/ viernes 7 de abril de 2017

CRIMEN Y SUICIDIO EN EL CASO DE LOS AMANTES DEL OPEL

LUIS FRANCISCO MACÍAS

ARCHIVOS SECRETOS DE POLICÍA

CRIMEN Y SUICIDIO EN EL CASO DE LOS AMANTES DEL OPEL

QUISO ARROJARSE AL VACÍO GUAPA TURISTA

El miércoles 25 de julio de 1962 se publicó que guapa turistaiba a arrojarse del Hotel Bamer, lo que provocó tensión ytremenda movilización en Avenida Juárez. Jane Ingleworth,oficinista de Bayton, Ohio, intentó arrojarse un día antes.

La escultural rubia, de 23 años de edad, desde el domingo (22de julio) era huésped del conocido hotel; a su llegada se mostróbastante reservada y en varias ocasiones fue vista sola en el bar yparecía estar muy preocupada.

Jane salió de su cuarto -el número 1403- por la ventana ycaminó sobre la cornisa.

Permaneció casi 25 minutos recargada contra la pared, con losbrazos abiertos en cruz, atrayendo la atención de lostranseúntes. Lo único que decía Jane era: “déjenme, porfavor... estoy cansada y enferma de vivir”...

Precisamente a la hora en que mayor tránsito de peatones yautomóviles se registraba en Avenida Juárez (13:30) fue laelegida por Jane para intentar suicidarse. Sin embargo, la joven semostró indecisa y aceptó regresar a su habitación, después deescuchar las palabras del gerente del hotel, Jorge HidalgoCarrillo, y del señor Raúl Fournier, uno de los clientes asiduosde ese lugar.

Mientras, más de un centenar de personas se detenían en laacera norte de Avenida Juárez esperando el salto mortal de Jane.Los señores Hidalgo, Fournier y dos camaristas, vivían momentosde tensión. Para entonces ya se había dado la orden de detenerlos elevadores en el piso 14. Y nadie pensó que Jane Ingleworthaceptaría la “invitación para volver a nacer”.

En la mente de todos estaba que la muchacha iba a ejecutar elsalto y correría la misma suerte que la canadiense Jean Mary Ward,quien la tarde del domingo 6 de noviembre de 1960, se arrojó alvacío desde ese mismo hotel. (Tenía 22 años de edad y quesufría una decepción amorosa. Su cuerpo se estrelló entoncescontra un pequeño automóvil. Jean ocupaba la habitación 505 yera secretaria de importante empresa de Los AngelesCalifornia)...

Todos respiraron profundamente cuando Jane empezó a caminar,lenta, pero decididamente hacia la ventana. El señor RaúlFournier no esperó más. Brincó por la ventana, tendió su manoizquierda a Jane mientras la derecha le era sujetada por el señorHidalgo.

Y poco a poco, la gente volvía a su rutina en la transitadaAvenida Juárez, aquella tarde de julio de 1962.

ASESINÓ A SU AMASIA DESPUÉS DE SUICIDÓ, RICO GANADERO

Todo comenzó en 1943 cuando Matilde y Román decidieron seramantes. Procrearon un hijo que era su adoración. Eran nativos deMilpa Alta. Quienes les conocían, aseguraban que se queríanmucho. Nadie criticaba su situación sentimental. Matilde eraprofesora de una escuela secundaria en Xochimilco y se enamoróperdidamente de Román, quien era introductor de ganado y quienolvidó a su familia para vivir en amasiato con la maestra...Pasaron 27 años cuando el destino los colocó en un fatídicoepílogo pasional.

El jueves 23 de abril de 1970 este diario informaba que laprofesora fue muerta a balazos por el acaudalado ganadero, quien sequitó la vida momentos después. Los hechos sucedieron en elinterior del automóvil Opel 1968, que fue encontrado  en lacarretera Milpa Alta-San Agustín Atenco.

Matilde Salomón Amure era hija de árabes. Su hermana Elenadijo al reportero Julio Villarreal:

"Algunas veces pensé seriamente decir a mi hermana que noestaba bien aquella relación, pero llegué a la conclusión de queno debía meterme en vidas ajenas".

Agregó Elena que hacía una semana, Matilde le había dicho contoda seriedad:

"Hermanita, Román quiere dejarme, pero antes que lo haga, ¡lomato!

-Por eso compró una pistola calibre .32 -preguntóVillarreal.

-No -contestó- la pistola era de Román. Cuando escuché quedeseaba matarlo, le dije a Matilde que pensara muy bien las cosasantes de actuar, pues nuestro apellido no debía ser mezclado conasuntos policiacos.

-¿La señora Matilde tenía problemas con Guadalupe Blancas deAudiffred, esposa de Román? -inquirió el reportero.

-No. Nunca tuvieron dificultades. Ignoro por qué razón. Perosé  que jamás riñeron por Román.

¿Cuál fue la causa del crimen y suicidio?

-Lo ignoro, pero supongo que mi hermana y Román discutieronporque éste quería dejarla, después de 27 años de amasiato.

Por su parte, David Salomón, dijo que no creía siquiera queRomán Audiffred Martínez y su hermana Matilde hubiesen sidoasesinados.

El ganadero tenía al morir, 55 años  y la profesora, 45.

EL MACABRO HALLAZGO

Un campesino avisó durante la madrugada del miércoles 22 deabril, a las autoridades de San Agustín Atenco que en el interiordel Opel verde, placas GBG 99, estaban los cadáveres de un hombrey una mujer.

Los amantes muertos estaban frente al volante con la nucarecargada en el asiento, tal como lo muestran las fotografías delmaestro de la lente,  Enrique Metinides.

Román tenía un orificio en el parietal derecho y una pistolacerca de la mano derecha.

La profesora recibió dos tiros casi en el mismo sitio.

El agente del Ministerio Público recogió 160 pesos que llevabaRomán y 195 pesos que en su bolso tenía Matilde.

También recogió un reloj y una libreta del ganadero.

Además, un juego de aretes de oro, una esclava, así como elreloj y anillo, también de oro, que pertenecieron a lamaestra.

Este misterioso caso quedó cerrado y así, de esta forma tantrágica, quedó sellado el secreto que los amantes se llevaron ala tumba acerca de su siniestro fin.

ESCAPÓ JOVENCITA DE SUS AMORES IMPOSIBLES

Hace 49 años este diario informaba a nuestros lectores queguapa joven se suicidó ingiriendo doscientas pastillas defenobarbital disueltas en agua. Una decepción amorosa le causótal crisis nerviosa, que no le permitió encontrar otra solución;la chica pertenecía a una familia de buena posición.

Silvia Luz León Uriarte, de 21 años de edad y madre de unapequeña de tres años, eligió para morir una de las habitacionesdel Hotel Mina, sito en la Colonia Guerrero.

Por la mañana del sábado 28 de julio de 1962, la bella damasalió de su domicilio, en Mundial 25, Colonia Industrial.

Su hermana Blanca y su cuñado Alonso Chacón Cibaja la buscarondurante más de doce horas, hasta que llegaron a la SéptimaDelegación, donde estaba el cadáver de una joven que en vida dijollamarse Aída Gómez.

El cadáver fue hallado en la cama del cuarto 320. Ella vestíaun pantalón tipo pescador rojo a cuadros.

En el piso estaba un par de sandalias y en un mueble unagabardina de fina clase.

En el cuarto de baño, precisamente en el lavabo, estaba un vasode cristal con residuos del polvo de las pastillas.

En otro sitio fueron descubiertos dos frascos -vacíos- concapacidad para cien pastillas de fenobarbital cada uno.

La administración del hotel informó a las autoridades que lajoven había llegado el sábado a las 11:30 horas y dijo llamarseAída Gómez, procedente de Sinaloa; indicó que esperaba lallegada de una persona, misma que llevaría el equipaje de las dos.Se le asignó el cuarto 320.

Pasó la chica por unos momentos a la habitación y más tardesalió, pero antes hizo una llamada telefónica. Silvia Luz (suverdadero nombre) retornó al hotel poco después de las 21:00horas y no volvió a salir.

En la misma habitación se encontró una cartera en la queguardaba los retratos de dos jóvenes cuya identidad sedesconocía, así como el de un hombre maduro; en el reverso de lafotografía de este último aparecía el siguiente texto.

“Para mi Silvia; ojalá que el amor y el cariño que nos hanacido dure eternamente. Siempre tuyo, Agustín”...

EN HOTEL DE LA COLONIA GUERRERO FUE HALLADA SILVIA

También se localizaron fotografías en las que aparecen unosmenores. En un principio se suponía que podían ser sus hijos,pero quedó aclarado que ella sólo procreó a una niña (que enesa fecha tenía tres años).

Al realizarse la inspección ocular se encontró una receta anombre de Silvia León, firmada por el doctor Paul Teuscher; lareceta tenía el membrete del Hospital del Sindicato deTrabajadores del Azúcar, director Jorge Magaña, y se daba comodirección solamente Avenida Ejército Nacional.

Fueron recogidas unas tarjetas de presentación.

En una de ellas estaba escrita la dirección: Benjamín Hillnúmero 14; en otra se leía el nombre “Babis” y la dirección:División del Norte 1318.

En la Sétima Delegación, Mónica León Uriarte y AlonsoChacón Cibaja identificaron plenamente a la joven suicida.

Dijo Mónica que el viernes, 27 de julio, su hermana ya semostraba demasiado nerviosa y acudió a una farmacia cercana a suhogar a comprar unas pastillas; las tomó y parecía estarrepuesta.

Al día siguiente Silvia Luz fue nuevamente a la botica ycompró dos frascos de fenobarbital, de 100 pastillas cada uno.

De ello fue enterada Mónica, ya que sospechó que su hermanaplaneaba algo malo. Pero desde las 10:30 horas del sábado novolvió a tener noticias de ella.

Recorrieron los parientes de Silvia Luz la Procuraduría delDistrito, la Jefatura de Policía, la Cruz Roja, los hospitales dela Cruz Verde; preguntaron en delegaciones y hospitales públicos,pero todo era en vano, no había noticias de ella y la angustiacrecía en el seno familiar.

El domingo 29 de julio se dirigieron por la mañana al HospitalRubén Leñero y procedieron a investigar; hablaron también conuno de los ambulantes que había en el Hotel Mina.

El empleado manifestó a Mónica León que probablemente lajoven encontrada sin vida era la misma que buscaban.

Desafortunadamente en la delegación comprobaron que se tratabade la misma mujer.

Y a decir de sus familiares, las relaciones amorosas que mantuvocon un hombre llamado Gabriel dieron margen para que Silvia Luzoptara por huir de este mundo en aquella forma violenta.

Se epilogaba así, amigo lector, uno más de los dramascotidianos que acontecían en aquella época y que han quedadoregistrados en nuestros archivos policiacos.

LUIS FRANCISCO MACÍAS

ARCHIVOS SECRETOS DE POLICÍA

CRIMEN Y SUICIDIO EN EL CASO DE LOS AMANTES DEL OPEL

QUISO ARROJARSE AL VACÍO GUAPA TURISTA

El miércoles 25 de julio de 1962 se publicó que guapa turistaiba a arrojarse del Hotel Bamer, lo que provocó tensión ytremenda movilización en Avenida Juárez. Jane Ingleworth,oficinista de Bayton, Ohio, intentó arrojarse un día antes.

La escultural rubia, de 23 años de edad, desde el domingo (22de julio) era huésped del conocido hotel; a su llegada se mostróbastante reservada y en varias ocasiones fue vista sola en el bar yparecía estar muy preocupada.

Jane salió de su cuarto -el número 1403- por la ventana ycaminó sobre la cornisa.

Permaneció casi 25 minutos recargada contra la pared, con losbrazos abiertos en cruz, atrayendo la atención de lostranseúntes. Lo único que decía Jane era: “déjenme, porfavor... estoy cansada y enferma de vivir”...

Precisamente a la hora en que mayor tránsito de peatones yautomóviles se registraba en Avenida Juárez (13:30) fue laelegida por Jane para intentar suicidarse. Sin embargo, la joven semostró indecisa y aceptó regresar a su habitación, después deescuchar las palabras del gerente del hotel, Jorge HidalgoCarrillo, y del señor Raúl Fournier, uno de los clientes asiduosde ese lugar.

Mientras, más de un centenar de personas se detenían en laacera norte de Avenida Juárez esperando el salto mortal de Jane.Los señores Hidalgo, Fournier y dos camaristas, vivían momentosde tensión. Para entonces ya se había dado la orden de detenerlos elevadores en el piso 14. Y nadie pensó que Jane Ingleworthaceptaría la “invitación para volver a nacer”.

En la mente de todos estaba que la muchacha iba a ejecutar elsalto y correría la misma suerte que la canadiense Jean Mary Ward,quien la tarde del domingo 6 de noviembre de 1960, se arrojó alvacío desde ese mismo hotel. (Tenía 22 años de edad y quesufría una decepción amorosa. Su cuerpo se estrelló entoncescontra un pequeño automóvil. Jean ocupaba la habitación 505 yera secretaria de importante empresa de Los AngelesCalifornia)...

Todos respiraron profundamente cuando Jane empezó a caminar,lenta, pero decididamente hacia la ventana. El señor RaúlFournier no esperó más. Brincó por la ventana, tendió su manoizquierda a Jane mientras la derecha le era sujetada por el señorHidalgo.

Y poco a poco, la gente volvía a su rutina en la transitadaAvenida Juárez, aquella tarde de julio de 1962.

ASESINÓ A SU AMASIA DESPUÉS DE SUICIDÓ, RICO GANADERO

Todo comenzó en 1943 cuando Matilde y Román decidieron seramantes. Procrearon un hijo que era su adoración. Eran nativos deMilpa Alta. Quienes les conocían, aseguraban que se queríanmucho. Nadie criticaba su situación sentimental. Matilde eraprofesora de una escuela secundaria en Xochimilco y se enamoróperdidamente de Román, quien era introductor de ganado y quienolvidó a su familia para vivir en amasiato con la maestra...Pasaron 27 años cuando el destino los colocó en un fatídicoepílogo pasional.

El jueves 23 de abril de 1970 este diario informaba que laprofesora fue muerta a balazos por el acaudalado ganadero, quien sequitó la vida momentos después. Los hechos sucedieron en elinterior del automóvil Opel 1968, que fue encontrado  en lacarretera Milpa Alta-San Agustín Atenco.

Matilde Salomón Amure era hija de árabes. Su hermana Elenadijo al reportero Julio Villarreal:

"Algunas veces pensé seriamente decir a mi hermana que noestaba bien aquella relación, pero llegué a la conclusión de queno debía meterme en vidas ajenas".

Agregó Elena que hacía una semana, Matilde le había dicho contoda seriedad:

"Hermanita, Román quiere dejarme, pero antes que lo haga, ¡lomato!

-Por eso compró una pistola calibre .32 -preguntóVillarreal.

-No -contestó- la pistola era de Román. Cuando escuché quedeseaba matarlo, le dije a Matilde que pensara muy bien las cosasantes de actuar, pues nuestro apellido no debía ser mezclado conasuntos policiacos.

-¿La señora Matilde tenía problemas con Guadalupe Blancas deAudiffred, esposa de Román? -inquirió el reportero.

-No. Nunca tuvieron dificultades. Ignoro por qué razón. Perosé  que jamás riñeron por Román.

¿Cuál fue la causa del crimen y suicidio?

-Lo ignoro, pero supongo que mi hermana y Román discutieronporque éste quería dejarla, después de 27 años de amasiato.

Por su parte, David Salomón, dijo que no creía siquiera queRomán Audiffred Martínez y su hermana Matilde hubiesen sidoasesinados.

El ganadero tenía al morir, 55 años  y la profesora, 45.

EL MACABRO HALLAZGO

Un campesino avisó durante la madrugada del miércoles 22 deabril, a las autoridades de San Agustín Atenco que en el interiordel Opel verde, placas GBG 99, estaban los cadáveres de un hombrey una mujer.

Los amantes muertos estaban frente al volante con la nucarecargada en el asiento, tal como lo muestran las fotografías delmaestro de la lente,  Enrique Metinides.

Román tenía un orificio en el parietal derecho y una pistolacerca de la mano derecha.

La profesora recibió dos tiros casi en el mismo sitio.

El agente del Ministerio Público recogió 160 pesos que llevabaRomán y 195 pesos que en su bolso tenía Matilde.

También recogió un reloj y una libreta del ganadero.

Además, un juego de aretes de oro, una esclava, así como elreloj y anillo, también de oro, que pertenecieron a lamaestra.

Este misterioso caso quedó cerrado y así, de esta forma tantrágica, quedó sellado el secreto que los amantes se llevaron ala tumba acerca de su siniestro fin.

ESCAPÓ JOVENCITA DE SUS AMORES IMPOSIBLES

Hace 49 años este diario informaba a nuestros lectores queguapa joven se suicidó ingiriendo doscientas pastillas defenobarbital disueltas en agua. Una decepción amorosa le causótal crisis nerviosa, que no le permitió encontrar otra solución;la chica pertenecía a una familia de buena posición.

Silvia Luz León Uriarte, de 21 años de edad y madre de unapequeña de tres años, eligió para morir una de las habitacionesdel Hotel Mina, sito en la Colonia Guerrero.

Por la mañana del sábado 28 de julio de 1962, la bella damasalió de su domicilio, en Mundial 25, Colonia Industrial.

Su hermana Blanca y su cuñado Alonso Chacón Cibaja la buscarondurante más de doce horas, hasta que llegaron a la SéptimaDelegación, donde estaba el cadáver de una joven que en vida dijollamarse Aída Gómez.

El cadáver fue hallado en la cama del cuarto 320. Ella vestíaun pantalón tipo pescador rojo a cuadros.

En el piso estaba un par de sandalias y en un mueble unagabardina de fina clase.

En el cuarto de baño, precisamente en el lavabo, estaba un vasode cristal con residuos del polvo de las pastillas.

En otro sitio fueron descubiertos dos frascos -vacíos- concapacidad para cien pastillas de fenobarbital cada uno.

La administración del hotel informó a las autoridades que lajoven había llegado el sábado a las 11:30 horas y dijo llamarseAída Gómez, procedente de Sinaloa; indicó que esperaba lallegada de una persona, misma que llevaría el equipaje de las dos.Se le asignó el cuarto 320.

Pasó la chica por unos momentos a la habitación y más tardesalió, pero antes hizo una llamada telefónica. Silvia Luz (suverdadero nombre) retornó al hotel poco después de las 21:00horas y no volvió a salir.

En la misma habitación se encontró una cartera en la queguardaba los retratos de dos jóvenes cuya identidad sedesconocía, así como el de un hombre maduro; en el reverso de lafotografía de este último aparecía el siguiente texto.

“Para mi Silvia; ojalá que el amor y el cariño que nos hanacido dure eternamente. Siempre tuyo, Agustín”...

EN HOTEL DE LA COLONIA GUERRERO FUE HALLADA SILVIA

También se localizaron fotografías en las que aparecen unosmenores. En un principio se suponía que podían ser sus hijos,pero quedó aclarado que ella sólo procreó a una niña (que enesa fecha tenía tres años).

Al realizarse la inspección ocular se encontró una receta anombre de Silvia León, firmada por el doctor Paul Teuscher; lareceta tenía el membrete del Hospital del Sindicato deTrabajadores del Azúcar, director Jorge Magaña, y se daba comodirección solamente Avenida Ejército Nacional.

Fueron recogidas unas tarjetas de presentación.

En una de ellas estaba escrita la dirección: Benjamín Hillnúmero 14; en otra se leía el nombre “Babis” y la dirección:División del Norte 1318.

En la Sétima Delegación, Mónica León Uriarte y AlonsoChacón Cibaja identificaron plenamente a la joven suicida.

Dijo Mónica que el viernes, 27 de julio, su hermana ya semostraba demasiado nerviosa y acudió a una farmacia cercana a suhogar a comprar unas pastillas; las tomó y parecía estarrepuesta.

Al día siguiente Silvia Luz fue nuevamente a la botica ycompró dos frascos de fenobarbital, de 100 pastillas cada uno.

De ello fue enterada Mónica, ya que sospechó que su hermanaplaneaba algo malo. Pero desde las 10:30 horas del sábado novolvió a tener noticias de ella.

Recorrieron los parientes de Silvia Luz la Procuraduría delDistrito, la Jefatura de Policía, la Cruz Roja, los hospitales dela Cruz Verde; preguntaron en delegaciones y hospitales públicos,pero todo era en vano, no había noticias de ella y la angustiacrecía en el seno familiar.

El domingo 29 de julio se dirigieron por la mañana al HospitalRubén Leñero y procedieron a investigar; hablaron también conuno de los ambulantes que había en el Hotel Mina.

El empleado manifestó a Mónica León que probablemente lajoven encontrada sin vida era la misma que buscaban.

Desafortunadamente en la delegación comprobaron que se tratabade la misma mujer.

Y a decir de sus familiares, las relaciones amorosas que mantuvocon un hombre llamado Gabriel dieron margen para que Silvia Luzoptara por huir de este mundo en aquella forma violenta.

Se epilogaba así, amigo lector, uno más de los dramascotidianos que acontecían en aquella época y que han quedadoregistrados en nuestros archivos policiacos.

Policiaca

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