/ domingo 9 de junio de 2019

México no puede sacrificar calidad y efectividad de medicamentos en aras de un ahorro

Alertan sobre riesgos que correrían empresas nacionales en caso de importar medicamentos con calidades cuestionables

En aras de generar un ahorro, México no puede importar medicamentos o insumos para la salud de efectividad y calidad cuestionable, y castigar en ese proceso a la industria farmacéutica establecida que paga impuestos, invierte y genera empleos.

Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) manifestó que la iniciativa privada aplaude el entorno de competencia, pero siempre y cuando este sea en “piso parejo”, en un marco de respeto al Estado de derecho y, sobre todo, anteponga el interés superior de la protección a la salud y vida de los mexicanos.

En entrevista para LA PRENSA, Patrick Devlyn señaló que cualquier proceso licitatorio que lleva a cabo el Estado mexicano, debe regirse por un Estado de derecho, en el que todos los participantes estén obligados a respetar las mismas reglas del juego.

Sobre las descalificaciones a priori que se han venido expresando contra ciertas empresas del ramo farmacéutico, el representante empresarial indicó que si el gobierno tiene alguna duda, lo primero que debería hacer es investigar y después de un debido proceso, aplicar la ley.

El Estado mexicano ha firmado tratados de libre comercio con varias naciones del mundo y México está obligado a cumplir esas reglas, si también queremos que otros países respeten esas reglas hacia México, destacó Patrick Devlyn.

Por ello, se pronunció por mantener “piso parejo” y solicitar los mismos requerimientos que cumplen las empresas farmacéuticas nacionales y establecidas en nuestro país, si el gobierno mexicano decide comprar medicamentos a empresas de otros países del mundo, para evitar el riesgo de terminar trayendo medicamentos con calidades cuestionables, señaló.

“En temas de salud no todo es un precio o presupuesto, porque finalmente estamos hablando de personas y de vidas. Si alguien compra un mueble o ropa de mala calidad, el consumidor solo deja de comprarlo, pero en el caso de medicamentos podemos beneficiar o afectar personas y familias enteras, lo que coloca el tema de calidad como prioridad, incluso por arriba de los costos”, explicó.

Informó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece las reglas para participar en un fondo rotatorio y acceder a medicamentos de otras latitudes, cuyo primer requisito es el pago por anticipado, cuando en México paga a los proveedores nacionales 9 o 12 meses después.

La OMS también señala que los medicamentos de este listado solo son certificados por los órganos reguladores de los países de origen, lo que significa que no tienen los mismos estándares de calidad que exige la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a la industria nacional.

El presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial explicó que México no importa medicamentos de China o la India, porque los órganos reguladores sanitarios de esos países no son de referencia internacional, como ocurre actualmente con la FDA de Estados Unidos y la Cofepris de México.

Ante incertidumbre México debe proteger su propia industria

Patrick Devlyn consideró que si la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autoriza los registros sanitarios y los permisos para la importación de medicamentos de otros países del mundo, se podría poner en riesgo la salud de los mexicanos ante la eventual llegada de productos que no cumplan con los estándares de calidad y eficacia.

En aras de generar un ahorro, México no puede importar medicamentos o insumos para la salud de efectividad y calidad cuestionable, y castigar en ese proceso a la industria farmacéutica establecida que paga impuestos, invierte y genera empleos.

Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) manifestó que la iniciativa privada aplaude el entorno de competencia, pero siempre y cuando este sea en “piso parejo”, en un marco de respeto al Estado de derecho y, sobre todo, anteponga el interés superior de la protección a la salud y vida de los mexicanos.

En entrevista para LA PRENSA, Patrick Devlyn señaló que cualquier proceso licitatorio que lleva a cabo el Estado mexicano, debe regirse por un Estado de derecho, en el que todos los participantes estén obligados a respetar las mismas reglas del juego.

Sobre las descalificaciones a priori que se han venido expresando contra ciertas empresas del ramo farmacéutico, el representante empresarial indicó que si el gobierno tiene alguna duda, lo primero que debería hacer es investigar y después de un debido proceso, aplicar la ley.

El Estado mexicano ha firmado tratados de libre comercio con varias naciones del mundo y México está obligado a cumplir esas reglas, si también queremos que otros países respeten esas reglas hacia México, destacó Patrick Devlyn.

Por ello, se pronunció por mantener “piso parejo” y solicitar los mismos requerimientos que cumplen las empresas farmacéuticas nacionales y establecidas en nuestro país, si el gobierno mexicano decide comprar medicamentos a empresas de otros países del mundo, para evitar el riesgo de terminar trayendo medicamentos con calidades cuestionables, señaló.

“En temas de salud no todo es un precio o presupuesto, porque finalmente estamos hablando de personas y de vidas. Si alguien compra un mueble o ropa de mala calidad, el consumidor solo deja de comprarlo, pero en el caso de medicamentos podemos beneficiar o afectar personas y familias enteras, lo que coloca el tema de calidad como prioridad, incluso por arriba de los costos”, explicó.

Informó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece las reglas para participar en un fondo rotatorio y acceder a medicamentos de otras latitudes, cuyo primer requisito es el pago por anticipado, cuando en México paga a los proveedores nacionales 9 o 12 meses después.

La OMS también señala que los medicamentos de este listado solo son certificados por los órganos reguladores de los países de origen, lo que significa que no tienen los mismos estándares de calidad que exige la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a la industria nacional.

El presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial explicó que México no importa medicamentos de China o la India, porque los órganos reguladores sanitarios de esos países no son de referencia internacional, como ocurre actualmente con la FDA de Estados Unidos y la Cofepris de México.

Ante incertidumbre México debe proteger su propia industria

Patrick Devlyn consideró que si la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autoriza los registros sanitarios y los permisos para la importación de medicamentos de otros países del mundo, se podría poner en riesgo la salud de los mexicanos ante la eventual llegada de productos que no cumplan con los estándares de calidad y eficacia.

Policiaca

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