/ sábado 1 de enero de 2022

Turistas en Acapulco ignoran protocolos sanitarios durante festejos de año nuevo

Sin respeto a la sana distancia, ni uso de cubreboca y en playas altamente contaminadas, así despidieron el año miles de turistas

El puerto de Acapulco se convirtió en caldo de cultivo de un rebrote de contagios del Covid-19, debido que durante la gala pirotécnica con la que se recibió el 2022, hubo una total anarquía para cumplir con los protocolos sanitarios y se dieron aglomeraciones, tanto en playas como establecimientos.

En efecto, después de disfrutar de los fuegos pirotécnicos con los que se recibió el año nuevo, los turistas abarrotan los restaurantes para curarse la reseca y degustar un buen caldo de mariscos, pero sin cuidar las medidas sanitarias.

Turistas en Acapulco celebran año nuevo Foto/Cortesía

Este sábado primero de enero, este destino de playa despertó con un menor movimiento de carga vehicular en sus calles y avenidas, pero esto fue debido a que la mayoría de los paseantes aún no se recuperaban de la desvelada del festejo de año nuevo.

Algunas zonas, poco a poco volvieron a cobrar vida; además, no se tuvo conocimiento de reportes de afectaciones a la salud por la contaminación de algunas áreas de bañistas por las descargas de aguas negras, como tampoco la hubo por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Las medidas que aplica el gobierno municipal en la franja de arena para evitar contagios del patógeno, no se respetaron, pues la mayoría no cumplió con la sana distancia y el uso del cubrebocas fue letra muerta, los turistas ajenos a la amenaza de la nueva variante el Ómicrom, salieron a disfrutar este destino de playa, con tal de olvidar la rutina diaria.

Vacacionistas ingresaron a las playas contaminadas Foto/Cortesía

A la par, los escurrimientos de aguas negras a la bahía, siguieron, principalmente en Caletilla, en donde un canal de desagüe arrojó miles de litros de agua contaminada al mar, en donde a pesar del fétido olor que desprendía, hubo turistas que chapotearon sin que nadie les advirtiera del riesgo de contraer alguna enfermedad infectocontagiosa.

Lo mismo ocurrió en la playa Hornos, Papagayo y Condesa, en donde, incluso, menores de edad se metieron a nadar en el agua encharcada, sin que tampoco les advirtieran del riesgo a su salud, por meterse a sitios infectados de heces fecales.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

El puerto de Acapulco se convirtió en caldo de cultivo de un rebrote de contagios del Covid-19, debido que durante la gala pirotécnica con la que se recibió el 2022, hubo una total anarquía para cumplir con los protocolos sanitarios y se dieron aglomeraciones, tanto en playas como establecimientos.

En efecto, después de disfrutar de los fuegos pirotécnicos con los que se recibió el año nuevo, los turistas abarrotan los restaurantes para curarse la reseca y degustar un buen caldo de mariscos, pero sin cuidar las medidas sanitarias.

Turistas en Acapulco celebran año nuevo Foto/Cortesía

Este sábado primero de enero, este destino de playa despertó con un menor movimiento de carga vehicular en sus calles y avenidas, pero esto fue debido a que la mayoría de los paseantes aún no se recuperaban de la desvelada del festejo de año nuevo.

Algunas zonas, poco a poco volvieron a cobrar vida; además, no se tuvo conocimiento de reportes de afectaciones a la salud por la contaminación de algunas áreas de bañistas por las descargas de aguas negras, como tampoco la hubo por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Las medidas que aplica el gobierno municipal en la franja de arena para evitar contagios del patógeno, no se respetaron, pues la mayoría no cumplió con la sana distancia y el uso del cubrebocas fue letra muerta, los turistas ajenos a la amenaza de la nueva variante el Ómicrom, salieron a disfrutar este destino de playa, con tal de olvidar la rutina diaria.

Vacacionistas ingresaron a las playas contaminadas Foto/Cortesía

A la par, los escurrimientos de aguas negras a la bahía, siguieron, principalmente en Caletilla, en donde un canal de desagüe arrojó miles de litros de agua contaminada al mar, en donde a pesar del fétido olor que desprendía, hubo turistas que chapotearon sin que nadie les advirtiera del riesgo de contraer alguna enfermedad infectocontagiosa.

Lo mismo ocurrió en la playa Hornos, Papagayo y Condesa, en donde, incluso, menores de edad se metieron a nadar en el agua encharcada, sin que tampoco les advirtieran del riesgo a su salud, por meterse a sitios infectados de heces fecales.

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