La banda de rock Caifanes es una de las más exitosas que nuestro país ha tenido y a pesar de haber contado con sólo cuatro discos de estudio durante sus 8 años de trayectoria, cambiaron para siempre la escena del género en México con sus múltiples éxitos.
Desde 1988, año en el que lanzaron su disco debut, hasta 1995 que se separaron, fueron los líderes en ventas de discos y en convocatoria a conciertos muy lejos de cualquier artista y para muestra, están sus legendarios conciertos en el Auditorio Nacional, el Palacio de los Deportes a lado de Soda Stereo e incluso, la explanada de la alcaldía Venustiano Carranza, en donde la convocatoria fue tal que la tocada estuvo a nada de terminar en tragedia.
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Aquel magno evento será recordado por la mala organización aquel domingo 19 de febrero de 1995 cuando grupo Radio Centro organizó el concierto y la estación 97.7 lo promocionó a más no poder para aprovechar que los Caifanes recientemente habían lanzado el que sería su último disco, El Nervio del Volcán.
Recordemos que en enero de ese año los Caifanes abrieron los dos conciertos que los Rolling Stones dieron en la CDMX, por lo que la banda gozaba de su punto más alto de popularidad.
Los organizadores escogieron el mediodía para el concierto para que la logística fuera mucho más fácil y así mantener en todo momento control y seguridad tanto para asistentes y miembros del staff de la banda, sin embargo, las 50 mil personas que se dieron cita aquel domingo superaron las expectativas que se tenían y ahí comenzaron los problemas.
Primero, miles de personas, hartas de la espera y el calor, decidieron comenzar a presionar a los organizadores para que el concierto se adelantara, cosa que no les pareció mala idea a los encargados, pues al ver que la plaza de la entonces delegación estaba llena, creían que sería mejor iniciar temprano, pero fue un grave error.
Caifanes comenzó a tocar en punto de las 11 am con Será por Eso y fue ahí cuando el descontrol comenzó, pues la gente al enterarse que el concierto se adelantó, muchos llegaron a las prisas molestos e inconformes, pues ya habían planeado llegar al mediodía.
Luego de que la banda terminó antes de lo esperado el concierto, miles de personas comenzaron a aventar de todo al escenario y a agredir a los miembros de seguridad por el enojo de no haber podido ver el evento completo.
El descontrol fue tal, que la policía intervino lanzando agua contra los asistentes e incluso gas lacrimógeno, pues para ese entonces, miles de personas corrían del lugar en medio del caos mientras una camioneta de 97.7 fue incendiada y cientos de personas resultaron heridas.
A raíz de dicho evento los conciertos masivos públicos quedaron prohibidos durante varios años y fue así como el concierto de Caifanes en la Venustian Carranza pasó a la historia, sin embargo, ya hablando solamente de las canciones, la banda, como era costumbre, dio cátedra arriba del escenario, mostrando porque hasta hoy, son considerados la mejor banda de rock mexicano en la historia.
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