/ viernes 8 de enero de 2021

Pandemia abre la brecha de género: OEA

Doctoras y enfermeras se enfrentan a un desfase en el salario de 28 por ciento y más riesgo de contagio

La pandemia de Covid-19 no sólo ha aumentado la violencia contra las mujeres, sino que ha abierto la brecha de desigualdad de género en sectores como el de la salud, en el cual se perderán más de 200 años de lucha por la equidad, advierte la Organización de Estados Americanos (OEA).

En su estudio “Covid-19 en la vida de las mujeres. Razones para reconocer los impactos diferenciados”, el organismo destaca que en la región de América, la mitad del personal médico y más de 80 por ciento del personal de enfermería son mujeres, el porcentaje más alto del mundo. Sin embargo, son una minoría en los cargos de decisión y enfrentan una brecha salarial de 28 por ciento.

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Además, se enfrentan a la escasez global de equipos de protección necesarios como mascarillas, guantes y lentes, lo que tendrá un impacto particular en el riesgo de contagio de las mujeres.

El informe también subraya que el coronavirus presenta un particular riesgo de mortalidad y morbilidad para mujeres mayores de 54 años, cuyo riesgo de contagio se incrementa en situaciones de institucionalización o donde las mujeres mayores no tienen la posibilidad de aislarse por situaciones de cohabitación o por sus propias responsabilidades de cuidado.

“Las mujeres privadas de libertad enfrentan una amenaza especialmente grave, pues el hacinamiento extremo, la inadecuada infraestructura básica y el poco acceso a servicios de salud incrementan tanto el riesgo de contagio como la gravedad del impacto del virus”, destaca.

Esto se agrega a la violencia. “El confinamiento obliga a las mujeres a estar encerradas con sus maltratadores. Teniendo en cuenta que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres, el encierro hace que se incremente el riesgo de violencia contra ellas en la medida en que aumenta el tiempo de convivencia; se generan conflictos alrededor de cuestiones domésticas y familiares; la violencia se prolonga sin que sea interrumpida y se genera una percepción de seguridad e impunidad del agresor”, indica el documento.

Asimismo, advierte que las medidas inmediatas de alivio económico, tras la pandemia, deben asegurar que las mujeres no se queden atrás, particularmente las mujeres de los grupos de mayor riesgo. “Acelerar el desarrollo de instrumentos para asegurar que las políticas sociales y económicas no discriminan a las mujeres es importante ahora y definirá la sociedad que surja de la crisis”, subraya.

La OEA propone extender el acceso a la protección social y asegurar los pagos de pensiones alimentarias.

La pandemia de Covid-19 no sólo ha aumentado la violencia contra las mujeres, sino que ha abierto la brecha de desigualdad de género en sectores como el de la salud, en el cual se perderán más de 200 años de lucha por la equidad, advierte la Organización de Estados Americanos (OEA).

En su estudio “Covid-19 en la vida de las mujeres. Razones para reconocer los impactos diferenciados”, el organismo destaca que en la región de América, la mitad del personal médico y más de 80 por ciento del personal de enfermería son mujeres, el porcentaje más alto del mundo. Sin embargo, son una minoría en los cargos de decisión y enfrentan una brecha salarial de 28 por ciento.

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Además, se enfrentan a la escasez global de equipos de protección necesarios como mascarillas, guantes y lentes, lo que tendrá un impacto particular en el riesgo de contagio de las mujeres.

El informe también subraya que el coronavirus presenta un particular riesgo de mortalidad y morbilidad para mujeres mayores de 54 años, cuyo riesgo de contagio se incrementa en situaciones de institucionalización o donde las mujeres mayores no tienen la posibilidad de aislarse por situaciones de cohabitación o por sus propias responsabilidades de cuidado.

“Las mujeres privadas de libertad enfrentan una amenaza especialmente grave, pues el hacinamiento extremo, la inadecuada infraestructura básica y el poco acceso a servicios de salud incrementan tanto el riesgo de contagio como la gravedad del impacto del virus”, destaca.

Esto se agrega a la violencia. “El confinamiento obliga a las mujeres a estar encerradas con sus maltratadores. Teniendo en cuenta que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres, el encierro hace que se incremente el riesgo de violencia contra ellas en la medida en que aumenta el tiempo de convivencia; se generan conflictos alrededor de cuestiones domésticas y familiares; la violencia se prolonga sin que sea interrumpida y se genera una percepción de seguridad e impunidad del agresor”, indica el documento.

Asimismo, advierte que las medidas inmediatas de alivio económico, tras la pandemia, deben asegurar que las mujeres no se queden atrás, particularmente las mujeres de los grupos de mayor riesgo. “Acelerar el desarrollo de instrumentos para asegurar que las políticas sociales y económicas no discriminan a las mujeres es importante ahora y definirá la sociedad que surja de la crisis”, subraya.

La OEA propone extender el acceso a la protección social y asegurar los pagos de pensiones alimentarias.