/ sábado 6 de agosto de 2022

Indigente se durmió y ya no despertó; quedó a un costado del Hospital General

El cuerpo del individuo, quien a decir de los presentes no veía con un ojo, quedó recostado sobre el suelo en el sitio que utilizaba para descansar

Un hombre en situación de calle, fue encontrado muerto, al parecer por causas naturales, sobre la calle Doctor Pasteur, a un costado de un acceso al Hospital General de México "Dr. Eduardo Liceaga", ubicado en la colonia Doctores, perteneciente a la alcaldía Cuauhtémoc.

De acuerdo a lo informado por testigos, el hombre de aproximadamente unos 50 años de edad, conocido en la zona como "El Job" o "El Tuerto", se quedó dormido y ya no despertó.

Tras notar que el hombre, quien deambula por el rumbo hace aproximadamente ocho años, no se levantaba del lugar desde la noche anterior, comerciantes del lugar solicitaron el auxilio del cuerpo de emergencias.

Alrededor de las 12:00 horas de ayer sábado, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), de la CDMX, llegaron solo para certificar la muerte del masculino, quien al parecer falleció durante la madrugada por un problema de salud.

El cuerpo del individuo, quien a decir de los presentes no veía con un ojo, quedó recostado sobre el suelo en el sitio que utilizaba para descansar; justo en la esquina entre los barrotes que delimitan las instalaciones del nosocomio y el acceso al Metro Hospital General.

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Una manta con cuadros azules y blancos que traía encima el occiso, mismo que se dice acostumbraba beber constantemente, se la regaló un señor de nombre Antonio, quien lo conoció hace varios años y que atiende un puesto de dulces y refrescos en la acera de enfrente.

Cuatro elementos de la Policía Auxiliar de la CDMX, acordonaron la zona y resguardaron el lugar. Sobre un huacal de madera, quedó un bolillo envuelto en plástico y un jugo Del Valle de durazno, alimentos que el finado ya no alcanzó a probar.

Ángel, un joven moreno, delgado y alto de pelo rizado, mismo que de forma carismática ofrecía paletas de hielo de varios sabores, contenidas en dos hieleras azules, lo conocía y lamentó lo ocurrido.

"Luego me pedía para su Tonayán y yo le decía mejor te doy para un boleto del Metro, entramos y nos aventamos juntos", dijo de forma ocurrente el joven de palabra fácil y sonrisa natural. Ya no volverá a bromear con él.

Integrantes del área pericial y Forense de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, llegaron al lugar para realizar el levantamiento del cadáver, de quien, al no contar con más datos, quedará en calidad de desconocido.

Foto: David Deolarte | La Prensa


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Un hombre en situación de calle, fue encontrado muerto, al parecer por causas naturales, sobre la calle Doctor Pasteur, a un costado de un acceso al Hospital General de México "Dr. Eduardo Liceaga", ubicado en la colonia Doctores, perteneciente a la alcaldía Cuauhtémoc.

De acuerdo a lo informado por testigos, el hombre de aproximadamente unos 50 años de edad, conocido en la zona como "El Job" o "El Tuerto", se quedó dormido y ya no despertó.

Tras notar que el hombre, quien deambula por el rumbo hace aproximadamente ocho años, no se levantaba del lugar desde la noche anterior, comerciantes del lugar solicitaron el auxilio del cuerpo de emergencias.

Alrededor de las 12:00 horas de ayer sábado, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), de la CDMX, llegaron solo para certificar la muerte del masculino, quien al parecer falleció durante la madrugada por un problema de salud.

El cuerpo del individuo, quien a decir de los presentes no veía con un ojo, quedó recostado sobre el suelo en el sitio que utilizaba para descansar; justo en la esquina entre los barrotes que delimitan las instalaciones del nosocomio y el acceso al Metro Hospital General.

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Una manta con cuadros azules y blancos que traía encima el occiso, mismo que se dice acostumbraba beber constantemente, se la regaló un señor de nombre Antonio, quien lo conoció hace varios años y que atiende un puesto de dulces y refrescos en la acera de enfrente.

Cuatro elementos de la Policía Auxiliar de la CDMX, acordonaron la zona y resguardaron el lugar. Sobre un huacal de madera, quedó un bolillo envuelto en plástico y un jugo Del Valle de durazno, alimentos que el finado ya no alcanzó a probar.

Ángel, un joven moreno, delgado y alto de pelo rizado, mismo que de forma carismática ofrecía paletas de hielo de varios sabores, contenidas en dos hieleras azules, lo conocía y lamentó lo ocurrido.

"Luego me pedía para su Tonayán y yo le decía mejor te doy para un boleto del Metro, entramos y nos aventamos juntos", dijo de forma ocurrente el joven de palabra fácil y sonrisa natural. Ya no volverá a bromear con él.

Integrantes del área pericial y Forense de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, llegaron al lugar para realizar el levantamiento del cadáver, de quien, al no contar con más datos, quedará en calidad de desconocido.

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