El confinamiento por la pandemia de Covid-19 provocó un crecimiento de trastornos afectivos y ansiosos en niños, niñas y adolescentes, coincidieron los doctores Martha Araceli Zanabria Salcedo y Pablo Adolfo Mayer Villa, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Hubo muchos duelos que enfrentar, resignificar los vacíos de las personas queridas y esos espacios que se perdieron; el presente fue con incertidumbre y poca claridad para el futuro”, afirmó Zanabria Salcedo en su participación en la mesa Les hijes de la pandemia: Sentimientos, derechos y adaptación de las infancias como parte del ciclo Nuevas normalidades: Experiencias, retos y soluciones para una nueva era post-pandemia.
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La académica del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco explicó una estrategia implementada en diciembre de 2020 en la que se contactó a niñas y niños escolares, conocidos, familiares y vecinos de los alumnos y alumnas de la Licenciatura en Psicología para conocer cómo estaban viviendo el confinamiento y las medidas de protección.
Alrededor de 30 niñas y niños de primero a quinto año de primaria, de entre 6 y 11 años de edad, relataron a través de dibujos sus diferentes experiencias y pensamientos durante el confinamiento.
Explicó que en 2020 se había difundido la idea equivocada de que el virus afectaba poco a la niñez o adolescencia; para agosto había 12 mil 365 casos positivos reportados concentrados en Ciudad de México, Estado de México y Guanajuato, afectando principalmente a las edades de 12 a 17 años, con 192 fallecidos, indicó.
“El hogar, la escuela, la convivencia contextual y el juego se vieron traslapados abruptamente, cambiaron las reglas, los ritmos de vida; los maestros, padres de familia y escolares estuvieron en gran desconcierto, lo que marcó un antes y un después de la pandemia y el ahora se volvió cambiante, tuvieron que adaptar sus espacios con el riesgo de contagiarse o de perder la vida y lo más difícil que han tenido que soportar son los contagios de padres, abuelos, tíos o primos”, añadió.
Mayer Villa sostuvo que la duración del confinamiento provocó la aparición de problemas de salud mental en toda la población a nivel mundial, con una mayor prevalencia en los menores de 25 años.
“México, Centroamérica y Sudamérica son de los lugares más golpeados porque también fueron de los más afectados por el Covid-19, donde hubo mayor número de tasas de mortalidad y de contagio, y donde podía haber importante incertidumbre acerca del acceso a la información”, consideró el profesor del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Lerma.
De junio de 2020 a junio de 2021 se hizo una encuesta en línea con un método de bola de nieve, es decir, con datos demográficos, áreas de impacto de la pandemia y estrategias de enfrentamiento.
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Así se obtuvo una muestra de 4,025 personas de 25 países con prevalencia de ansiedad generalizada de 7.5 por ciento; depresión mayor de 13.9 por ciento, y 30 por ciento de comorbilidad en escolares, adolescentes y universitarios menores de 24 años.
También “encontramos que ser mujer era un gran factor de riesgo para poder ser diagnosticada con ansiedad, depresión o ambos y más en los universitarios y las adolescentes”, expuso.
El doctor Mayer Villa hizo énfasis en que deben generarse programas de atención a la salud mental y prevención durante la presente pandemia que aún existe, así como una oportuna detección de los trastornos ansiosos y depresivos en toda la población con énfasis en los grupos más vulnerables, como es el caso de los adolescentes y las mujeres.
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