Nuevamente la brutalidad con que actúan a veces policías mexiquenses quedó de manifiesto la madrugada del pasado viernes, después de que elementos de la policía ministerial desalojaron de manera violenta a un grupo de mujeres que habían tomado las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en el municipio de Ecatepec.
Si bien es cierto que el grupo de mujeres, pertenecientes al movimiento “ni una más” de esta forma alzan la voz para que las autoridades escuchen y den solución a sus demandas, tampoco está bien que tomen instalaciones, las quemen, causen destrozos y golpeen a reporteros como ha sucedido en algunas ocasiones, para hacerse escuchar, porque como bien dice el dicho “violencia genera violencia”.
Pero tampoco se vale que elementos de la policía ministerial hayan actuado como auténticos gorilas energúmenos y que hayan desalojado como lo hicieron al grupo de mujeres, de manera violenta, peor que si fueran delincuentes.
En torno a este caso, después de que el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo salió al paso y afirmó categóricamente que reprobaba la forma en que actuaron policías ministeriales y ordenó una investigación para castigar a los responsables, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México de inmediato se pronunció y dijo que los ministeriales actuaron conforme al derecho y en apego a una orden de desalojo solicitada en una denuncia por el titular de la comisión de Derechos Humanos del Estado de México e indicó que en todo momento respetaron los derechos humanos de las mujeres.
Sin embargo, las imágenes que corrieron en las redes sociales demostraron todo lo contrario. Los ministeriales actuaron como verdaderos animales, sin importarles que se trataba de mujeres, una de ellas embarazada y que había niños, de manera violenta las desalojaron del inmueble. Las golpearon, a unas hasta las arrastraron de las greñas y a otras a empujones las sacaron de las instalaciones.
Las damas que vivieron momentos de terror, gritaban y espantadas pedían a los ministeriales que eran más de 60, que no les hicieran daño, pero estos no entendían razones y se limitaban a cumplir “lo que se les ordenó”. Por el escándalo que originó este hecho, posteriormente la FGJEM dijo que se iban a analizar los videos para checar si los ministeriales incurrieron en actos de violencia y abuso de autoridad y que en caso de que así fuera se castigaría a los responsables.
Por la presión y para “limpiar” de alguna manera su proceder horas más tarde, indebidamente, haciendo a un lado lo que se tenía que hacer conforme a la ley, la Fiscalía mexiquense dejó en libertad a las 11 mujeres y los 2 hombres detenidos para evitar más escándalos. Si la policía actuará de esa forma contra los verdaderos delincuentes no habría tanta inseguridad en el municipio de Ecatepec, no lo cree amigo lector. Nos leemos el domingo. alvarovem@hotmail.com
