San Judas ve a Jesús, San Judas escucha a Jesús, San Judas ve un grupo de gente que acompaña a Jesús, San Judas decide pertenecer a ese grupo, la gracia de Dios lo ha tocado. Pertenecer a un grupo es compartir una serie de ideales que acepta como valederos, es cumplir una tarea que en el grupo se le ha encargado. En este grupo es Jesús el que dirige, el que señala la ideología, el que reparte tareas. Antes de elegir el grupo de Jesús, San Judas, tenía otros compañeros, tenía otras tareas. Ahora mientras anda con Jesús le secunda en el trabajo. Cumplidor convencido, comprometido, escucha, vive y atiende a la tarea que se va ofreciendo en ese peregrinar entre la gente que acudía a Jesús. Esa gente buscaba probablemente su salud corporal pero junto con el auxilio a esos males recibe el impulso de salud espiritual, un voltearles la mirada hacia Dios.
Cuando muere Jesús los doce apóstoles (San Judas uno de ellos), continúan su tarea van esparciéndose a diferentes partes del mundo. Cuando muere San Judas va al cielo a descansar en el Señor, pero muchos de los nuevos cristianos se fueron sintiendo en confianza de acudir a Dios a través de San Judas. Llegan las multitudes confiadas ante él, y él los consuela, los fortalece y cuando Dios lo ve conveniente les consigue el milagro de su salud.
Nosotros somos del grupo de Jesús, si le cumplimos al lado de San Judas seremos buenos cumplidores. Con San Judas tendremos luz, consuelo, fortaleza para, en el grupo, ser de los “buenos”.
EGS