/ lunes 20 de julio de 2020

Son mujeres emprendedoras ante la pandemia que les quitó el empleo a sus maridos

Cada una de ella tiene una historia, además del desempleo en la familia y la falta de recursos económicos.

Monterrey, N. L-- Son cinco mujeres que tienen como común denominador, que sus maridos se quedaron sin empleo por la pandemia y, han emprendido ""Las Delicias de María", un servicio de alimentos que tratan de colocar en supermercados.

Al observar la falta de dinero decidieron asociarse y con lo que tuvieron en la alacena hicieron sus primeras comidas, dice Leticia Espinosa quien aportó una casa familiar para instalarse.

"Todas somos Marías, somos unas guerreras, nada nos detiene, ni el virus, mientras tengamos salud el regalo más preciado, seguimos adelante y no nos caemos", dice junto a sus socias Catita, Marcela, Lulú e Icela.

Ellas elaboran comidas caseras para llevar y han tenido éxito entre los vecinos, que algunos pequeñas negocios del barrio en la colonia Tres Caminos en el municipio de Guadalupe, ya tienen en sus anaqueles los platillo empacados.

Foto: Especial

"A la falta de dinero y empleo de sus maridos, se tiene otros problemas que les obligó a ser creativas y a autoemplearse, cada una tiene sus problemas", dice la doctora Esthela Medina, quien las asesora y hace labor solidaria con ellas.

Dice que el nombre del negocio se debe a que en México es común y apreciado ese nombre. "Todas somos Marías", añade Medina a lo que Leticia agrega:"todas somos Marías, pero más allá de lo religioso, Marías porque somos luchonas, guerreras, echadas padelante".

Cada una de ella tiene una historia, además del desempleo en la familia y la falta de recursos económicos.

El esposo de Icela perdió el empleo y un hermano de su marido estuvo internado en un psiquiátrico, les han dado la alta, ya no lo quisieron aceptar.

Volvió a casa y el problema se agravó cuando fuera de sus cabales agredió a su mamá y a un menor de edad. Hoy urge internarlo de nuevo en un hospital, antes de que surja alguna tragedia.

Lulú se encarga de cuidar y del sustento de su nieta y tiene muchos gastos en su educación, y busca tramitar una beca, mientras que Marcela requiere recursos para operar de los ojos a un niño.

Por lo que se refiere a Catita, le han detectado un tumor en la cabeza y necesita atenderse.

"Juntas trabajamos, hacemos equipo y saldremos adelante", coinciden.

Con todas las medidas de higiene preparan asado de puerco, sopa de arroz, frijoles charros, salsas, gorditas de azúcar y postres, entre ellos pasteles.

En botes de medio litro, el producto que se puede congelar tiene un costo de 22 pesos, las salsas a 14 y el paquete de 10 tortillas de harina a siete pesos.

"Tenemos planes, sueños, soñamos mucho, que nuestros productos estén pronto en Soriana, en los Seven, en Quesos y Cosas y tantas tiendas. Vaya que soñamos", señala Leticia Espinosa.

JLP

Monterrey, N. L-- Son cinco mujeres que tienen como común denominador, que sus maridos se quedaron sin empleo por la pandemia y, han emprendido ""Las Delicias de María", un servicio de alimentos que tratan de colocar en supermercados.

Al observar la falta de dinero decidieron asociarse y con lo que tuvieron en la alacena hicieron sus primeras comidas, dice Leticia Espinosa quien aportó una casa familiar para instalarse.

"Todas somos Marías, somos unas guerreras, nada nos detiene, ni el virus, mientras tengamos salud el regalo más preciado, seguimos adelante y no nos caemos", dice junto a sus socias Catita, Marcela, Lulú e Icela.

Ellas elaboran comidas caseras para llevar y han tenido éxito entre los vecinos, que algunos pequeñas negocios del barrio en la colonia Tres Caminos en el municipio de Guadalupe, ya tienen en sus anaqueles los platillo empacados.

Foto: Especial

"A la falta de dinero y empleo de sus maridos, se tiene otros problemas que les obligó a ser creativas y a autoemplearse, cada una tiene sus problemas", dice la doctora Esthela Medina, quien las asesora y hace labor solidaria con ellas.

Dice que el nombre del negocio se debe a que en México es común y apreciado ese nombre. "Todas somos Marías", añade Medina a lo que Leticia agrega:"todas somos Marías, pero más allá de lo religioso, Marías porque somos luchonas, guerreras, echadas padelante".

Cada una de ella tiene una historia, además del desempleo en la familia y la falta de recursos económicos.

El esposo de Icela perdió el empleo y un hermano de su marido estuvo internado en un psiquiátrico, les han dado la alta, ya no lo quisieron aceptar.

Volvió a casa y el problema se agravó cuando fuera de sus cabales agredió a su mamá y a un menor de edad. Hoy urge internarlo de nuevo en un hospital, antes de que surja alguna tragedia.

Lulú se encarga de cuidar y del sustento de su nieta y tiene muchos gastos en su educación, y busca tramitar una beca, mientras que Marcela requiere recursos para operar de los ojos a un niño.

Por lo que se refiere a Catita, le han detectado un tumor en la cabeza y necesita atenderse.

"Juntas trabajamos, hacemos equipo y saldremos adelante", coinciden.

Con todas las medidas de higiene preparan asado de puerco, sopa de arroz, frijoles charros, salsas, gorditas de azúcar y postres, entre ellos pasteles.

En botes de medio litro, el producto que se puede congelar tiene un costo de 22 pesos, las salsas a 14 y el paquete de 10 tortillas de harina a siete pesos.

"Tenemos planes, sueños, soñamos mucho, que nuestros productos estén pronto en Soriana, en los Seven, en Quesos y Cosas y tantas tiendas. Vaya que soñamos", señala Leticia Espinosa.

JLP

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