La intervención integral que se realiza en la barranca Tacubaya es inédita ya que incluye distintos componentes basados en el trabajo comunitario, la educación ambiental y el uso de una serie de ecotecnias, explicó Rafael Obregón Viloria, director General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental en la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) capitalina.
“Trabajamos con la comunidad, platicamos con la gente, con los vecinos para poder generar un proceso de educación ambiental que nos permita evitar descargas domiciliarias hacia la barranca, que no arrojen residuos sólidos, y mediante una serie de ecotecnias, a través de biodigestores e hidroseparadores, estamos limpiando el agua de manera paulatina”, abundó.
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Al recorrer la barranca Tacubaya, Rafael Obregón mencionó que todo este trabajo “lo vamos acompañando de toda una estrategia también de conservación de suelos y de revegetación en las laderas, lo que nos permite tener una mayor estabilidad en el sitio e ir recuperando lo que es la vegetación natural de un espacio como esta barranca”.
El objetivo es generar condiciones para poder reusar el agua superficial, encontrando cuáles son las múltiples descargas que contamina la barranca, para poderlas sanear, limpiarlas a través de biodigestores, a través de hidroseparadores, y una serie de técnicas que nos permiten empezar a limpiar, lo cual se empieza profundizar en la medida en que también vamos asociando estas aguas con humedales, o sea limpiando a través de la vegetación natural.
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Consideró que, en la medida en que avance esta intervención integral, el agua superficial que baja por la barranca podrá llegar a la presa en mejores condiciones, “en condiciones a las cuales podemos nosotros aspirar a utilizarla, esa es la idea y es la meta”.
El director General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental explicó que “en la medida en la que vamos saneando el río, limpiando el agua, vamos también recuperando la vegetación y con eso la biodiversidad del sitio. Lo que aspiramos es que con este trabajo integral y muy de cerca con la ciudadanía vayamos dando pasos firmes para poder tener agua lo más limpia posible, para poder usarla para el beneficio de la ciudad, para el riego de áreas verdes, para la limpieza de calles y la enorme posibilidad de no dejarla que se vaya al drenaje, si no tener esa posibilidad de reutilizarla”.
Por lo tanto, dijo, “nosotros decimos que este trabajo no solamente es nuevo, es inédito y nos plantea todo un nuevo paradigma para el manejo de las aguas superficiales en el poniente de la ciudad, a través de sus barrancas, y que mucho tiene que ver con el futuro de la ciudad, porque en la medida en que logremos nuestras metas vamos a poder dar una aportación importante para utilizar el agua que llueve, el agua que escurre en la Ciudad de México”.
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