Entre la vida y la muerte se debate en un hospital de la zona una niña de dos años de edad, después de que fue atacada a mordidas en la calle, por un perro de la raza pitbull.
Familiares de la niña exigieron justicia, pues aseguraron que a pesar de que el dueño del can llegó al lugar no se quiso hacer cargo de los gastos, se mostró grosero y prepotente y policías municipales no lo detuvieron, pues se ostentó como Ministerio Público de la Fiscalía de Justicia de Cuautitlán Izcalli.
Los hechos que tienen al borde de la muerte a la pequeña, quien ayudaba a su madre a vender churros en la vía pública, se registraron esta mañana sobre la calle de Francisco I. Madero, en el Barrio de San Antonio, en el municipio de Melchor Ocampo.
Familiares de la pequeña informaron que la menor caminaba por la calle cuando fue sorprendida y atacada mordidas por un perro de la raza pitbull que la atacó a mordidas y que de no haber sido por algunos de los vecinos que lo ahuyentaron la habría asesinado en ese momento.
Sin embargo, la pequeña resultó gravemente lesionada y fue trasladada de emergencia a un hospital de la zona donde se debate entre la vida y la muerte, pues las mordidas que le propino el can en varias partes de su cuerpo fueron muy graves.
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Familiares de la niña denunciaron que el dueño del perro es un sujeto de nombre Juan de Dios “N”, quien dijo ser Ministerio Público de la Fiscalía de Justicia de Cuautitlán Izcalli, mismo que llegó al lugar y se dio cuenta de lo sucedido y a pesar de ello se negó a enfrentar los pagos de hospitalización de la niña e incluso la policía no lo detuvo porque era “un MP influyente”, por lo que la madre de la menor pidió la intervención del Licenciado Mario Salas, encargado del despacho de la FGJEM para que tome cartas en el asunto y se haga justicia.
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