Al menos 25 casquillos se encontraron en la escena del crimen donde dos hombres fueron ejecutados por personas no localizadas hasta el momento, en un ataque perpetrado en las primeras horas de este lunes entre las calles de la colonia Gabriel Ramos Millán, dentro de la Alcaldía Iztacalco.
Los masculinos fueron sorprendidos sobre oriente 118 por los pistoleros que descargaron sus armas para después emprender la huida, en medio de la poca luz a las 5:30 de la mañana, momento en que los vecinos, refirieron haber escuchado las múltiples detonaciones.
Los asustados y desmañanados colonos, tras la noche del grito de independencia, convocaron a los servicios de emergencia, una vez que notaron a los dos hombres tendidos sobre la cinta asfáltica, a unos metros de dos motocicletas, que se presume, eran de las víctimas.
A pesar del evidente estado de los masculinos, fueron los paramédicos lo que determinaron la muerte de ambos, a quienes dejaron bajo custodia de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), hasta la llegada de las autoridades correspondientes para el levantamiento de los cuerpos.
Con los minutos se multiplicaron los curiosos vecinos, quienes aseguraron no haber escuchado pelea antes de los disparos, ni se percataron de los hechos o de la presencia de los homicidas, de los que no se tiene referencias hasta el momento.
Sobre los hoy occisos, uno fue identificado como vecino de la demarcación, al que le decían “El pollo” y de 29 años de edad aproximadamente, en tanto, del otro sujeto no se tienen más datos aún, así como del móvil del atentado en contra de los dos hombres, quienes al parecer convivían en la esquina, hasta que se presentaron sus verdugos.
Al sitio llegó personal de la Coordinación General de Servicios Periciales, quienes recabaron las evidencias, así como los testimonio para integrarlos a la carpeta de investigación, con lo que se pretende llevar a cabo la investigación que ayuda a detener a los responsables.
Los cadáveres fueron trasladados al anfiteatro de la demarcación donde se les practicó la necropsia de ley, para después, entregarlos a sus dolientes.
JLP