Señalado públicamente de solapar triquiñuelas con el uso de recursos públicos en cantidades millonarias durante el tiempo que lleva al frente del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, Valente Baz Ferreira, a quien los diputados locales de Morena lo han “removido cientos de veces en sus sueños”, desde el trono donde se halla encumbrado, hace efectiva la frase que tanto cacaraquearon los impulsores de la 4T: “me hacen lo que el viento a Juárez. Y es que a punto de cumplir un año, la actual Legislatura mexiquense, “controlada” por los morenos, nomás no puede, amén de los acuerdos e intereses políticos (en los que están inmiscuidos los propios diputados de Morena), remover del cargo a Baz Ferreira, acusado de tolerar un sinnúmero de irregularidades con los dineros del pueblo durante los 9 años que lleva como titular del OSFEM. Hasta ahora, pese a las aguerridas declaraciones de Maurilio Hernández, presidente de la junta de Coordinación Política del Congreso estatal y coordinador de la bancada de Morena, en el sentido de que todos los instrumentos legislativos se harán valer para remover al funcionario, éste permanece intocable, dejando como inútiles a los representantes populares, esos que se dicen defensores de los intereses del pueblo. En la reciente etapa de lucha por quitar a Valente Baz Ferreira, la más reciente, los morenistas buscarán abrir un proceso para investigar el patrimonio del auditor superior del Estado de México. A ver si no esperan sentaditos.
A RENGLON SEGUIDO
HABRÁ nuevo intento por contrarrestar el avance criminal en Toluca, donde los hampones se mueven con total libertad, incluso en el Centro Histórico. El jefe de la policía, Roberto Valdés García, mandará a los uniformados a treparse como pasajeros en el transporte público. Un paliativo más, a ver si funciona... OTRO municipio mexiquense en el que está desatada la delincuencia es Tecámac, donde el gobierno federal transformará el aeropuerto militar en uno civil, y donde la alcaldesa de Morena, Mariela Gutiérrez, asegura que en su territorio no hay crisis, a pesar de que ahí levantan choferes del transporte público y los matan... VAYA que la inseguridad en todo el Estado de México está incontrolable, prueba clara del fracaso gubernamental, pues hasta las patrullas son acribilladas, tal y como sucedió en Acolman, donde la unidad oficial fue blanco de pistoleros sobre la carretera federal Texcoco-Lechería, a la altura de la termoeléctrica. Ese es el nivel del terror en territorio estatal.
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