/ miércoles 7 de agosto de 2024

Buscan asilo político en Estados Unidos desplazados por violencia en Chiapas

Muchos municipios ya se quedaron sin gente, unos huyen a Guatemala: Iván

Cientos de personas originarias de Chiapas optaron por la frontera norte en vez de cruzar a Guatemala para huir del yugo del crimen organizado con la esperanza de lograr asilo humanitario en Estados Unidos,sin embargo, la realidad para mucho de ellos fue desesperanzadora al ser recibidos también por la delincuencia en esta ciudad, a más 2 mil kilómetros de sus despojados hogares.

“Fuimos robados en nuestro intento de pasar por el puente internacional Zaragoza, un hombre nos trajo con engaños y robo nuestro dinero, aparte al cruzarnos nos regresaron y ahora estamos haciendo el trámite por la aplicación CBP-One”, es el relato de Iván, quien relató a El Heraldo de Juárez los horrores que obligaron a huir con su familia de Chiapas.

El joven llegó a Ciudad Juárez hace dos meses con su esposa y su pequeño hijo de 9 meses, ante una realidad de terror en su lugar de origen. Aseguró que los delincuentes no sólo aterrorizan con las extorsiones a negocios y agricultores, pues explicó con angustia que decidió huir sin mirar atrás cuando supo que incluso roban a niños de todas las edades para el tráfico de órganos.

“Van en las noches y se meten a las casas, solo se escuchan las trocas andar en las calles, a una señora quisieron quitarles a sus hijos, no lo lograron y después de ver eso, salimos de allá”, dijo.

Foto: Alejandra Carreón / El Heraldo de Juárez

Iván contó sobre el desasosiego de vivir día a día sin paz, sin saber si el salir a la calle implicaría no regresar jamás. Es por eso que comunidades enteras se quedaron sin habitantes.

Colonias enteras están pagando por poder vivir en sus casitas, muchos huyen a Guatemala y otros estados cercanos a Chiapas, (los delincuentes) se agarran a balazos y no les importa si asesinan a quienes no son de los carteles agregó.

El joven padre de familia comentó que en la comunidad de donde es originario los criminales empezaron a entrar a las casas para extorsionar a los moradores: “Si no pagas hasta por vivir en tu casa, van y te matan”, lamentó, y agregó que desde que huyeron la situación es peor, según les han expresado sus familiares.

No quisimos ir a Guatemala porque es lo mismo, sería estar a manos de los delincuentes y como ve pues tengo a mi esposa y mi niño pequeño, antes que todo es buscar que ellos vivan lejos de esos delincuentes, se los llevan y ya no sabes si los regresan o no subrayó, a pesar de que en esta frontera también padecieron la delincuencia.

Luis, junto a su esposa e hijo, fueron otra familia de chiapanecos captada por el hampa. Ni bien llegaron a la ciudad en avión, desorientados, pagaron para que los llevaran a un hotel, pero los tuvieron retenidos varios días en unos departamentos, en zozobra sobre su seguridad. Finalmente pudieron pedir ayuda al Consejo Estatal de Población (Coespo) y fueron trasladados a un refugio, no obstante, confesaron que no salen ante el temor de que los estén buscando.

Foto: Alejandra Carreón / El Heraldo de Juárez

Sobre la razón por la que huyeron de Chiapas, relató que hombres armados lo fueron a buscar a su casa para llevárselo, ante lo cual decidieron huir dejando todo atrás.

Duré unos días escondido en el cerro, me fueron a buscar a mi casa (...) me querían agarrar y por eso tuvimos que salir de emergencia para acá. Somos tres, mi esposa, mi hijo y yo. Dejamos todo: la casa, el terreno, los bienes materiales, animales lamentó.

En las últimas semanas se ha registrado el arribo a Ciudad Juárez de entre 400 y 500 personas originarias de Chiapas y más de la mitad de ellos llegan huyendo de la violencia en en los municipios serranos de aquella entidad, estima Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo).

“La mitad aproximadamente de la población que atendemos son connacionales mexicanos que llegan de otro estado de la república, repunta de pronto el número de personas que llega de Chiapas, por ejemplo, cuando antes era más bien Michoacán, Guerrero o Zacatecas”, precisó Valenzuela.

Las personas están llegando a solicitar apoyo al Centro de Atención Integral a Migrantes del Coespo, en dónde se les brinda asesoría y son dirigidos a un albergue para apoyarlos con alimentos, ropa y un área donde dormir, aunque otros tienen familiares en esta ciudad.

“Siguen arribando desde luego y de otras entidades pero sí de pronto tenemos el incremento en algunas otras y claro que también tienen intención de irse a Estados Unidos”, externó el funcionario.

A punta de pistola los despojaron

“A punto de pistola los maleantes me sacaron de mis tierras, mi ranchito donde a nadie molestábamos, esos canijos llegaron, dos disparos al aire soltaron y mejor corrimos a sacar nuestros papeles de la casa”, relató Heliodoro, quien junto a su familia tuvo que abandonar su hogar en el municipio de Huixtla.

A casi tres meses de haber llegado a esta frontera, el chiapaneco está con su familia en casa de una sobrina que habita con su esposo e hijos, está en espera de poder llegar a Estados Unidos para lograr una mejor condición de vida.

Perdí lo que con mucho esfuerzo logré, los malandros esos están desatados, nadie les pone un alto y esto sé que no solo pasa allá, en todos lados la violencia está a diario, pero mientras podamos y estemos con fuerzas vamos a salir adelante dijo esperanzado.

Con dos maletas, tres hijos y su esposa, Heleodoro llegó a Ciudad Juárez con tristeza e incertidumbre por saber si su ingreso a Estados Unidos sería inmediato para poder comenzar nuevamente.

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“Los centavos no rinden, los gastos son muchos, pero la llevamos poco a poco, sabe mi tesoro es mi familia y después era mi rancho me lo dejó mi padre, lo perdí, preferí la vida de mis hijos, mi esposa y la mía”, externó el hombre de 53 años con lágrimas en los ojos y presionando fuertemente sus manos.

El hombre finalizó diciendo que persisten con la venta de gorditas y tamales en la zona Centro, para no ser una carga para su sobrina que los hospeda.

Nota publicada en El Heraldo de Juárez

Cientos de personas originarias de Chiapas optaron por la frontera norte en vez de cruzar a Guatemala para huir del yugo del crimen organizado con la esperanza de lograr asilo humanitario en Estados Unidos,sin embargo, la realidad para mucho de ellos fue desesperanzadora al ser recibidos también por la delincuencia en esta ciudad, a más 2 mil kilómetros de sus despojados hogares.

“Fuimos robados en nuestro intento de pasar por el puente internacional Zaragoza, un hombre nos trajo con engaños y robo nuestro dinero, aparte al cruzarnos nos regresaron y ahora estamos haciendo el trámite por la aplicación CBP-One”, es el relato de Iván, quien relató a El Heraldo de Juárez los horrores que obligaron a huir con su familia de Chiapas.

El joven llegó a Ciudad Juárez hace dos meses con su esposa y su pequeño hijo de 9 meses, ante una realidad de terror en su lugar de origen. Aseguró que los delincuentes no sólo aterrorizan con las extorsiones a negocios y agricultores, pues explicó con angustia que decidió huir sin mirar atrás cuando supo que incluso roban a niños de todas las edades para el tráfico de órganos.

“Van en las noches y se meten a las casas, solo se escuchan las trocas andar en las calles, a una señora quisieron quitarles a sus hijos, no lo lograron y después de ver eso, salimos de allá”, dijo.

Foto: Alejandra Carreón / El Heraldo de Juárez

Iván contó sobre el desasosiego de vivir día a día sin paz, sin saber si el salir a la calle implicaría no regresar jamás. Es por eso que comunidades enteras se quedaron sin habitantes.

Colonias enteras están pagando por poder vivir en sus casitas, muchos huyen a Guatemala y otros estados cercanos a Chiapas, (los delincuentes) se agarran a balazos y no les importa si asesinan a quienes no son de los carteles agregó.

El joven padre de familia comentó que en la comunidad de donde es originario los criminales empezaron a entrar a las casas para extorsionar a los moradores: “Si no pagas hasta por vivir en tu casa, van y te matan”, lamentó, y agregó que desde que huyeron la situación es peor, según les han expresado sus familiares.

No quisimos ir a Guatemala porque es lo mismo, sería estar a manos de los delincuentes y como ve pues tengo a mi esposa y mi niño pequeño, antes que todo es buscar que ellos vivan lejos de esos delincuentes, se los llevan y ya no sabes si los regresan o no subrayó, a pesar de que en esta frontera también padecieron la delincuencia.

Luis, junto a su esposa e hijo, fueron otra familia de chiapanecos captada por el hampa. Ni bien llegaron a la ciudad en avión, desorientados, pagaron para que los llevaran a un hotel, pero los tuvieron retenidos varios días en unos departamentos, en zozobra sobre su seguridad. Finalmente pudieron pedir ayuda al Consejo Estatal de Población (Coespo) y fueron trasladados a un refugio, no obstante, confesaron que no salen ante el temor de que los estén buscando.

Foto: Alejandra Carreón / El Heraldo de Juárez

Sobre la razón por la que huyeron de Chiapas, relató que hombres armados lo fueron a buscar a su casa para llevárselo, ante lo cual decidieron huir dejando todo atrás.

Duré unos días escondido en el cerro, me fueron a buscar a mi casa (...) me querían agarrar y por eso tuvimos que salir de emergencia para acá. Somos tres, mi esposa, mi hijo y yo. Dejamos todo: la casa, el terreno, los bienes materiales, animales lamentó.

En las últimas semanas se ha registrado el arribo a Ciudad Juárez de entre 400 y 500 personas originarias de Chiapas y más de la mitad de ellos llegan huyendo de la violencia en en los municipios serranos de aquella entidad, estima Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo).

“La mitad aproximadamente de la población que atendemos son connacionales mexicanos que llegan de otro estado de la república, repunta de pronto el número de personas que llega de Chiapas, por ejemplo, cuando antes era más bien Michoacán, Guerrero o Zacatecas”, precisó Valenzuela.

Las personas están llegando a solicitar apoyo al Centro de Atención Integral a Migrantes del Coespo, en dónde se les brinda asesoría y son dirigidos a un albergue para apoyarlos con alimentos, ropa y un área donde dormir, aunque otros tienen familiares en esta ciudad.

“Siguen arribando desde luego y de otras entidades pero sí de pronto tenemos el incremento en algunas otras y claro que también tienen intención de irse a Estados Unidos”, externó el funcionario.

A punta de pistola los despojaron

“A punto de pistola los maleantes me sacaron de mis tierras, mi ranchito donde a nadie molestábamos, esos canijos llegaron, dos disparos al aire soltaron y mejor corrimos a sacar nuestros papeles de la casa”, relató Heliodoro, quien junto a su familia tuvo que abandonar su hogar en el municipio de Huixtla.

A casi tres meses de haber llegado a esta frontera, el chiapaneco está con su familia en casa de una sobrina que habita con su esposo e hijos, está en espera de poder llegar a Estados Unidos para lograr una mejor condición de vida.

Perdí lo que con mucho esfuerzo logré, los malandros esos están desatados, nadie les pone un alto y esto sé que no solo pasa allá, en todos lados la violencia está a diario, pero mientras podamos y estemos con fuerzas vamos a salir adelante dijo esperanzado.

Con dos maletas, tres hijos y su esposa, Heleodoro llegó a Ciudad Juárez con tristeza e incertidumbre por saber si su ingreso a Estados Unidos sería inmediato para poder comenzar nuevamente.

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“Los centavos no rinden, los gastos son muchos, pero la llevamos poco a poco, sabe mi tesoro es mi familia y después era mi rancho me lo dejó mi padre, lo perdí, preferí la vida de mis hijos, mi esposa y la mía”, externó el hombre de 53 años con lágrimas en los ojos y presionando fuertemente sus manos.

El hombre finalizó diciendo que persisten con la venta de gorditas y tamales en la zona Centro, para no ser una carga para su sobrina que los hospeda.

Nota publicada en El Heraldo de Juárez