/ martes 27 de agosto de 2019

Las mulas mexicanas

Alerta Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, sobre el uso de niños y jóvenes en México para el tráfico de enervantes

El crimen organizado en México ocupa a niños y jóvenes como “mulas” para el trasiego de drogas alerta la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC). Además muestra su preocupación por el aumento de sustancias psicoactivas, pues hasta diciembre del 2018 se detectaron 892 drogas de este tipo, de las cuales solo 283 son controladas internacionalmente.

En su informe mundial de drogas 2018, el Organismo Internacional manifiesta su preocupación porque, los cárteles de la droga están secuestrando y obligando a niños y jóvenes a trabajar en el cultivo, producción y tráfico de drogas.

Reportes de inteligencia de autoridades policiacas revelan que principalmente dicha práctica se da en la región ribereña de Camargo y Reynosa, Tamaulipas.

Según la ONUDC, en la última década, los cárteles de la droga y los grupos del crimen organizado en México a parte de despojar a grupos indígenas de sus tierras secuestran a menores de edad para obligarlos al trasiego de droga.

Foto: Especial

El informe detalla que los jóvenes involucrados en el comercio ilícito de drogas a menudo forman parte de grandes grupos delictivos y son usados para implementar diferentes formas de contrabando de sustancias ilegales a través de las fronteras.

Videos en redes sociales, dan cuenta como son utilizados principalmente en la llamada frontera chica, Miguel Alemán, Camargo y Reynosa.

En nuestro país, añade el documento, los líderes delincuenciales generalmente usan niños para vigilar los puntos de control de los estados o la frontera. En el límite entre Estados Unidos y México “muchos jóvenes están involucrados en el tráfico de drogas, sirviendo como las llamadas ‘mulas’, para llevar drogas a través de la frontera”, agrega la ONUDC.

Los grupos de tráfico también se dirigen a jóvenes que pueden cruzar la frontera de manera legal, ya sean ciudadanos estadounidenses que viven en México o incluso aquellos que estudian en Estados Unidos.

La ONU ejemplificó que, en el 2013, 118 jóvenes fueron detenidos por contrabando de cannabis, metanfetamina, heroína y cocaína a través de la frontera de San Diego. Sin embargo, para el 2015, ese número se había reducido a 70: “Este descenso puede atribuirse a varios factores, incluida una mayor seguridad fronteriza, pero las cifras sólo reflejan a los que fueron capturados y no a los que tuvieron éxito al cruzar la frontera”.

Utilizando datos de más de 40 países, refiere que alrededor de 3 por ciento de las personas arrestadas o amonestadas por posesión de drogas en el 2015 tenían menos de 18 años.

Asimismo, el documento menciona que México es el país de origen de 90 por ciento de la heroína que llegó a Estados Unidos en la última década.

Foto: Especial

Sobre la cocaína, la ONU señala que en el 2016 las autoridades de EU informaron que se incautó más cocaína en el mar (46 por ciento) que en tierra (41 por ciento); en comparación con el 2013, cuando 81 por ciento de la cocaína incautada fue por tierra y 12 por ciento, por mar.

Al respecto, Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México (UNODC en México) aseguró que “es urgente reorientar las políticas de control de drogas en cumplimiento de la ley con el sistema internacional de control de drogas hacia las grandes redes del crimen organizado y no hacia los más débiles.

“Es necesario vigilar de cerca los mercados de cannabis, aunque es demasiado es demasiado pronto para valorar las repercusiones que acabará teniendo la legislación que autorice el consumo de cannabis con fines no médicos en el Canadá, Uruguay o en algunos lugares de Estados Unidos de América. Ya se aprecian algunas tendencias”, destacó Antonino De Leo.

Destacó que “en el periodo 2005 al 2019, el incremento de estas nuevas sustancias ha sido muy importante. Digamos llegando a casi 892 nuevas sustancias psicoactivas detectadas a diciembre del 2018.

“De estas nuevas sustancias solo 273 son controladas internacionalmente, lo cual representa un grave riesgo potencial para la salud de estas nuevas sustancias psicoactivas, las cuales pertenecen a nuevas categorías, entre las cuales se encuentra también cannabinoides sintéticas”, agrega, Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México.

Se denomina psicoactivo toda sustancia química que, al introducirse por cualquier vía (bucal o nasal) y luego pasar al torrente sanguíneo ejerce un efecto directo sobre el sistema nervioso central (compuesta por el encéfalo y la médula espinal) y que ocasiona cambios específicos en sus funciones. Estas sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones.

El consumo de sustancia psicoactivas está documentada desde hace miles de años. Históricamente, las sustancias psicoactivas se han usado para contextos médicos, rituales, religiosos y para usos aprobados culturalmente (por ejemplo: opio, alcohol, nicotina, cafeína, cocaína, morfina).

El problema de las sustancias psicoactivas es muy grave, pues –solo por poner un ejemplo- en Colombia cada dos días se detecta una nueva sustancia de este tipo en las calles de ese país, como lo reveló, Freddy Becerra, Experto del Ministerio de Salud, quien destacó que en lo que va del año 2019, han sido detectadas 39 nuevas sustancias psicoactivas en el país y en total circulan 389 sustancias psicoactivas. La cifra equivale a que cada 2 días las autoridades detectan una nueva sustancia de este tipo en las calles de Colombia.

Desde el 2011, la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) y el Servicio de Aduanas y Migración de Estados Unidos (ICE) alertaron de que niños de entre 11 y 17 años son reclutados por los cárteles del narcotráfico mexicanos que sirvan de mulas para transportar droga o como halcones (espías).

Desde entonces, se dio a alerta en el sentido de que los niños proceden tanto de México como de Estados Unidos, aunque desde el segundo semestre de 2011 -revelaron-, se notado un aumento de los que viven en este último porque tienen la ventaja de la nacionalidad.

En un reporte, la DEA explicó desde ese año, que los pagos que reciben los menores de edad dependen del grupo criminal que los recluta y que los Zetas y el cártel del Golfo ofrecían un promedio de 500 dólares por paso de droga, mil dólares por cuidar a secuestrados durante un mes o mil 500 dólares por espiar e informar de cuándo se movilizan las autoridades a ciertos puntos.

Foto: Especial

Los menores que han sido detenidos y que se encuentran relacionados con los carteles mexicanos, son narcotráfico, complicidad en extorsiones y secuestros, piratería, corrupción y espionaje, entre otros.

En algunos casos, apunta la información, los niños ya formaban parte de pandillas en Estados Unidos y al ser reclutados por los cárteles mexicanos les ponen pruebas para obtener su confianza.

Pese a la alerta por parte de la DEA y el Servicio de Aduanas y Migración de Estados Unidos (ICE) sobre la forma en que los carteles mexicanos usan a menores de edad de entre 11 y 17 años para transportar drogas en la espalda como “mulas”, hasta ahora la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada de la Fiscalía General de la República parece ser que no ha hecho nada, pues, de acuerdo con Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México, este grave problema se sigue dando tanto en México como en Estados Unidos.

El cultivo, cosecha, trasiego y venta de drogas, así como la elaboración de derogas sintéticas por parte de los carteles mexicanos sigue en aumento con la complicidad de los cárteles de Colombia, quienes de manera constante descubren nuevas drogas que sacan al mercado internacional, pues de las 892 nuevas sustancias psicoactivas detectadas a diciembre del 2018, solo 273 son controladas internacionalmente.

Sobre el monitoreo de cultivos ilícitos en territorio mexicano, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México propone fortalecer las capacidades del gobierno mexicano para generar información basada en evidencia sobre la ubicación de los cultivos ilícitos con alta precisión, lo cual permitirá desarrollar políticas públicas integrales encaminadas a combatir la oferta y la demanda de drogas; a través de tres fases: I) Estimación nacional de superficie sembrada con amapola (Ha) en un "Año Agrícola" para México; II) Obtención de datos científicos sobre el rendimiento de la goma de opio de amapola (kg/ha); III) Análisis químico de la goma de opio de amapola (concentración de morfina).

La UNODC tiene como misión la búsqueda de un mundo más seguro, en paz y justo con el ser humano al centro de sus acciones.

De esta manera, la Oficina trabaja para fortalecer esquemas de prevención del delito, establecer mecanismos para lograr una sociedad segura, fortalecer el estado de derecho y la impartición de justicia, promover sistemas de justicia penal estables y combatir las amenazas de la delincuencia organizada, la corrupción, el terrorismo y las drogas ilícitas.

Asimismo, su labor se rige por dos ejes transversales: la protección de los derechos humanos y la equidad de género.

Foto: Especial

A fin de alcanzar sus objetivos, la Oficinas de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) desarrolla una amplia gama de iniciativas y programas, bajo tres pilares: Trabajo normativo a fin de brindar asistencia a los países en la ratificación y aplicación de los tratados internacionales y la elaboración de legislación nacional acorde.

Proyectos de cooperación técnica para potenciar la capacidad de los Estados miembros en la lucha contra los problemas planteados por las drogas ilícitas, la delincuencia y el terrorismo.

Investigación y análisis para aumentar el conocimiento y la comprensión de las cuestiones relativas a las drogas y a la delincuencia. Además de ampliar la base informativa para la adopción de decisiones de política y operacionales.

HM

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

El crimen organizado en México ocupa a niños y jóvenes como “mulas” para el trasiego de drogas alerta la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC). Además muestra su preocupación por el aumento de sustancias psicoactivas, pues hasta diciembre del 2018 se detectaron 892 drogas de este tipo, de las cuales solo 283 son controladas internacionalmente.

En su informe mundial de drogas 2018, el Organismo Internacional manifiesta su preocupación porque, los cárteles de la droga están secuestrando y obligando a niños y jóvenes a trabajar en el cultivo, producción y tráfico de drogas.

Reportes de inteligencia de autoridades policiacas revelan que principalmente dicha práctica se da en la región ribereña de Camargo y Reynosa, Tamaulipas.

Según la ONUDC, en la última década, los cárteles de la droga y los grupos del crimen organizado en México a parte de despojar a grupos indígenas de sus tierras secuestran a menores de edad para obligarlos al trasiego de droga.

Foto: Especial

El informe detalla que los jóvenes involucrados en el comercio ilícito de drogas a menudo forman parte de grandes grupos delictivos y son usados para implementar diferentes formas de contrabando de sustancias ilegales a través de las fronteras.

Videos en redes sociales, dan cuenta como son utilizados principalmente en la llamada frontera chica, Miguel Alemán, Camargo y Reynosa.

En nuestro país, añade el documento, los líderes delincuenciales generalmente usan niños para vigilar los puntos de control de los estados o la frontera. En el límite entre Estados Unidos y México “muchos jóvenes están involucrados en el tráfico de drogas, sirviendo como las llamadas ‘mulas’, para llevar drogas a través de la frontera”, agrega la ONUDC.

Los grupos de tráfico también se dirigen a jóvenes que pueden cruzar la frontera de manera legal, ya sean ciudadanos estadounidenses que viven en México o incluso aquellos que estudian en Estados Unidos.

La ONU ejemplificó que, en el 2013, 118 jóvenes fueron detenidos por contrabando de cannabis, metanfetamina, heroína y cocaína a través de la frontera de San Diego. Sin embargo, para el 2015, ese número se había reducido a 70: “Este descenso puede atribuirse a varios factores, incluida una mayor seguridad fronteriza, pero las cifras sólo reflejan a los que fueron capturados y no a los que tuvieron éxito al cruzar la frontera”.

Utilizando datos de más de 40 países, refiere que alrededor de 3 por ciento de las personas arrestadas o amonestadas por posesión de drogas en el 2015 tenían menos de 18 años.

Asimismo, el documento menciona que México es el país de origen de 90 por ciento de la heroína que llegó a Estados Unidos en la última década.

Foto: Especial

Sobre la cocaína, la ONU señala que en el 2016 las autoridades de EU informaron que se incautó más cocaína en el mar (46 por ciento) que en tierra (41 por ciento); en comparación con el 2013, cuando 81 por ciento de la cocaína incautada fue por tierra y 12 por ciento, por mar.

Al respecto, Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México (UNODC en México) aseguró que “es urgente reorientar las políticas de control de drogas en cumplimiento de la ley con el sistema internacional de control de drogas hacia las grandes redes del crimen organizado y no hacia los más débiles.

“Es necesario vigilar de cerca los mercados de cannabis, aunque es demasiado es demasiado pronto para valorar las repercusiones que acabará teniendo la legislación que autorice el consumo de cannabis con fines no médicos en el Canadá, Uruguay o en algunos lugares de Estados Unidos de América. Ya se aprecian algunas tendencias”, destacó Antonino De Leo.

Destacó que “en el periodo 2005 al 2019, el incremento de estas nuevas sustancias ha sido muy importante. Digamos llegando a casi 892 nuevas sustancias psicoactivas detectadas a diciembre del 2018.

“De estas nuevas sustancias solo 273 son controladas internacionalmente, lo cual representa un grave riesgo potencial para la salud de estas nuevas sustancias psicoactivas, las cuales pertenecen a nuevas categorías, entre las cuales se encuentra también cannabinoides sintéticas”, agrega, Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México.

Se denomina psicoactivo toda sustancia química que, al introducirse por cualquier vía (bucal o nasal) y luego pasar al torrente sanguíneo ejerce un efecto directo sobre el sistema nervioso central (compuesta por el encéfalo y la médula espinal) y que ocasiona cambios específicos en sus funciones. Estas sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o alterar las percepciones.

El consumo de sustancia psicoactivas está documentada desde hace miles de años. Históricamente, las sustancias psicoactivas se han usado para contextos médicos, rituales, religiosos y para usos aprobados culturalmente (por ejemplo: opio, alcohol, nicotina, cafeína, cocaína, morfina).

El problema de las sustancias psicoactivas es muy grave, pues –solo por poner un ejemplo- en Colombia cada dos días se detecta una nueva sustancia de este tipo en las calles de ese país, como lo reveló, Freddy Becerra, Experto del Ministerio de Salud, quien destacó que en lo que va del año 2019, han sido detectadas 39 nuevas sustancias psicoactivas en el país y en total circulan 389 sustancias psicoactivas. La cifra equivale a que cada 2 días las autoridades detectan una nueva sustancia de este tipo en las calles de Colombia.

Desde el 2011, la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) y el Servicio de Aduanas y Migración de Estados Unidos (ICE) alertaron de que niños de entre 11 y 17 años son reclutados por los cárteles del narcotráfico mexicanos que sirvan de mulas para transportar droga o como halcones (espías).

Desde entonces, se dio a alerta en el sentido de que los niños proceden tanto de México como de Estados Unidos, aunque desde el segundo semestre de 2011 -revelaron-, se notado un aumento de los que viven en este último porque tienen la ventaja de la nacionalidad.

En un reporte, la DEA explicó desde ese año, que los pagos que reciben los menores de edad dependen del grupo criminal que los recluta y que los Zetas y el cártel del Golfo ofrecían un promedio de 500 dólares por paso de droga, mil dólares por cuidar a secuestrados durante un mes o mil 500 dólares por espiar e informar de cuándo se movilizan las autoridades a ciertos puntos.

Foto: Especial

Los menores que han sido detenidos y que se encuentran relacionados con los carteles mexicanos, son narcotráfico, complicidad en extorsiones y secuestros, piratería, corrupción y espionaje, entre otros.

En algunos casos, apunta la información, los niños ya formaban parte de pandillas en Estados Unidos y al ser reclutados por los cárteles mexicanos les ponen pruebas para obtener su confianza.

Pese a la alerta por parte de la DEA y el Servicio de Aduanas y Migración de Estados Unidos (ICE) sobre la forma en que los carteles mexicanos usan a menores de edad de entre 11 y 17 años para transportar drogas en la espalda como “mulas”, hasta ahora la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada de la Fiscalía General de la República parece ser que no ha hecho nada, pues, de acuerdo con Antonino De Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México, este grave problema se sigue dando tanto en México como en Estados Unidos.

El cultivo, cosecha, trasiego y venta de drogas, así como la elaboración de derogas sintéticas por parte de los carteles mexicanos sigue en aumento con la complicidad de los cárteles de Colombia, quienes de manera constante descubren nuevas drogas que sacan al mercado internacional, pues de las 892 nuevas sustancias psicoactivas detectadas a diciembre del 2018, solo 273 son controladas internacionalmente.

Sobre el monitoreo de cultivos ilícitos en territorio mexicano, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México propone fortalecer las capacidades del gobierno mexicano para generar información basada en evidencia sobre la ubicación de los cultivos ilícitos con alta precisión, lo cual permitirá desarrollar políticas públicas integrales encaminadas a combatir la oferta y la demanda de drogas; a través de tres fases: I) Estimación nacional de superficie sembrada con amapola (Ha) en un "Año Agrícola" para México; II) Obtención de datos científicos sobre el rendimiento de la goma de opio de amapola (kg/ha); III) Análisis químico de la goma de opio de amapola (concentración de morfina).

La UNODC tiene como misión la búsqueda de un mundo más seguro, en paz y justo con el ser humano al centro de sus acciones.

De esta manera, la Oficina trabaja para fortalecer esquemas de prevención del delito, establecer mecanismos para lograr una sociedad segura, fortalecer el estado de derecho y la impartición de justicia, promover sistemas de justicia penal estables y combatir las amenazas de la delincuencia organizada, la corrupción, el terrorismo y las drogas ilícitas.

Asimismo, su labor se rige por dos ejes transversales: la protección de los derechos humanos y la equidad de género.

Foto: Especial

A fin de alcanzar sus objetivos, la Oficinas de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) desarrolla una amplia gama de iniciativas y programas, bajo tres pilares: Trabajo normativo a fin de brindar asistencia a los países en la ratificación y aplicación de los tratados internacionales y la elaboración de legislación nacional acorde.

Proyectos de cooperación técnica para potenciar la capacidad de los Estados miembros en la lucha contra los problemas planteados por las drogas ilícitas, la delincuencia y el terrorismo.

Investigación y análisis para aumentar el conocimiento y la comprensión de las cuestiones relativas a las drogas y a la delincuencia. Además de ampliar la base informativa para la adopción de decisiones de política y operacionales.

HM

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