/ viernes 19 de junio de 2020

Uno de cada cuatro infantes migrantes venezolanos, separado de sus padres durante la pandemia: World Vision

En el contexto del Día Mundial de los Refugiados, que se conmemoró el 16 de junio, la agencia internacional de ayuda humanitaria, World Vision, ha publicado una investigación que advierte que los niños y niñas venezolanos desplazados corren un mayor riesgo de pobreza y explotación a medida que miles vuelven a desarraigar sus vidas para buscar seguridad durante la pandemia. Más de 5,1 millones de venezolanos han huido de años de crisis económica y política a países de América Latina donde ahora enfrentan una doble problemática debido a la COVID-19.

El estudio Migración y COVID-19: Niñez venezolana entre la espada y la pared, en el que participaron 392 niños y niñas en seis países de acogida y en Venezuela, encontró:

- Uno de cada cuatro niños ha sido separado de sus padres durante el brote de coronavirus.

- Uno de cada tres niños se acuesta con hambre.

- El 60% de los niños informaron un aumento de la xenofobia y discriminación contra ellos durante la crisis por laCOVID-19.

- El 63% informa que no puede continuar sus estudios durante la pandemia, incluyendo el 77% de los niños y niñas que viven en Brasil.

- 34% dijeron que no tienen acceso a servicios de salud.

- El 20% dijo que no tienen acceso a agua y jabón para mantener una buena higiene durante la cuarentena.

Debido a la pérdida de ingresos, el 63% de las familias han tenido que buscar alojamiento más barato, encontrar un refugio o estar en la calle.

Otro 28% está en riesgo de desalojo debido a la incapacidad de cubrir la cuota de arrendamiento. Esto pone de relieve las crecientes vulnerabilidades a las que se enfrentan la niñez migrante a medida que la pandemia por la COVID-19 aumenta la presión sobre las economías y los gobiernos ya frágiles de la región.

"Los niños y niñas migrantes ya se encontraban entre los más vulnerables del mundo antes de que llegara la crisis de salud," afirmó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision para América Latina y el Caribe. Los padres y madres han perdido sus empleos, las familias están siendo desalojadas de sus hogares, la xenofobia está en aumento y muchos niños no saben de dónde vendrá su próxima comida. Este estudio pinta una imagen desalentadora de la realidad en la que muchos niños viven hoy”, agregó.

“Las medidas tomadas para detener la propagación de COVID-19 en la región, aunque de importancia crítica, están obligando a las familias a mudarse porque ya no pueden llegar a fin de mes.Nuestros colegas informan sobre la gran afluencia de personas que duermen en las fronteras o cruzan sin documentación, haciendo que los niños sean extremadamente vulnerables al abuso y la explotación. Sabemos que la trata de personas y el abuso sexual están ocurriendo y tememos que muchos casos no se detecten durante el caos de la pandemia,” puntualizó Diniz.

El estudio se realizó durante el mes de abril en Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Actualmente, siete millones de personas necesitan asistencia humanitaria dentro de Venezuela y fuera del país, más de 3,6 millones de niños y niñas necesitan servicios de protección, según el plan de respuesta actualizado de las Naciones Unidas a la crisis de Venezuela. Eso es 400 mil personas más de las que necesitaban protección a fines de 2019.

“Al conmemorar el Día Mundial de los Refugiados, es vital que intervengamos en la dura realidad que enfrentan tantos niños y niñas obligados a abandonar sus hogares. Es una crisis muy grave,” afirmó Dana Buzducea, Directora de Incidencia y Compromiso Público de World Vision International.


En el contexto del Día Mundial de los Refugiados, que se conmemoró el 16 de junio, la agencia internacional de ayuda humanitaria, World Vision, ha publicado una investigación que advierte que los niños y niñas venezolanos desplazados corren un mayor riesgo de pobreza y explotación a medida que miles vuelven a desarraigar sus vidas para buscar seguridad durante la pandemia. Más de 5,1 millones de venezolanos han huido de años de crisis económica y política a países de América Latina donde ahora enfrentan una doble problemática debido a la COVID-19.

El estudio Migración y COVID-19: Niñez venezolana entre la espada y la pared, en el que participaron 392 niños y niñas en seis países de acogida y en Venezuela, encontró:

- Uno de cada cuatro niños ha sido separado de sus padres durante el brote de coronavirus.

- Uno de cada tres niños se acuesta con hambre.

- El 60% de los niños informaron un aumento de la xenofobia y discriminación contra ellos durante la crisis por laCOVID-19.

- El 63% informa que no puede continuar sus estudios durante la pandemia, incluyendo el 77% de los niños y niñas que viven en Brasil.

- 34% dijeron que no tienen acceso a servicios de salud.

- El 20% dijo que no tienen acceso a agua y jabón para mantener una buena higiene durante la cuarentena.

Debido a la pérdida de ingresos, el 63% de las familias han tenido que buscar alojamiento más barato, encontrar un refugio o estar en la calle.

Otro 28% está en riesgo de desalojo debido a la incapacidad de cubrir la cuota de arrendamiento. Esto pone de relieve las crecientes vulnerabilidades a las que se enfrentan la niñez migrante a medida que la pandemia por la COVID-19 aumenta la presión sobre las economías y los gobiernos ya frágiles de la región.

"Los niños y niñas migrantes ya se encontraban entre los más vulnerables del mundo antes de que llegara la crisis de salud," afirmó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision para América Latina y el Caribe. Los padres y madres han perdido sus empleos, las familias están siendo desalojadas de sus hogares, la xenofobia está en aumento y muchos niños no saben de dónde vendrá su próxima comida. Este estudio pinta una imagen desalentadora de la realidad en la que muchos niños viven hoy”, agregó.

“Las medidas tomadas para detener la propagación de COVID-19 en la región, aunque de importancia crítica, están obligando a las familias a mudarse porque ya no pueden llegar a fin de mes.Nuestros colegas informan sobre la gran afluencia de personas que duermen en las fronteras o cruzan sin documentación, haciendo que los niños sean extremadamente vulnerables al abuso y la explotación. Sabemos que la trata de personas y el abuso sexual están ocurriendo y tememos que muchos casos no se detecten durante el caos de la pandemia,” puntualizó Diniz.

El estudio se realizó durante el mes de abril en Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Actualmente, siete millones de personas necesitan asistencia humanitaria dentro de Venezuela y fuera del país, más de 3,6 millones de niños y niñas necesitan servicios de protección, según el plan de respuesta actualizado de las Naciones Unidas a la crisis de Venezuela. Eso es 400 mil personas más de las que necesitaban protección a fines de 2019.

“Al conmemorar el Día Mundial de los Refugiados, es vital que intervengamos en la dura realidad que enfrentan tantos niños y niñas obligados a abandonar sus hogares. Es una crisis muy grave,” afirmó Dana Buzducea, Directora de Incidencia y Compromiso Público de World Vision International.


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