/ domingo 2 de julio de 2023

Cacomixtles se dejan ver más en la CDMX

Expertas destacan que estos animales se acercan a zonas urbanas para comer ratas, por ejemplo

Desde 2021 el avistamiento de cacomixtles es más frecuente no sólo en alcaldías con regiones naturales como Tlalpan, Xochimilco o Milpa Alta, también en zonas totalmente pavimentadas o con pocas áreas verdes como Iztapalapa o Benito Juárez, porque en ellas encuentran más alimento.

De acuerdo con el portal Naturalista, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en el primer semestre de 2021 hubo 130 avistamientos, en 2022 subió a 142 y en lo que va de 2023 ya suman 170. El alza es de 30.7 por ciento entre 2021 y 2023.

El incremento también fue detectado por el proyecto Vecinos Nocturnos, coordinado por la investigadora Claudia Moreno como parte del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También indaga a murciélagos en la capital.

De 2019 a junio de 2021, las biólogas Lizeth Tzinzun y Paula Espino, encargadas de recopilar, analizar y depurar los avistamientos reportados en redes sociales, para evitar duplicados, contabilizaron 789 casos en las 16 alcaldías.

“Si bien tuvimos más registros en la parte sur de la ciudad, que es Tlalpan, Xochimilco y Coyoacán, también había varias en Iztapalapa, en Benito Juárez, que son totalmente urbanizadas o donde hay muy pocas áreas verdes.

“Sí percibimos que de unos años para acá se ha encontrado más a estos mamíferos dentro de la ciudad, de hecho, una pregunta de este proyecto es ¿qué pasó o qué hizo que los cacomixtles estén cada vez en lugares más urbanos? Platicando con las personas nos dicen que no veían a este animal hace 10 años y que apenas lo comenzaron a ver, hace cinco o tres”, señaló Lizeth Tzinzun a El Sol de México.

El cacomixtle es una especie endémica de la Zona Metropolitana del Valle de México, de la familia de los mapaches y coatís. Este mamífero es nocturno y trepador, por lo que prefiere estar en los árboles.

Las biólogas destacaron que la población, en general, actúa con prudencia si encuentra a los ejemplares, pues es precavida, no intenta capturarlos y llama a autoridades capacitadas. Si los animales están heridos o en peligro lo viable es llamar a la Brigada de Vigilancia Animal (BVA), perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

“En mi jardín hay un cacomixtle (que) vive en un árbol, en la noche baja al jardín y como tengo conejos se pone a corretearlos (...). También el caco juega con un trapo que encuentra tirado y rompió mi calcetín”, escribió una usuaria de Facebook al proyecto de la UNAM.

“He visto un par en la alcaldía Benito Juárez, vive en la manzana y creo que convive con los gatos de la calle”, fue otro comentario en esa red social.

De acuerdo con el comandante operativo de la dirección general de la BVA, Ismael Armando García Valdez, en los últimos años la brigada recibe un reporte diario sobre cacomixtles y zarigüeyas.

Comentó que uno de los riesgos que tienen los cacomixtles en las zonas urbanas es quedar atrapados en botes de basura o en áreas en las cuales los vecinos tienen sus desechos orgánicos.

García Valdez dijo a este diario que el manejo de los cacos es fácil y práctico, porque no son agresivos, pero llamó a la población a que, si ubica a alguno, no lo capture.

RESTAURANTE URBANO

El crecimiento de la mancha urbana y las invasiones de hábitats naturales hace que algunas especies de animales a desplazarse al centro de esa área que no ha sido invadido ni sufrido afectaciones.

El caso de los cacomixtles es diferente, pues son tranquilos y suelen invadir las zonas urbanas cercanas a las áreas naturales.

Actualmente se atreven a salir más, principalmente porque en esas zonas hallan más alimento, señaló la académica del Instituto de Ecología de la UNAM, Gabriela Jiménez.

“(Los cacomixtles) se adaptan más a las condiciones urbanas y, dicho sea de paso, también a los humanos, lo cual no quiere decir que puedan ser mascotas”, aclaró la especialista en entrevista.

Lizeth Tzintzun expuso que los cacomixtles en su entorno natural se alimentan de mamíferos, plantas e insectos. En la Ciudad de México, parte de su alimentación son ratas, ratones y cucarachas, por lo tanto, los cacomixtles son controladores de plagas.

Los cacos ayudan a disminuir los daños en las semillas de los árboles causados por insectos y otros animales, porque éstos son parte de su dieta.

De acuerdo con especialistas, este animal tiene la ventaja de no transmitir enfermedades y, si está cerca de sus hábitats no tiene pulgas ni parásitos.

Paula Espino resaltó que los capitalinos aceptan la presencia de los animales y no atentan contra ellos, pero hay quienes reportan afectaciones a sus intereses por la presencia del caco cerca de sus casas, ya que podrían pelearse con mascotas u orinarse en los jardines.

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“Hay aceptación por parte de las personas, pero hay quienes empiezan a verse afectados, porque el olor de su orina les molesta, o sea dicen: ‘no le voy a hacer mal al animal, pero sí me molesta’. También que se peleen con mascotas ha empezado a afectar”, indicó.

Las expertas pidieron a la población que, en caso de ubicar a un caco, no lo alimenten ni traten de adoptarlo, pues al no estar en contacto con otros ejemplares podría presentar algunos problemas de salud como depresión.

Desde 2021 el avistamiento de cacomixtles es más frecuente no sólo en alcaldías con regiones naturales como Tlalpan, Xochimilco o Milpa Alta, también en zonas totalmente pavimentadas o con pocas áreas verdes como Iztapalapa o Benito Juárez, porque en ellas encuentran más alimento.

De acuerdo con el portal Naturalista, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en el primer semestre de 2021 hubo 130 avistamientos, en 2022 subió a 142 y en lo que va de 2023 ya suman 170. El alza es de 30.7 por ciento entre 2021 y 2023.

El incremento también fue detectado por el proyecto Vecinos Nocturnos, coordinado por la investigadora Claudia Moreno como parte del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También indaga a murciélagos en la capital.

De 2019 a junio de 2021, las biólogas Lizeth Tzinzun y Paula Espino, encargadas de recopilar, analizar y depurar los avistamientos reportados en redes sociales, para evitar duplicados, contabilizaron 789 casos en las 16 alcaldías.

“Si bien tuvimos más registros en la parte sur de la ciudad, que es Tlalpan, Xochimilco y Coyoacán, también había varias en Iztapalapa, en Benito Juárez, que son totalmente urbanizadas o donde hay muy pocas áreas verdes.

“Sí percibimos que de unos años para acá se ha encontrado más a estos mamíferos dentro de la ciudad, de hecho, una pregunta de este proyecto es ¿qué pasó o qué hizo que los cacomixtles estén cada vez en lugares más urbanos? Platicando con las personas nos dicen que no veían a este animal hace 10 años y que apenas lo comenzaron a ver, hace cinco o tres”, señaló Lizeth Tzinzun a El Sol de México.

El cacomixtle es una especie endémica de la Zona Metropolitana del Valle de México, de la familia de los mapaches y coatís. Este mamífero es nocturno y trepador, por lo que prefiere estar en los árboles.

Las biólogas destacaron que la población, en general, actúa con prudencia si encuentra a los ejemplares, pues es precavida, no intenta capturarlos y llama a autoridades capacitadas. Si los animales están heridos o en peligro lo viable es llamar a la Brigada de Vigilancia Animal (BVA), perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

“En mi jardín hay un cacomixtle (que) vive en un árbol, en la noche baja al jardín y como tengo conejos se pone a corretearlos (...). También el caco juega con un trapo que encuentra tirado y rompió mi calcetín”, escribió una usuaria de Facebook al proyecto de la UNAM.

“He visto un par en la alcaldía Benito Juárez, vive en la manzana y creo que convive con los gatos de la calle”, fue otro comentario en esa red social.

De acuerdo con el comandante operativo de la dirección general de la BVA, Ismael Armando García Valdez, en los últimos años la brigada recibe un reporte diario sobre cacomixtles y zarigüeyas.

Comentó que uno de los riesgos que tienen los cacomixtles en las zonas urbanas es quedar atrapados en botes de basura o en áreas en las cuales los vecinos tienen sus desechos orgánicos.

García Valdez dijo a este diario que el manejo de los cacos es fácil y práctico, porque no son agresivos, pero llamó a la población a que, si ubica a alguno, no lo capture.

RESTAURANTE URBANO

El crecimiento de la mancha urbana y las invasiones de hábitats naturales hace que algunas especies de animales a desplazarse al centro de esa área que no ha sido invadido ni sufrido afectaciones.

El caso de los cacomixtles es diferente, pues son tranquilos y suelen invadir las zonas urbanas cercanas a las áreas naturales.

Actualmente se atreven a salir más, principalmente porque en esas zonas hallan más alimento, señaló la académica del Instituto de Ecología de la UNAM, Gabriela Jiménez.

“(Los cacomixtles) se adaptan más a las condiciones urbanas y, dicho sea de paso, también a los humanos, lo cual no quiere decir que puedan ser mascotas”, aclaró la especialista en entrevista.

Lizeth Tzintzun expuso que los cacomixtles en su entorno natural se alimentan de mamíferos, plantas e insectos. En la Ciudad de México, parte de su alimentación son ratas, ratones y cucarachas, por lo tanto, los cacomixtles son controladores de plagas.

Los cacos ayudan a disminuir los daños en las semillas de los árboles causados por insectos y otros animales, porque éstos son parte de su dieta.

De acuerdo con especialistas, este animal tiene la ventaja de no transmitir enfermedades y, si está cerca de sus hábitats no tiene pulgas ni parásitos.

Paula Espino resaltó que los capitalinos aceptan la presencia de los animales y no atentan contra ellos, pero hay quienes reportan afectaciones a sus intereses por la presencia del caco cerca de sus casas, ya que podrían pelearse con mascotas u orinarse en los jardines.

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“Hay aceptación por parte de las personas, pero hay quienes empiezan a verse afectados, porque el olor de su orina les molesta, o sea dicen: ‘no le voy a hacer mal al animal, pero sí me molesta’. También que se peleen con mascotas ha empezado a afectar”, indicó.

Las expertas pidieron a la población que, en caso de ubicar a un caco, no lo alimenten ni traten de adoptarlo, pues al no estar en contacto con otros ejemplares podría presentar algunos problemas de salud como depresión.

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