/ martes 21 de abril de 2020

Modelos Webcam cambian sus servicios; la hacen de psicólogas

La demanda de sus servicios no solo ha aumentado un 30%, según empresarios, sino que también se ha diversificado por el nuevo coronavirus

El erotismo y el sexo en línea ya no bastan. En el confinamiento por la pandemia, las "webcamers" colombianas ahora pasan más tiempo escuchando y ofreciendo consejos de todo tipo a clientes que no saben cómo lidiar con el encierro.

La demanda de sus servicios no solo ha aumentado un 30%, según empresarios, sino que también se ha diversificado por el nuevo coronavirus.

Ahora "somos como las psicólogas para los usuarios", dice a la AFP una modelo webcam de 26 años, que en este negocio se hace llamar Ángela Cianuro.

El padecimiento "es un tema de conversación y de preocupación para muchos, y nosotros pues tratamos de ayudarlos", asegura esta mujer tatuada y de cabello lila. "Si bien ofreces algo erótico, también ofreces compañía, una sonrisa, calidez".

Con casi la mitad de la humanidad en cuarentena por un virus que ya superó los 110.000 muertos, muchas trabajadoras de este sector escapan, de momento, al desplome de la economía global.

Confinada en su apartamento en Bogotá, Cianuro se enorgullece de usar su empatía para aconsejar a internautas desempleados, solitarios y preocupados.

Antes de que empezara a regir el aislamiento obligatorio en Colombia, donde hay más de 2.700 contagios, Cianuro ofrecía shows eróticos virtuales durante seis o siete horas diarias.

El tiempo de trabajo sigue siendo el mismo, pero la rutina ha cambiado: ahora una sesión suya lleva ejercicios físicos, recomendaciones de dietas y consejos económicos.

Visitas disparadas

Christophe Soret es el portavoz de CAM4 en Francia, una de las páginas más frecuentadas del sector. Asegura que el número de usuarios en todo el planeta subió 33% en el último mes, con un promedio de 18,5 millones de visitas diarias en su plataforma.

Solo los bailes eróticos privados tuvieron un alza de 15%.

El aumento "solo puede deberse a los confinamientos, porque no habíamos visto una progresión así en años", apunta.

Con unos 40.000 modelos webcam -de los 150.000 que hay en el mundo, donde el 90% son mujeres-, Colombia podría sacar provecho a "esta ventana de oportunidad siniestra", estima Juan Bustos, empresario de la industria de entretenimiento para adultos.

Para Rebecca Stonee, en Medellín, más actividad no ha representado un incremento automático de ingresos. Muchos nuevos usuarios son sobre todo voyeristas, que evitan gastar en estos lujos en medio de la crisis.

Para seguir trabajando durante el aislamiento, que en Colombia regirá en principio hasta el 27 de abril, algunas modelos optaron por encerrarse en sus estudios.

Ana Taylor, de cabello escarlata, solía atender a sus clientes en un call-center y ahora convive con cuatro compañeras en un edificio de cuatro pisos en el centro de Bogotá.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

El erotismo y el sexo en línea ya no bastan. En el confinamiento por la pandemia, las "webcamers" colombianas ahora pasan más tiempo escuchando y ofreciendo consejos de todo tipo a clientes que no saben cómo lidiar con el encierro.

La demanda de sus servicios no solo ha aumentado un 30%, según empresarios, sino que también se ha diversificado por el nuevo coronavirus.

Ahora "somos como las psicólogas para los usuarios", dice a la AFP una modelo webcam de 26 años, que en este negocio se hace llamar Ángela Cianuro.

El padecimiento "es un tema de conversación y de preocupación para muchos, y nosotros pues tratamos de ayudarlos", asegura esta mujer tatuada y de cabello lila. "Si bien ofreces algo erótico, también ofreces compañía, una sonrisa, calidez".

Con casi la mitad de la humanidad en cuarentena por un virus que ya superó los 110.000 muertos, muchas trabajadoras de este sector escapan, de momento, al desplome de la economía global.

Confinada en su apartamento en Bogotá, Cianuro se enorgullece de usar su empatía para aconsejar a internautas desempleados, solitarios y preocupados.

Antes de que empezara a regir el aislamiento obligatorio en Colombia, donde hay más de 2.700 contagios, Cianuro ofrecía shows eróticos virtuales durante seis o siete horas diarias.

El tiempo de trabajo sigue siendo el mismo, pero la rutina ha cambiado: ahora una sesión suya lleva ejercicios físicos, recomendaciones de dietas y consejos económicos.

Visitas disparadas

Christophe Soret es el portavoz de CAM4 en Francia, una de las páginas más frecuentadas del sector. Asegura que el número de usuarios en todo el planeta subió 33% en el último mes, con un promedio de 18,5 millones de visitas diarias en su plataforma.

Solo los bailes eróticos privados tuvieron un alza de 15%.

El aumento "solo puede deberse a los confinamientos, porque no habíamos visto una progresión así en años", apunta.

Con unos 40.000 modelos webcam -de los 150.000 que hay en el mundo, donde el 90% son mujeres-, Colombia podría sacar provecho a "esta ventana de oportunidad siniestra", estima Juan Bustos, empresario de la industria de entretenimiento para adultos.

Para Rebecca Stonee, en Medellín, más actividad no ha representado un incremento automático de ingresos. Muchos nuevos usuarios son sobre todo voyeristas, que evitan gastar en estos lujos en medio de la crisis.

Para seguir trabajando durante el aislamiento, que en Colombia regirá en principio hasta el 27 de abril, algunas modelos optaron por encerrarse en sus estudios.

Ana Taylor, de cabello escarlata, solía atender a sus clientes en un call-center y ahora convive con cuatro compañeras en un edificio de cuatro pisos en el centro de Bogotá.

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