/ jueves 24 de noviembre de 2022

#SOY | El polémico brazalete LGBT+ en el Mundial

El brazalete en apoyo a la comunidad se convirtió en motivo de polémica, luego de que la FIFA impidiera a los capitanes de las selecciones europeas llevarlo en los partidos en Qatar

El brazalete arcoíris en apoyo a la comunidad LGBT+ se convirtió en motivo de discordia en el Mundial, luego de que la FIFA impidiera a los capitanes de las selecciones europeas que lo llevaran en los partidos en Qatar, donde las relaciones homosexuales están prohibidas.

La Copa del Mundo quedó marcada por esta cuestión tras las declaraciones de Gianni Infantino de "hoy me siento gay" y la decisión tomada días después de impedir a los jugadores de selecciones europeas que llevaran el brazalete "One love" en apoyo a las personas LGBT+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, 'queer' y otros).

El mensaje oficial de las autoridades cataríes es que "todo el mundo es bienvenido" en el emirato, a pesar de que sus conservadoras leyes prohíban las relaciones homosexuales y adúlteras.

El conservadurismo islámico del país quedó patente cuando a varios espectadores les requisaron camisetas y sombreros arcoíris en los controles de acceso al estadio en que se disputó el partido entre Estados Unidos y Gales, que terminó en empate de 1 a 1 el martes por la noche.


Un símbolo prohibido

"Mientras hacíamos fila, vimos cómo algunas personas que llevaban un sombrero arcoíris", símbolo de la asociación galesa de aficionados LGBT+ Rainbow Wall, "tuvieron que quitárselo", explicó a la cadena ITV News Laura McAlister, ex capitana de la selección galesa de fútbol y que actualmente forma parte del comité ejecutivo de la federación de fútbol de su país.

Rainbow Wall difundió en las redes sociales un video en el que se ve a la ex capitana intentando entrar con ese sombrero y a un agente de seguridad obligándole a quitárselo.

"Dijeron que (...) era un símbolo prohibido y que no estábamos autorizados a llevarlo dentro del estadio", detalló McAllister, quien escondió el sombrero dentro de su mochila y pudo ponérselo dentro del estadio. "Fue una pequeña victoria moral", comentó.

La federación galesa dijo estar "muy decepcionada" y afirmó que "abordaría esta cuestión directamente con la FIFA".

Contactados por la agencia AFP, ni la FIFA ni el Comité supremo de organización quisieron comentar sobre el incidente.


Alex Scott sí se lo puso

La periodista estadounidense Grant Wahl, antes del partido, dijo en Twitter que agentes de seguridad la tuvieron retenida por llevar puesta una camiseta con los colores del arcoíris.

Mientras tanto, Alex Scott, ex futbolista del Arsenal y actualmente analista para la BBC, mostró un brazalete de "One Love" durante la retransmisión en directo del partido entre Inglaterra e Irán.

La FIFA mantiene una errática posición sobre esta cuestión, ya que afirma ser una organización "que apoya a la comunidad LGBT+", pero al mismo tiempo ha amenazado a los jugadores con sancionarlos deportivamente si lucen el brazalete arcoíris.

"Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante", dijo el sábado Infantino en un criticado discurso.

La polémica terminó de estallar cuando el lunes se decidió prohibir que los futbolistas llevaran el brazalete en la cancha.

La selección alemana está "muy descontenta" por no poder llevarlo, pues simboliza la libertad y la diversidad, declaró este martes el seleccionador alemán Hansi Flick.

De hecho, la federación de fútbol de Alemania amenazó con denunciar a la FIFA por este asunto.

La UEFA, confederación del fútbol europeo, también mostró una posición ambigua sobre los derechos de las personas LGBT+ durante la Eurocopa del 2021.

En esa ocasión, mientras presumía de ser una organización inclusiva, impidió que el estadio Allianz de Múnich se iluminara con los colores del arcoíris antes de un partido de la selección alemana contra Hungría, cuyo gobierno impulsó una serie de leyes homófobas.

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La Copa del Mundo quedó marcada por esta cuestión tras las declaraciones de Gianni Infantino de "hoy me siento gay" y la decisión tomada días después de impedir a los jugadores de selecciones europeas que llevaran el brazalete "One love" en apoyo a las personas LGBT+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, 'queer' y otros).

El mensaje oficial de las autoridades cataríes es que "todo el mundo es bienvenido" en el emirato, a pesar de que sus conservadoras leyes prohíban las relaciones homosexuales y adúlteras.

El conservadurismo islámico del país quedó patente cuando a varios espectadores les requisaron camisetas y sombreros arcoíris en los controles de acceso al estadio en que se disputó el partido entre Estados Unidos y Gales, que terminó en empate de 1 a 1 el martes por la noche.


Un símbolo prohibido

"Mientras hacíamos fila, vimos cómo algunas personas que llevaban un sombrero arcoíris", símbolo de la asociación galesa de aficionados LGBT+ Rainbow Wall, "tuvieron que quitárselo", explicó a la cadena ITV News Laura McAlister, ex capitana de la selección galesa de fútbol y que actualmente forma parte del comité ejecutivo de la federación de fútbol de su país.

Rainbow Wall difundió en las redes sociales un video en el que se ve a la ex capitana intentando entrar con ese sombrero y a un agente de seguridad obligándole a quitárselo.

"Dijeron que (...) era un símbolo prohibido y que no estábamos autorizados a llevarlo dentro del estadio", detalló McAllister, quien escondió el sombrero dentro de su mochila y pudo ponérselo dentro del estadio. "Fue una pequeña victoria moral", comentó.

La federación galesa dijo estar "muy decepcionada" y afirmó que "abordaría esta cuestión directamente con la FIFA".

Contactados por la agencia AFP, ni la FIFA ni el Comité supremo de organización quisieron comentar sobre el incidente.


Alex Scott sí se lo puso

La periodista estadounidense Grant Wahl, antes del partido, dijo en Twitter que agentes de seguridad la tuvieron retenida por llevar puesta una camiseta con los colores del arcoíris.

Mientras tanto, Alex Scott, ex futbolista del Arsenal y actualmente analista para la BBC, mostró un brazalete de "One Love" durante la retransmisión en directo del partido entre Inglaterra e Irán.

La FIFA mantiene una errática posición sobre esta cuestión, ya que afirma ser una organización "que apoya a la comunidad LGBT+", pero al mismo tiempo ha amenazado a los jugadores con sancionarlos deportivamente si lucen el brazalete arcoíris.

"Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante", dijo el sábado Infantino en un criticado discurso.

La polémica terminó de estallar cuando el lunes se decidió prohibir que los futbolistas llevaran el brazalete en la cancha.

La selección alemana está "muy descontenta" por no poder llevarlo, pues simboliza la libertad y la diversidad, declaró este martes el seleccionador alemán Hansi Flick.

De hecho, la federación de fútbol de Alemania amenazó con denunciar a la FIFA por este asunto.

La UEFA, confederación del fútbol europeo, también mostró una posición ambigua sobre los derechos de las personas LGBT+ durante la Eurocopa del 2021.

En esa ocasión, mientras presumía de ser una organización inclusiva, impidió que el estadio Allianz de Múnich se iluminara con los colores del arcoíris antes de un partido de la selección alemana contra Hungría, cuyo gobierno impulsó una serie de leyes homófobas.

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