/ domingo 20 de octubre de 2024

Proceso contra José Rubén Zamora fue un ejemplo contra la libertad de prensa

José Zamora, hijo del periodista guatemalteco preso por más de dos años, señala que evolucionó la forma de amagar a comunicadores desde el poder

Córdoba, Argentina. “Sabemos que no es el final, es el inicio del siguiente maratón”, dijo José Zamora, hijo del periodista guatemalteco José Ruben Zamora, quien fue liberado el sábado para ser puesto en prisión domiciliaria en su país tras más de 800 días de cárcel por una persecución política, la cual calificó como un ejemplo para que, quien se atreva a publicar sobre corrupción, sepa que va a ser perseguido.

El caso de Zamora fue expuesto este domingo en el cierre de la 80 Asamblea Anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en Córdoba, Argentina, en el marco del informe de la UNESCO sobre delitos financieros contra la prensa.

La liberación del comunicador guatemalteco fue tensa, detalló su hijo, pues con todo y resoluciones judiciales, las autoridades pretendían retrasar la salida de la cárcel de quien fue acusado por delitos financieros, entre ellos, lavado de dinero, por el gobierno de Alejandro Giammattei.

José Rubén Zamora Lanzó los dos primeros periódicos que se dedicaban a hacer periodismo investigativo en Guatemala y publicó 144 investigaciones sobre corrupción dentro de la administración de Giammattei.

“Las últimas tres fueron las más molestas; una fue sobre la compra de vacunas en un contrato que era sumamente oneroso para el Estado dentro del cual la mayoría de las vacunas se perdieron”, dijo José Zamora que explicó que estás investigaciones motivaron las acusaciones contra su padre.

Agregó que la persecución contra periodistas ha evolucionado y pasó de amenazas directas, al uso de la fuerza del estado para castigar y desprestigiar a los periodistas y sus medios.

“Se dieron cuenta que asesinar periodistas tenía un alto costo a nivel internacional, entonces estos gobiernos (...) fueron cortando todas las entidades del Estado y empezaron a usar, por ejemplo, la superintendencia (autoridad) tributaria para hacer terrorismo fiscal”, dijo el guatemalteco.

Lee más: José Rubén Zamora obtiene arresto domiciliario tras haber pasado más de 800 días en prisión

Señaló que el proceso contra su padre y otros similares no tienen como fin una resolución sino desgastar a los medios y su credibilidad, pues además de alargarse, hay sectores de la población que terminan creyendo que los medios no hacen periodismo, sino se dedican a hacer otras cosas, como blanquear capitales.

“Lo que ocurrió este viernes el fue sumamente complicado llegar a eso y ahora lo que tenemos son básicamente dos procesos el principal el ocurrieron también es increíble, lo recorrieron, no habrá audiencia hasta el 23 de septiembre de 2025”, dijo.

Añadió que este tipo de amagos tiene tres fines: “Uno era castigarlo a él personalmente. Dos, querían cerrar el periódico, y tres, que creo que era el más importante, era mandarle un mensaje clarísimo a los periodistas en Guatemala que el que se atreviera a publicar sobre corrupción va a ser perseguido”.

Gabriela Vivanco, presidenta del comité ejecutivo de la SIP, señaló que este tipo de persecución representa un nuevo reto para la defensa de la libertad de prensa en el mundo, pues ya no se centra en cuestiones publicadas por los medios, sino por delitos que tienen que ver con temas financieros.

Antes, las acusaciones de un funcionario contra de un comunicador se centraban en lo que había dicho o publicado, coincidió Pedro Vaca, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien añadió que ahora los medios deben gastar en abogados especializados en temas fiscales para defenderse de estos ataques.

Córdoba, Argentina. “Sabemos que no es el final, es el inicio del siguiente maratón”, dijo José Zamora, hijo del periodista guatemalteco José Ruben Zamora, quien fue liberado el sábado para ser puesto en prisión domiciliaria en su país tras más de 800 días de cárcel por una persecución política, la cual calificó como un ejemplo para que, quien se atreva a publicar sobre corrupción, sepa que va a ser perseguido.

El caso de Zamora fue expuesto este domingo en el cierre de la 80 Asamblea Anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en Córdoba, Argentina, en el marco del informe de la UNESCO sobre delitos financieros contra la prensa.

La liberación del comunicador guatemalteco fue tensa, detalló su hijo, pues con todo y resoluciones judiciales, las autoridades pretendían retrasar la salida de la cárcel de quien fue acusado por delitos financieros, entre ellos, lavado de dinero, por el gobierno de Alejandro Giammattei.

José Rubén Zamora Lanzó los dos primeros periódicos que se dedicaban a hacer periodismo investigativo en Guatemala y publicó 144 investigaciones sobre corrupción dentro de la administración de Giammattei.

“Las últimas tres fueron las más molestas; una fue sobre la compra de vacunas en un contrato que era sumamente oneroso para el Estado dentro del cual la mayoría de las vacunas se perdieron”, dijo José Zamora que explicó que estás investigaciones motivaron las acusaciones contra su padre.

Agregó que la persecución contra periodistas ha evolucionado y pasó de amenazas directas, al uso de la fuerza del estado para castigar y desprestigiar a los periodistas y sus medios.

“Se dieron cuenta que asesinar periodistas tenía un alto costo a nivel internacional, entonces estos gobiernos (...) fueron cortando todas las entidades del Estado y empezaron a usar, por ejemplo, la superintendencia (autoridad) tributaria para hacer terrorismo fiscal”, dijo el guatemalteco.

Lee más: José Rubén Zamora obtiene arresto domiciliario tras haber pasado más de 800 días en prisión

Señaló que el proceso contra su padre y otros similares no tienen como fin una resolución sino desgastar a los medios y su credibilidad, pues además de alargarse, hay sectores de la población que terminan creyendo que los medios no hacen periodismo, sino se dedican a hacer otras cosas, como blanquear capitales.

“Lo que ocurrió este viernes el fue sumamente complicado llegar a eso y ahora lo que tenemos son básicamente dos procesos el principal el ocurrieron también es increíble, lo recorrieron, no habrá audiencia hasta el 23 de septiembre de 2025”, dijo.

Añadió que este tipo de amagos tiene tres fines: “Uno era castigarlo a él personalmente. Dos, querían cerrar el periódico, y tres, que creo que era el más importante, era mandarle un mensaje clarísimo a los periodistas en Guatemala que el que se atreviera a publicar sobre corrupción va a ser perseguido”.

Gabriela Vivanco, presidenta del comité ejecutivo de la SIP, señaló que este tipo de persecución representa un nuevo reto para la defensa de la libertad de prensa en el mundo, pues ya no se centra en cuestiones publicadas por los medios, sino por delitos que tienen que ver con temas financieros.

Antes, las acusaciones de un funcionario contra de un comunicador se centraban en lo que había dicho o publicado, coincidió Pedro Vaca, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien añadió que ahora los medios deben gastar en abogados especializados en temas fiscales para defenderse de estos ataques.

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