Fue un parteaguas en la lucha libre, desde que surgió el personaje de Místico, puso a la lucha libre de moda, algunos dejaron de verla como el patito feo de los deportes, impuso un estilo que muchos luchadores trataron de seguir.
Su nombre trascendió más allá de nuestras fronteras, por mencionar, los Estados Unidos, Japón, España, China. Y es que el pasado 18 de junio Carístico celebró un año más de trayectoria, compartiendo anécdotas y vivencias con la prensa esperando el momento del regreso, pero aguantar un poco por el incremento de contagios y muertes.
El conocido como “el rey de plata y oro”, ha sido un luchador muy inquieto, trabajador y con muchas ideas en la cabeza, tiene en proyecto lanzar un libro para que los aficionados puedan conocer de primera mano su historia.
Quienes lo conocen, saben que es un luchador que apoya a las nuevas generaciones y que le tiene un respeto a las leyendas de este gran deporte.
Desde su paso con el nombre de Astro Boy y con la instrucción de Tony Salazar un hombre que siempre creyó en él, pero también lo presionó para mejorar. Sin embargo, recordó que su padre el Dr Karonte aún era más fuerte pues consideraba que todavía le faltaba para llegar a la Arena México, pues era muy exigente. Pero en esta historia, su madre fue quien lo impulsó a seguir su sueño.
Cuando recién se dio a conocer, nadie mencionaba nada, pero cuando comenzó a despuntar y a difundirse su nombre, salieron muchos propietarios de nombre, maestros y anexas. En el ring, la situación era otra, ¿miedo?, claro, había luchadores que tenían trayectoria que quisieron ponerle una piedra en el camino, le daban unas golpizas que lo hacían sufrir. Y tuvo que aprender a no dar la espalda a su rival y a responder, conforme le tocaban los golpes.
Se dijo que había muchos místicos, es más, se llegó a comentar que hasta sus compañeros se presentaban en otras arenas. Y no. Realmente en ese tiempo Carístico tuvo que moverse de una arena a otra. Cuando subía al ring de una arena, ya estaba otra persona esperándolo para correr a otro compromiso, pero no faltó gente que quería perjudicarlo, y solo los verdaderos aficionados supieron que él paso por una gran destreza por el ritmo de trabajo.
(EGS)
