/ lunes 8 de abril de 2024

EL ESPECTADOR | Te puede llegar tu guerra sucia

En México, cuando tenemos que comunicar asuntos muy importantes a la distancia, muchas veces pensamos que WhatsApp es lo más seguro. Sin embargo, hay que recordar que desde hace algunos años la intercepción de este sistema es parte de los servicios que ofrecen algunas compañías de vigilancia digital a los gobiernos. Como en su momento fue BlackBerry, los sistemas que creó el ucraniano Jan Koum ya fueron vulnerados por los empresarios de la industria de la seguridad.

Si todavía cree que mandar mensajes o audios por WhatsApp es seguro para mantener sus secretos confidenciales, olvídelo. Como ejemplo, le podemos recordar que el anexo técnico sobre Pegasus que elaboró el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia, de la todavía Procuraduría General de la República, en octubre de 2014, dice que utiliza tecnología de punta especialmente desarrollada por veteranos de inteligencia y policiales.

Era 2014, debe tener eso en mente, vivimos en el 2024. Y hace 10 años, Pegasus penetraba en Android, BlackBerry, iOS y dispositivos basados en Symbian. Daba acceso a dispositivos protegidos por contraseña. No dejaba huella en los dispositivos. Utilizaban mínima batería del equipo atacado.

El anexo técnico, cuya copia se presentó incluso en el juicio de Genaro García Luna en Nueva York el año pasado, dice que con Pegasus la PGR tenía acceso ilimitado a los dispositivos móviles del objetivo: remotamente, secretamente, recopilaba información sobre el intervenido. Relaciones, ubicación, llamadas telefónicas, planes y actividades, cuándo y dónde son.

La idea es recoger información, contraseñas, para inteligencia. Superar la encriptación y protocolos. Monitorear una multitud de aplicaciones, incluyendo Skype, WhatsApp, Viber, Facebook y BlackBerry Messenger (BBM). Seguimiento de objetivos, sin el GPS. Posicionamiento preciso, sin necesidad de que la red móvil (Telcel o AT&T o quien sea) tenga que ser informada o haya que solicitar permiso.

Esta tecnología de hace 10 años que se ha hecho famosa porque algunos periodistas y políticos han sido espiados con ella, ha sido superada por mucho en estos días y las empresas y desarrolladores que ahí estaban laborando, hoy conforman nuevas empresas y nuevos negocios en todo el mundo. Lo que antes costaba miles de dólares para espiar, hoy se puede conseguir por mucho menos en foros de hackers como los que venden en estos días los datos extraídos del Gobierno de la Ciudad de México (Breach Forums).

Y contamos todo esto porque, así como decíamos hace muchos años que debías alejar tus datos familiares y asuntos personalísimos de Facebook si no querías que tu historial te llegara a afectar en tu trabajo en un futuro, hoy debes tener cuidado con todo lo que pones en tu Whats. Sobra decir que los perfiles que se arman desde los departamentos de inteligencia de las autoridades, siguen el número de teléfono, lo que escriben en WhatsApp, los perfiles cercanos y sus presencias en redes sociales, y luego la frecuencia de sus movimientos. Así tienen ubicados a cientos de narcotraficantes, secuestradores, extorsionadores, políticos corruptos y su familia beneficiada, las autoridades de México y otras partes del mundo. Recordamos esto porque en época de guerra sucia de políticos mexicanos y sus aduladores, de debates suavecitos e indirectas grises, debes recordar que la privacidad tal vez te salve de alguno de tus pecados, esos pecados que hoy son públicos por las cámaras omnipresentes, pero también por las redes sociales en donde vives, las herramientas sofisticadas de los espías y tu maldita necesidad de llamar la atención.

En México, cuando tenemos que comunicar asuntos muy importantes a la distancia, muchas veces pensamos que WhatsApp es lo más seguro. Sin embargo, hay que recordar que desde hace algunos años la intercepción de este sistema es parte de los servicios que ofrecen algunas compañías de vigilancia digital a los gobiernos. Como en su momento fue BlackBerry, los sistemas que creó el ucraniano Jan Koum ya fueron vulnerados por los empresarios de la industria de la seguridad.

Si todavía cree que mandar mensajes o audios por WhatsApp es seguro para mantener sus secretos confidenciales, olvídelo. Como ejemplo, le podemos recordar que el anexo técnico sobre Pegasus que elaboró el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia, de la todavía Procuraduría General de la República, en octubre de 2014, dice que utiliza tecnología de punta especialmente desarrollada por veteranos de inteligencia y policiales.

Era 2014, debe tener eso en mente, vivimos en el 2024. Y hace 10 años, Pegasus penetraba en Android, BlackBerry, iOS y dispositivos basados en Symbian. Daba acceso a dispositivos protegidos por contraseña. No dejaba huella en los dispositivos. Utilizaban mínima batería del equipo atacado.

El anexo técnico, cuya copia se presentó incluso en el juicio de Genaro García Luna en Nueva York el año pasado, dice que con Pegasus la PGR tenía acceso ilimitado a los dispositivos móviles del objetivo: remotamente, secretamente, recopilaba información sobre el intervenido. Relaciones, ubicación, llamadas telefónicas, planes y actividades, cuándo y dónde son.

La idea es recoger información, contraseñas, para inteligencia. Superar la encriptación y protocolos. Monitorear una multitud de aplicaciones, incluyendo Skype, WhatsApp, Viber, Facebook y BlackBerry Messenger (BBM). Seguimiento de objetivos, sin el GPS. Posicionamiento preciso, sin necesidad de que la red móvil (Telcel o AT&T o quien sea) tenga que ser informada o haya que solicitar permiso.

Esta tecnología de hace 10 años que se ha hecho famosa porque algunos periodistas y políticos han sido espiados con ella, ha sido superada por mucho en estos días y las empresas y desarrolladores que ahí estaban laborando, hoy conforman nuevas empresas y nuevos negocios en todo el mundo. Lo que antes costaba miles de dólares para espiar, hoy se puede conseguir por mucho menos en foros de hackers como los que venden en estos días los datos extraídos del Gobierno de la Ciudad de México (Breach Forums).

Y contamos todo esto porque, así como decíamos hace muchos años que debías alejar tus datos familiares y asuntos personalísimos de Facebook si no querías que tu historial te llegara a afectar en tu trabajo en un futuro, hoy debes tener cuidado con todo lo que pones en tu Whats. Sobra decir que los perfiles que se arman desde los departamentos de inteligencia de las autoridades, siguen el número de teléfono, lo que escriben en WhatsApp, los perfiles cercanos y sus presencias en redes sociales, y luego la frecuencia de sus movimientos. Así tienen ubicados a cientos de narcotraficantes, secuestradores, extorsionadores, políticos corruptos y su familia beneficiada, las autoridades de México y otras partes del mundo. Recordamos esto porque en época de guerra sucia de políticos mexicanos y sus aduladores, de debates suavecitos e indirectas grises, debes recordar que la privacidad tal vez te salve de alguno de tus pecados, esos pecados que hoy son públicos por las cámaras omnipresentes, pero también por las redes sociales en donde vives, las herramientas sofisticadas de los espías y tu maldita necesidad de llamar la atención.