Aunque muchos no creen que las personas puedan ser poseídas por el demonio o que existan esos fenómenos paranormales, en nuestro país continúa la formación de exorcistas en la iglesia católica mexicana.
“Un exorcismo es rechazar el mal y, por ello, al hacer la señal de la Santa Cruz renunciamos a esa maldad que ocasiona divisiones, aislamiento, ego, soberbia y envidia”, asegura la iglesia.
La Arquidiócesis Primada de México informó que por segundo año consecutivo se llevó a cabo en nuestro país, la semana de formación básica para sacerdotes neoexoscistas, y otros interesados en la reflexión de los temas concernientes al sagrado ministerio del Exorcistado, con una participación de 311 asistentes.
Ello con el fin de ayudar a los exorcistas y sus auxiliares en el desempeño de su servicio a la Iglesia, al mismo tiempo que tratan de auxiliar a los fieles cristianos y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a comprender mejor lo que la Iglesia cree sobre las posesiones demoníacas y a liberarlo de errores y falsas comprensiones.
Exorcistas del mundo
El Ministerio de Exorcistas y la Pastoral de la Consolación de la Arquidiócesis de México, en coordinación con la Asociación Internacional de Exorcistas, realizaron el citado encuentro para comprender lo que la Iglesia católica cree sobre las posesiones diabólicas.
Asistieron exorcistas del mundo y fue fue dirigida a laicos, mediante un curso breve en el que participaron además peritos médicos, psicólogos y psiquiatras que auxiliaron a los exorcistas de México, Latinoamérica y Estados Unidos.
La iglesia citó que desde que se publicaron las líneas guía hace tres años por parte de la Asociación Internacional de Exorcistas, los cursos de formación versan en su conocimiento y su profundización de manera que se busca cualificar a los curas y sus auxiliares laicos en la sana doctrina y en la práctica correcta de este ministerio, susceptible de distorsiones y tergiversaciones.
La invitación se extendió a todas las diócesis y arquidiócesis de la República Mexicana y a las conferencias episcopales de América Latina y de Estados Unidos. La participación fue optativa, virtual o presencial, indicó.
La sede de los cursos de formación fue el Seminario Conciliar de México y se contó con la venia y el apoyo del Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México, del Obispo Auxiliar Héctor Mario Pérez Villareal, acompañante de la Vicaría de Pastoral, donde se ubica en el organigrama pastoral al Ministerio de los Exorcistas, y del presbítero Vicario de Pastoral.
También participaron el Obispo de Xochimilco, Mons. Andrés Vargas Peña y Mons. Hércules Medina Garfias Obispo Auxiliar de Morelia.
Sacerdotes, laicos y peritos
El Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis es el colegiado que agrupa a sacerdotes, laicos y peritos, que juntos atienden el delicado problema de la acción extraordinaria del Demonio en la Arquidiócesis de México y que, atiende la necesidad de formación de muchos exorcistas de habla hispana, resaltó.
Como ponentes en el encuentro se contó con la participación de miembros de la Asociación Internacional de Exorcistas, entre los que se encuentra su presidente, y otros peritos que estuvieron de manera virtual desde Italia.
Así sacerdotes peritos en la materia miembros del Colegio de Exorcistas de México.
La Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México afirmó que como miembro activo de la Asociación Internacional de Exorcistas ofrece periódicamente cursos de formación en la materia.
¿Cómo es un exorcista?
De acuerdo a la publicación Desde la fe, la figura de los posesos es, tristemente, caricaturizada y hasta denigrada. La figura del sacerdote exorcista también. Salvo honrosas excepciones, en la mayoría de presentaciones de este tipo, el personaje del exorcista se presenta como una persona rara, apartada de la realidad, extremadamente seria, casi fuera de la realidad, rígida.
Un sacerdote exorcista es portador de la buena noticia, es cierto que se enfrenta a algo difícil de comprender para muchos, pero lleva salvación, vida, libertad. Es un hombre caritativo, que acoge a quien vive confundido, temeroso, inseguro.
La personalidad del exorcista es bien definida: es preparado, no cree en fantasías ni supersticiones, menos promueve ideas mágicas o pseudo milagrosas; al contrario, promueve una auténtica fe y propone con humildad el camino liberador de Jesucristo, es un hombre de profunda vida de oración y con mucha prudencia en su proceder, y, sobre todo, es alegre y optimista.
Los exorcismos no son como los pintan las películas
Las películas de exorcismos son muy famosas, pero suelen presentar el acto como si fuera similar a la brujería, afirmó el padre Alberto Medel, asesor del Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis Primada de México en entrevista con Desde la Fe.
Las películas cuyo argumento es una posesión diabólica deben ser vistas como un simple entretenimiento, como una historia ficticia más producto de la imaginación y de la fantasía, que de la realidad, indicó el especialista.
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El sacerdote comentó que las novelas escritas, el teatro, las películas y las actuales series de las plataformas digitales de exorcismo son grandes vías por las que transita nuestra imaginación y nuestra fantasía.
Refirió que las películas de exorcismos no están exentas de esto, y más cuando la fenomenología del rito litúrgico del exorcismo está llena de elementos que no fácilmente podemos comprender.
“Los exorcismos son siempre una buena noticia, es decir, es el remedio dado por Cristo a su Iglesia para sanar a los que están influenciados por la acción extraordinaria del maligno”, añadió.
En las películas, series y demás, los exorcismos pertenecen al género de “terror”, muy lejos del fin de los exorcismos que es la liberación del poseso, estas recreaciones infunden terror y miedo, subrayó el padre Alberto Medel.
El religioso especificó que las personas que tienen una posesión demoníaca sufren mucho, y estas películas, en su mayoría, no respetan esta faceta del dolor humano. Es cierto que retratan una realidad, pero no lo hacen con el respeto debido.
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