectivos feministas, integradas por cerca de 300 mujeres que buscan espacios en la vía pública para ganarse la vida y lograr su autonomía económica.

Sin embargo, han tenido que realizar diversas protestas sociales para visibilizar la violencia de las que han sido receptoras, como ha sucedido en instalaciones del Metro, en grandes avenidas y plazas públicas.

Han llamado a su movimiento “Protesta feminista contra la violencia económica” y para hacerse visibles, han recurrido a cárteles, mantas y gritos de consignas en los espacios públicos de la capital mexicana.

En la presentación del Informe Temático “Protesta feminista contra la violencia económica”, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos Local, Nashieli Ramírez, detalló que en la Alcaldía Cuauhtémoc es la demarcación donde convergen la mayor parte de ellas y más de la mitad de las integrantes viven en la periferia.

Ante los grupos reunidos en torno al Frente Feminista en Lucha contra la Violencia Económica como son Sororas, Afrodita Aborta Legal, Antifa, Golondrinas Rojas, Merkada Anarkodisidennte, Kabag, Aquelarre Salem, Proyecto Fenix Libertas, Raíz Maleza, Hijas de la Luna y Mujeres Unidas en Libertad, expuso que de 2021 a 2022, dijo, la CDHCM llevó a cabo 87 acompañamientos in situ, a las integrantes de las colectivas, al momento de realizar sus expresiones políticas en los diversos puntos de encuentro y espacios públicos.

Resaltó que el informe pretende retomar los elementos de aquello que caracteriza la protesta feminista contra la violencia económica, tal como lo han construido las propias colectivas a lo largo de sus procesos organizativos.

Ramírez Hernández explicó que la protesta feminista contra la violencia económica a diferencia del trabajo no asalariado en el espacio público, está orientada a la concreción individual y colectiva de la sostenibilidad vital progresiva; el trabajo no salariado no está orientado a modificar los sistemas de opresiones económicas y políticas que afectan a las mujeres.

Foto: Patricia Carrasco | La Prensa

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Por ello, la falta de comprensión integral de este tipo de protesta, no sólo genera desencuentros y omisiones, sino también una creciente conflictividad social entre los diversos actores sociales, que tradicionalmente hacían uso del espacio público.

A través de un video, el Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación de Naciones Unidas, Clément Nyaletsossi Voule, expuso que este Informe Temático responde a la demanda del movimiento que las mujeres han tenido para alcanzar una sociedad igualitaria e inclusiva.

Subrayó que el derecho a la libertad de reunión y asociación pacífica es un derecho fundamental que permite la exigibilidad de cambios y la defensa de los derechos humanos, incluida la lucha en contra de la desigualdad y la búsqueda de la justicia. El movimiento feminista en México, reconoció, ha sido de gran importancia para impulsar los derechos y la transformación política, económica y social a lo largo de los años.

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En tanto, La Directora General de Quejas y Atención Integral de la CDHCM, Nuriney Mendoza Aguilar, destacó que en 2021, dijo, acudió a la CDHCM un grupo de mujeres pertenecientes a dichas colectivas, quienes durante varias reuniones señalaron que realizaban protestas sociales en diversos puntos de la Ciudad, entre ellos el Sistema de Transporte Colectivo Metro, para visibilizar las diversas violencias de las que son receptoras, así como mostrar una alternativa para lograr la autonomía económica.

El Informe Temático, indicó, se desarrolla principalmente en tres apartados: 1) elementos contextuales como la economía comunitaria, solidaria y autogestiva; 2) el surgimiento de la protesta feminista contra la violencia económica en la Ciudad de México desde el año 2015 y la transformación discursiva del movimiento; y 3) los derechos humanos que convergen en dicha expresión política.

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