El encarecimiento de la fruta piñatera, dulces y colaciones, así como la inseguridad han provocado que cada día sea menos frecuente la realización de posadas, tradición que corre el riesgo de desaparecer.
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La venta de piñatas, dulces para la colación y fruta piñatera registra en los mercados y comercio popular una caída de alrededor del 50%, informó Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño).
Las posadas arrancan formalmente a partir del día 16 de diciembre y concluyen el día 24, porque es un novenario, explicó Gerardo López al recordar que durante los años de pandemia, el 2020 y 2020 se dejaron de realizar este tipo de celebraciones, debido a la sana distancia y confinamiento, por lo que consideró que sea muy probable que este 2022 sea un tercer año sin posadas.
Explicó que el tema de la pandemia impactó severamente la organización de eventos masivos, no solo de índole familiar, sino también vecinal y comunitario, ya que en diversas colonias y barrios, son los propios vecinos los que se ponían de acuerdo para organizar una posada tradicional, con piñata, reparto de colación (dulces y fruta), así como servir a todos los invitados el tradicional ponche.
“Ahora que ya salimos de la pandemia, lo que vemos es que la organización de posadas ha desaparecido prácticamente, ya no se llevan a cabo ni en las parroquias, ni en las colonias populares ni en los barrios”, comentó Gerardo López.
Desembolso fuerte
Si bien, ya no es tanto el tema de pandemia, ahora en este 2022 lo que estamos viendo es lo caro que resulta comprar todos los artículos y productos propios de una posada, como son: dos o tres piñatas (sencillas) con un costo de alrededor de 100 a 180 pesos, fruta piñatera como tejocote, caña de azúcar, cacahuates, mandarinas y jícamas pequeñas.
Para la organización de la posada también se debe considerar el reparto de colación y aguinaldos para los niños, que consiste en la entrega de bolsitas con dulces y galletas; sin embargo, indicó que actualmente una bolsa grande de dulces piñatero que costaba entre 120 o 150, ahora ya rebasó los 200 pesos, mientras que una caja de galletas que costaba 20 o 25 pesos ahora cuesta entre 35 y 40 pesos.
“Estamos viendo que la inversión que se requiere para organizar una posada a la que asisten 15 o 20 niños representa un desembolso bastante fuerte, por lo que en colonias populares, barrios y las mismas parroquias son muy pocas las posadas que se llegan a organizar”, indicó López Becerra.
Para que la temporada de posadas no pase desapercibida, muchas parroquias han anunciado a sus feligreses que se llevará a cabo durante esos nueve días la lectura del Rosario, que es una parte de la religión católica muy importante, pero ya sin las celebraciones tradicionales que acompañan estas fechas.
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Baja venta
“Estamos viendo una baja sustancial en la compra de artículos y productos para la organización de posadas de hasta un 50%”, indicó López Becerra al señalar que la venta de piñatas que hay se debe a la organización de posadas en algunas escuelas o familias.
“La venta de piñatas que tenemos ahorita está más relacionada con el ornato; es decir, como un artículo de decoración para los negocios, oficinas o los hogares, pero no para romperla como establece la tradición de las posadas”, explicó.
El líder de ConComercio señaló que además del encarecimiento de los productos, otro factor que ha afectado la realización de posadas es la inseguridad, toda vez que colonias y barrios populares de la zona centro de la Ciudad de México, así como de la zona conurbada, ya no hacen este tipo de festividades por lo peligroso que resulta salir después de las 7 de la noche.
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