/ sábado 11 de enero de 2020

Estrategias federales para impedir defunciones por homicidio

Para el INEGI las tres principales causas de defunción en el grupo de 15 a 24 años de edad son: agresiones, accidentes y suicidios

Hay que fortalecer las estrategias para disminuir las causas que provocan las defunciones por homicidios, accidentes de tránsito y suicidios que sufre la población adolescente y joven del país, se deben comprometer las secretarías de Bienestar, Salud, Seguridad Pública y Protección Ciudadana, y de Educación Pública, así como sus homólogas en los estados del país.

El diputado del Partido Encuentro Social, Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, mediante un punto de acuerdo que analiza la Segunda Comisión de la Permanente, fundamentó que en 2018 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que las tres principales causas de defunción en el grupo de edad de 15 a 24 años son las agresiones, los accidentes y los suicidios.

Refirió que de 2010 a 2017 hubo más de 47 mil defunciones por accidentes, de los cuales, alrededor de 28 mil fueron en percances de tránsito.

En 2019 fallecieron alrededor de 41 mil jóvenes, y de ese total más de 5 mil murieron por accidentes en transporte, es decir el 12.4%.

Según el INEGI, los transportes donde más se lesionan y fallecen, son motocicleta, con el 20.1% y el automóvil, 13.1%, mientras que por atropellamiento muere el 13.8% de peatones jóvenes.

Estableció las estadísticas de mortalidad de INEGI de 2018 indican que en ese año hubo más 36 mil defunciones por homicidio; de ese total, 2 mil 562 fueron en los rangos de edad de 15 a 19 años, y 5 mil 69, de 20 a 24 años, con un total de 7 mil 631 muertes, es decir en estos dos rangos de edad el porcentaje es de 20.80%.

Las cifras resultan alarmantes, ya que de acuerdo con el instituto, 2 mil 115 personas de 18 años y menos fueron víctimas de homicidio.

Baldenebro Arredondo expuso que en cuanto al suicidio, el INEGI informó que en 2017 la tasa fue de 5.2 por cada 100 mil habitantes; la población adolescente y joven ocupó el lugar número 22 de las principales causas de muerte para la población total, siendo en el rango de 15 a 29 años la segunda causa de muerte.

Los jóvenes de 20 a 24 años ocupan la tasa más alta de suicidio con 9.3 por cada 100 mil jóvenes entre estas edades.

La Asociación Iberoamericana de Neurociencias y Psiquiatría, establece que en los rangos de edad de 14 a 29 años se ha convertido en un problema de salud pública, debido a que en las últimas tres décadas se incrementó 200%, especialmente en la población de adolescentes.

Recordó que el gobierno de México, ha destacado la relevancia de garantizar los derechos de las y los adolescentes y jóvenes, para que incrementen su bienestar social y el de sus familias, con la finalidad de alejarlos de la violencia y la inseguridad para que tengan desarrollo óptimo y calidad en su salud mental.

Ante ese panorama, dijo, este sector de la población demanda mayores oportunidades con igualdad y acceso a empleo, salud, seguridad y educación, a fin de acceder a un bienestar social más justo, equitativo y progresivo que les permita transformar su entorno y el de sus familias para que prosperen, y así se puedan prevenir y disminuir las defunciones por homicidios, accidentes y suicidios en este importante sector de la población y del tejido social.

EGS

Hay que fortalecer las estrategias para disminuir las causas que provocan las defunciones por homicidios, accidentes de tránsito y suicidios que sufre la población adolescente y joven del país, se deben comprometer las secretarías de Bienestar, Salud, Seguridad Pública y Protección Ciudadana, y de Educación Pública, así como sus homólogas en los estados del país.

El diputado del Partido Encuentro Social, Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, mediante un punto de acuerdo que analiza la Segunda Comisión de la Permanente, fundamentó que en 2018 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que las tres principales causas de defunción en el grupo de edad de 15 a 24 años son las agresiones, los accidentes y los suicidios.

Refirió que de 2010 a 2017 hubo más de 47 mil defunciones por accidentes, de los cuales, alrededor de 28 mil fueron en percances de tránsito.

En 2019 fallecieron alrededor de 41 mil jóvenes, y de ese total más de 5 mil murieron por accidentes en transporte, es decir el 12.4%.

Según el INEGI, los transportes donde más se lesionan y fallecen, son motocicleta, con el 20.1% y el automóvil, 13.1%, mientras que por atropellamiento muere el 13.8% de peatones jóvenes.

Estableció las estadísticas de mortalidad de INEGI de 2018 indican que en ese año hubo más 36 mil defunciones por homicidio; de ese total, 2 mil 562 fueron en los rangos de edad de 15 a 19 años, y 5 mil 69, de 20 a 24 años, con un total de 7 mil 631 muertes, es decir en estos dos rangos de edad el porcentaje es de 20.80%.

Las cifras resultan alarmantes, ya que de acuerdo con el instituto, 2 mil 115 personas de 18 años y menos fueron víctimas de homicidio.

Baldenebro Arredondo expuso que en cuanto al suicidio, el INEGI informó que en 2017 la tasa fue de 5.2 por cada 100 mil habitantes; la población adolescente y joven ocupó el lugar número 22 de las principales causas de muerte para la población total, siendo en el rango de 15 a 29 años la segunda causa de muerte.

Los jóvenes de 20 a 24 años ocupan la tasa más alta de suicidio con 9.3 por cada 100 mil jóvenes entre estas edades.

La Asociación Iberoamericana de Neurociencias y Psiquiatría, establece que en los rangos de edad de 14 a 29 años se ha convertido en un problema de salud pública, debido a que en las últimas tres décadas se incrementó 200%, especialmente en la población de adolescentes.

Recordó que el gobierno de México, ha destacado la relevancia de garantizar los derechos de las y los adolescentes y jóvenes, para que incrementen su bienestar social y el de sus familias, con la finalidad de alejarlos de la violencia y la inseguridad para que tengan desarrollo óptimo y calidad en su salud mental.

Ante ese panorama, dijo, este sector de la población demanda mayores oportunidades con igualdad y acceso a empleo, salud, seguridad y educación, a fin de acceder a un bienestar social más justo, equitativo y progresivo que les permita transformar su entorno y el de sus familias para que prosperen, y así se puedan prevenir y disminuir las defunciones por homicidios, accidentes y suicidios en este importante sector de la población y del tejido social.

EGS