/ lunes 20 de mayo de 2024

RED COMPARTIDA | El secuestro exprés del obispo Rangel

El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, no tiene dudas sobre el secuestro del obispo emérito de Chilpancingo-­Chilapa, Salvador Rangel. Lo que le podemos adelantar es que en unas semanas dará a conocer el resultado de la investigación y que será llamado a declarar el almirante Comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, para que ratifique sus dichos y que existe por lo menos un presunto responsable del secuestro. De la investigación se sabe que fue sometido, a través de sustancias químicas, que le hicieron mucho daño y que todavía no se recupera totalmente. Se tiene ubicada al menos a una persona como probable responsable de este hecho y será detenida para que rinda declaración; el comisionado Ortiz Guarneros dé una explicación por oficio o comparezca para que explique las versiones que dio a conocer sobre las circunstancias en que fue encontrado el obispo a quien no se le puede criminalizar. Rangel se repone física y emocionalmente muy lento, pero no se descarta que antes del 2 de junio, el obispo haga una declaración pública y nos cuente lo que ocurrió realmente.


Sabemos de buena fuente que la vida de Rangel Mendoza está en peligro y que ha sido amenazado de muerte por los autores intelectuales y materiales del secuestro y escarnio público del que ha sido objeto por su compromiso social para pacificar Guerrero. Al interior de la Iglesia Católica mexicana hay una hipótesis sobre los responsables del secuestro del obispo y que el Fiscal Carmona debe seguir como línea de investigación: el gobierno y la delincuencia organizada de Guerrero.


Por cierto, en estos días, los obispos mexicanos darán a conocer una carta pastoral que acelera en todas las diócesis, en todas las iglesias y en todos los grupos de católicos para sensibilizar de la importancia que tiene participar en el proceso electoral. Este tipo de cartas no cae bien en el gobierno de la 4T, pero los obispos han planteado que los criterios generales que deben prevalecer es que el voto debe ser libre, secreto y responsable. Y donde todos nos comprometemos en la búsqueda del bien común. El proceso electoral del 2 de junio es un evento relevante para la jerarquía de la Iglesia Católica. El Papa es un jesuita argentino muy interesado en lo que ocurre en América Latina. El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, conoce las entrañas del sistema político mexicano, porque siendo muy joven estuvo varios años en México, como secretario de la Nunciatura Apostólica en tiempo de Jerónimo Prigione. La endeble relación institucional que mantiene el presidente con la Conferencia Episcopal Mexicana, aunado a las críticas que los más de 100 obispos mexicanos hacen sobre el desempeño del titular del ejecutivo, en materia de violencia y seguridad, tornan más tensa la relación Iglesia-­Gobierno, pero también ven este proceso electoral como un signo de que las cosas pueden cambiar, gane quien gane.


En la alcaldía Gustavo A. Madero se preguntan de dónde obtendrá tanto dinero el candidato de Morena a dicha alcaldía, Janecarlo Lozano Reynoso, quien de plano ha tapizado la demarcación con su imagen. Por ello es que sale a la luz pública el nombre de Wernher Abel Molina Cruz, operador de Lozano y representante legal de empresas como “HG Electromecánica, Ingeniería y Construcción y Grupo WK+KO ligado y protegido por el tristemente célebre señor de las ligas René Bejarano. Nos dicen que apenas el dirigente de Morena en la Ciudad de México, Sebastián Ramírez, destapó a Janecarlo como candidato, Molina Cruz empezó a pasar la charola a constructores de la demarcación, exigiéndoles entre 500 mil y 2 millones de pesos, recursos que sobra decir, están fuera de la órbita de las autoridades electorales.


PD: Ojo con Oscar Flores, director de Asuntos Públicos de la farmacéutica Viatris México, que intenta poner en la agenda mediática las asociaciones público privadas en el sector salud como un asunto de su creación, la pregunta es para quién quiere trabajar él o su empresa.


El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, no tiene dudas sobre el secuestro del obispo emérito de Chilpancingo-­Chilapa, Salvador Rangel. Lo que le podemos adelantar es que en unas semanas dará a conocer el resultado de la investigación y que será llamado a declarar el almirante Comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, para que ratifique sus dichos y que existe por lo menos un presunto responsable del secuestro. De la investigación se sabe que fue sometido, a través de sustancias químicas, que le hicieron mucho daño y que todavía no se recupera totalmente. Se tiene ubicada al menos a una persona como probable responsable de este hecho y será detenida para que rinda declaración; el comisionado Ortiz Guarneros dé una explicación por oficio o comparezca para que explique las versiones que dio a conocer sobre las circunstancias en que fue encontrado el obispo a quien no se le puede criminalizar. Rangel se repone física y emocionalmente muy lento, pero no se descarta que antes del 2 de junio, el obispo haga una declaración pública y nos cuente lo que ocurrió realmente.


Sabemos de buena fuente que la vida de Rangel Mendoza está en peligro y que ha sido amenazado de muerte por los autores intelectuales y materiales del secuestro y escarnio público del que ha sido objeto por su compromiso social para pacificar Guerrero. Al interior de la Iglesia Católica mexicana hay una hipótesis sobre los responsables del secuestro del obispo y que el Fiscal Carmona debe seguir como línea de investigación: el gobierno y la delincuencia organizada de Guerrero.


Por cierto, en estos días, los obispos mexicanos darán a conocer una carta pastoral que acelera en todas las diócesis, en todas las iglesias y en todos los grupos de católicos para sensibilizar de la importancia que tiene participar en el proceso electoral. Este tipo de cartas no cae bien en el gobierno de la 4T, pero los obispos han planteado que los criterios generales que deben prevalecer es que el voto debe ser libre, secreto y responsable. Y donde todos nos comprometemos en la búsqueda del bien común. El proceso electoral del 2 de junio es un evento relevante para la jerarquía de la Iglesia Católica. El Papa es un jesuita argentino muy interesado en lo que ocurre en América Latina. El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, conoce las entrañas del sistema político mexicano, porque siendo muy joven estuvo varios años en México, como secretario de la Nunciatura Apostólica en tiempo de Jerónimo Prigione. La endeble relación institucional que mantiene el presidente con la Conferencia Episcopal Mexicana, aunado a las críticas que los más de 100 obispos mexicanos hacen sobre el desempeño del titular del ejecutivo, en materia de violencia y seguridad, tornan más tensa la relación Iglesia-­Gobierno, pero también ven este proceso electoral como un signo de que las cosas pueden cambiar, gane quien gane.


En la alcaldía Gustavo A. Madero se preguntan de dónde obtendrá tanto dinero el candidato de Morena a dicha alcaldía, Janecarlo Lozano Reynoso, quien de plano ha tapizado la demarcación con su imagen. Por ello es que sale a la luz pública el nombre de Wernher Abel Molina Cruz, operador de Lozano y representante legal de empresas como “HG Electromecánica, Ingeniería y Construcción y Grupo WK+KO ligado y protegido por el tristemente célebre señor de las ligas René Bejarano. Nos dicen que apenas el dirigente de Morena en la Ciudad de México, Sebastián Ramírez, destapó a Janecarlo como candidato, Molina Cruz empezó a pasar la charola a constructores de la demarcación, exigiéndoles entre 500 mil y 2 millones de pesos, recursos que sobra decir, están fuera de la órbita de las autoridades electorales.


PD: Ojo con Oscar Flores, director de Asuntos Públicos de la farmacéutica Viatris México, que intenta poner en la agenda mediática las asociaciones público privadas en el sector salud como un asunto de su creación, la pregunta es para quién quiere trabajar él o su empresa.