De poco sirvió el despliegue de 800 policías en los alrededores del Estadio Diego Armando Maradona, en Nápoles, Italia, durante el partido de octavos de final de la Champions League entre las escuadras del Napoli y el Frankfurt de Alemania, encuentro deportivo que se vio empañado por la violencia generada entre aficionados radicales, que también son conocidos como “ultras”.
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El despliegue policial inició desde la noche previa al partido de vuelta de los octavos de final, cuando los pocos aficionados del Eintracht Frankfurt arribaron a la ciudad de Nápoles, esto pese a la restricción que les impedía acceder al estadio.
Fue durante horas previas al inicio del encuentro futbolístico que la facción 'ultra' del equipo germano se enfrentó contra la policía que le escoltaba desde esta mañana, lo que generó disturbios que afectaron a los comercios locales, algunos de estos terminaron incendiados al igual que un coche de policía y contenedores de basura.
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De acuerdo a información de agencias también se registraron enfrentamientos con la facción radical del Nápoles, lo que derivó en el traslado bajo custodia policial de los aficionados alemanes hacia los hoteles en los que se hospedan.
La tensión generada por este duelo de la Champions League motivó a que el Delegado de Gobierno de Nápoles prohibiera la venta de entradas a aficionados alemanes residentes en Fráncfort, decisión que no gustó nada a un club alemán que emitió un comunicado de prensa en contra de la medida.
Con información de EFE
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