Acerca de las cookies en este sitio. Utilizamos cookies para personalizar y mejorar su experiencia en nuestro sitio y optimizar la publicidad que le ofrecemos.
Visite nuestra Política de cookies para saber más. Al hacer clic en "aceptar", usted está de acuerdo con el uso que hacemos de las cookies.
Brillante trabajo policiaco realizó la Jefatura de Policía en 1938, en un caso que se presentó como un verdadero enigma y en donde todos eran sospechosos
Craig Winfred Knowles, de 25 años, ingresó lentamente al hotel y subió al primer piso hasta llegar a la caja de cambio de moneda y valores. Esto sucedió...
La repentina muerte por envenenamiento del agente Luis Álvarez adquirió indicios de crimen gansteril en 1953; alguien le llevó el desayuno y, a los pocos minutos, cayó desmayado para ya no despertar nunca
La víctima yacía completamente desfigurada y de no ser porque todos sabían que sólo él estaba en aquel lugar, hubiera sido difícil determinar que se trataba del cantinero español José Allende Portilla
Nadie quería decir lo obvio, que hubo complicidad por parte de autoridades, pues resultaba imposoble pensar en una fuga tan sorprendente sin haber recibido ayuda
Víctor Yturbe “El Pirulí”, famoso cantante romántico en la década de los años setenta y ochenta, murió por heridas de bala después de abrir la puerta de su residencia
El jalisciense Juan Vallejo Corona fue acusado de causar la más grande matanza en Yuba City, comunidad agrícola de California. Reporteros documentaron el caso en 1971
En esta vida los errores se pagan, y muy caro; se le hizo fácil a Leopoldo Durán Zarazúa -hasta el nombre resultó una mentira-, engañar a las autoridades eclesiásticas con sus embustes y por eso fue a parar a la cárcel
Segado por la desconfianza, imaginaba escenarios inverosímiles en los que su esposa le era infiel hasta con la mirada que, aunado a la falta de seguridad en sí mismo, ocasionó el fatal desenlace
No se podía explicar la saña con la que lo asesinaron; recibió las estocadas en el cuello y el pecho, por lo que rigurosamente iba a morir, sin embargo, a consideración de los agentes, se descartó el robo como el móvil del crimen
Carlos Ignacio llegó al segundo piso del cine Orfeón y dijo a su víctima: “¡levántate!”; entonces, se oyó un disparo que perforó el corazón del indefenso civil