/ lunes 20 de diciembre de 2021

La destacada labor de los binomios caninos de la SEMAR

A diario los canes de la Marina se preparan para que la ciudadanía se dé cuenta de lo importante que se han convertido, no sólo como compañeros de vida, sino como héroes

Cibeles, Ecko, Eroz y Green son cuatro de los binomios caninos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), que están capacitados para misiones especiales, principalmente para labores de rescate en casos de desastre, así como para el combate al narcotráfico, al detectar enervantes, explosivos y rastreamiento de personas. Gracias a estos valientes canes, se han descubierto importantes cargamentos de drogas y localizado gente.

Las razas que más sobresalen en estas misiones son Pastor Belga Malinois, Labrador y Sabueso, debido al temperamento que tienen, aparte de la agilidad y fuerza que pueden llegar a alcanzar y por su capacidad de olfato. Los Pastor Belga son muy destacados, sobre todo por el trabajo de nariz o mejor conocido como de rastreo.

De hecho, actualmente la Secretaría de Marina cuenta con un centro de reproducción y distribución de esta raza. Por el potencial físico que pueden llegar a tener durante los entrenamientos, estos perros se han convertido en predilectos para este tipo de operaciones.

LA PRENSA estuvo en los campos de adiestramiento canino de la Marina, donde el cabo de servicio y entrenador canino, Emanuel Hernández, explicó que parte de los ejercicios básicos son para que desarrollen diferentes habilidades, técnicas o funciones.

ARDUO ENTRENAMIENTO

Explicó que en los ejercicios que realizan día con día destacan la llamada “búsqueda en caja de designación”, que sirve para que en algún momento, y en caso de ser necesario, los perros puedan detectar enervantes, explosivos y rastreamiento de personas.

Este entrenamiento es muy importante, porque de esa forma los canes comienzan a tener relación e interés por buscar en diferentes lugares el objetivo que se le asigna, además, comienzan a familiarizarse con los aromas y descartan aquellos que no son importantes para las operaciones especiales.

El cabo Hernández destacó que los materiales con los que se trabajan y entrenan a los animales son de artillería y consisten en unas bolsas, las cuales contienen propiedades químicas, ya sea de algún enervante o de explosivos, con la finalidad de no dañar su olfato.

A partir de los tres meses de edad, los cachorros pueden iniciar con su entrenamiento y aproximadamente a un año, o año y medio, se les puede considerar como “perros operativos”, mientras tanto, los animales tienen que pasar por diferentes fases de adiestramiento.

Una vez que los canes concluyen de manera adecuada y constante sus entrenamientos, el adiestramiento deja de ser diario y sólo se realiza cada tercer día, para reforzar los conocimientos adquiridos.

El trabajo físico también es parte de la vida diaria de estos pequeños héroes. Durante su ardua labor de búsqueda y rescate tienen que incluso exponer su vida para localizar personas en un edificio colapsado, y la complexión física es muy importante.

En ocasiones se vuelve una tarea difícil y arriesgada, porque la mayor parte de los rescates tienen que hacerlos en lugares pequeños y frágiles.

El régimen alimenticio que tienen también influye mucho en su entrenamiento y su vida diaria; sólo comen croquetas y una ración al día.

Sin embargo, los marinos utilizan comida como pollo, carne y vegetales durante un entrenamiento llamado "discriminación de aroma", consistente en que en diversos escenarios los agitadores caninos ponen cierto tipo de alimento y los perros aprenden a ignorar estos aromas y sólo se enfocan en los de relevancia (enervantes, explosivos y personas).

Foto: José Melton | La Prensa

HÉROES DE CUATRO PATAS

Un claro ejemplo de los actos heroicos de estos animales los tuvo la perrita de raza Labrador llamada "Frida", quien colaboró en el rescate de personas durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Los canes cada 15 días o al menos una vez al mes acuden al veterinario para un chequeo general; durante el examen se revisan sus órganos, cojinetes, orejas, ojos, etcétera.

Una vez que concluyen su tiempo de vida operativa, que aproximadamente es de ocho años, los perros se retiran para gozar de un descanso, pero siguen teniendo cuidados especiales para que su calidad de vida continúe siendo buena.

Los ejemplares disfrutan de una sana convivencia por parte de los elementos de la Marina, además de que en sus capacitaciones aprenden a socializar con los humanos para evitar que se vuelvan agresivos.

Los canes no están entrenados para atacar a ninguna persona en caso de que tengan que enfrentarse a algún infractor de la ley.

Durante los entrenamientos se les enseña sólo a detectar aromas y poder identificar el lugar preciso donde se encuentran los enervantes o explosivos. Cuando logran hacerlo, sólo permanecen quietos y comienzan a ladrar para llamar la atención de los marinos y que acudan a efectuar una revisión completa del lugar.

El buen entrenamiento de los binomios caninos, proporcionado por el equipo táctico de la Marina, se evidencia en demasía por la comunicación entre el marino y el perro, que es básico y esencial.

De esta forma, a diario los canes de la Marina se preparan para que la ciudadanía se dé cuenta de lo importante que se han convertido, no sólo como compañeros de vida, sino como héroes.

Foto: José Melton | La Prensa

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem


Cibeles, Ecko, Eroz y Green son cuatro de los binomios caninos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), que están capacitados para misiones especiales, principalmente para labores de rescate en casos de desastre, así como para el combate al narcotráfico, al detectar enervantes, explosivos y rastreamiento de personas. Gracias a estos valientes canes, se han descubierto importantes cargamentos de drogas y localizado gente.

Las razas que más sobresalen en estas misiones son Pastor Belga Malinois, Labrador y Sabueso, debido al temperamento que tienen, aparte de la agilidad y fuerza que pueden llegar a alcanzar y por su capacidad de olfato. Los Pastor Belga son muy destacados, sobre todo por el trabajo de nariz o mejor conocido como de rastreo.

De hecho, actualmente la Secretaría de Marina cuenta con un centro de reproducción y distribución de esta raza. Por el potencial físico que pueden llegar a tener durante los entrenamientos, estos perros se han convertido en predilectos para este tipo de operaciones.

LA PRENSA estuvo en los campos de adiestramiento canino de la Marina, donde el cabo de servicio y entrenador canino, Emanuel Hernández, explicó que parte de los ejercicios básicos son para que desarrollen diferentes habilidades, técnicas o funciones.

ARDUO ENTRENAMIENTO

Explicó que en los ejercicios que realizan día con día destacan la llamada “búsqueda en caja de designación”, que sirve para que en algún momento, y en caso de ser necesario, los perros puedan detectar enervantes, explosivos y rastreamiento de personas.

Este entrenamiento es muy importante, porque de esa forma los canes comienzan a tener relación e interés por buscar en diferentes lugares el objetivo que se le asigna, además, comienzan a familiarizarse con los aromas y descartan aquellos que no son importantes para las operaciones especiales.

El cabo Hernández destacó que los materiales con los que se trabajan y entrenan a los animales son de artillería y consisten en unas bolsas, las cuales contienen propiedades químicas, ya sea de algún enervante o de explosivos, con la finalidad de no dañar su olfato.

A partir de los tres meses de edad, los cachorros pueden iniciar con su entrenamiento y aproximadamente a un año, o año y medio, se les puede considerar como “perros operativos”, mientras tanto, los animales tienen que pasar por diferentes fases de adiestramiento.

Una vez que los canes concluyen de manera adecuada y constante sus entrenamientos, el adiestramiento deja de ser diario y sólo se realiza cada tercer día, para reforzar los conocimientos adquiridos.

El trabajo físico también es parte de la vida diaria de estos pequeños héroes. Durante su ardua labor de búsqueda y rescate tienen que incluso exponer su vida para localizar personas en un edificio colapsado, y la complexión física es muy importante.

En ocasiones se vuelve una tarea difícil y arriesgada, porque la mayor parte de los rescates tienen que hacerlos en lugares pequeños y frágiles.

El régimen alimenticio que tienen también influye mucho en su entrenamiento y su vida diaria; sólo comen croquetas y una ración al día.

Sin embargo, los marinos utilizan comida como pollo, carne y vegetales durante un entrenamiento llamado "discriminación de aroma", consistente en que en diversos escenarios los agitadores caninos ponen cierto tipo de alimento y los perros aprenden a ignorar estos aromas y sólo se enfocan en los de relevancia (enervantes, explosivos y personas).

Foto: José Melton | La Prensa

HÉROES DE CUATRO PATAS

Un claro ejemplo de los actos heroicos de estos animales los tuvo la perrita de raza Labrador llamada "Frida", quien colaboró en el rescate de personas durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Los canes cada 15 días o al menos una vez al mes acuden al veterinario para un chequeo general; durante el examen se revisan sus órganos, cojinetes, orejas, ojos, etcétera.

Una vez que concluyen su tiempo de vida operativa, que aproximadamente es de ocho años, los perros se retiran para gozar de un descanso, pero siguen teniendo cuidados especiales para que su calidad de vida continúe siendo buena.

Los ejemplares disfrutan de una sana convivencia por parte de los elementos de la Marina, además de que en sus capacitaciones aprenden a socializar con los humanos para evitar que se vuelvan agresivos.

Los canes no están entrenados para atacar a ninguna persona en caso de que tengan que enfrentarse a algún infractor de la ley.

Durante los entrenamientos se les enseña sólo a detectar aromas y poder identificar el lugar preciso donde se encuentran los enervantes o explosivos. Cuando logran hacerlo, sólo permanecen quietos y comienzan a ladrar para llamar la atención de los marinos y que acudan a efectuar una revisión completa del lugar.

El buen entrenamiento de los binomios caninos, proporcionado por el equipo táctico de la Marina, se evidencia en demasía por la comunicación entre el marino y el perro, que es básico y esencial.

De esta forma, a diario los canes de la Marina se preparan para que la ciudadanía se dé cuenta de lo importante que se han convertido, no sólo como compañeros de vida, sino como héroes.

Foto: José Melton | La Prensa

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