Los analistas continúan sin tener predicción real de la dimensión de las complicaciones económicas que atravesará México debido a las medidas de contención (cuarentena, restricción a la movilidad, cancelación de eventos públicos y cierres de empresas).
Lo anterior, aunado a las posibles salidas de capital por especulaciones en la caída del precio del petróleo y alza en el precio del dólar, suponiendo todavía semanas de alta volatilidad a las que hay que añadir escasas señales de apoyo financiero, como líneas de crédito, planes de ayuda a empresas, fondos de rescate que reduzcan las pérdidas por la emergencia, la negación de apoyos fiscales como diferir el Impuesto Sobre Nómina del 3%, suspensión del pago de impuestos locales: predial y agua por los próximos tres meses, entre otras acciones.
Sin dejar de lado disminución de las aportaciones patronales y al INFONAVIT por los días en que los trabajadores no laboraran, además de cero aumento del gasto en todos los sectores productivos, generando inestabilidad financiera e insolvencia empresarial. Esto redundaría en dejar a millones de mexicanos sin empleo.
Para dimensionar el impacto, se debe considerar que el 0,22% de las empresas mexicanas son grandes con más de 250 trabajadores, el 0,83% son medianas con 50 a 250 trabajadores, las pequeñas representan el 4% con 11 y 50 trabajadores, y las microempresas equivalen al 95% de la cadena con hasta 10 trabajadores. Estas últimas son las que mayores problemas tienen al depender del flujo diario de clientes y carecer de recursos suficientes para sostenerse durante la emergencia sanitaria.
Las medidas adoptadas, están encaminadas a evitar el contagio masivo de personas, fomentando en algunos casos el trabajo desde casa. Sin embargo, ¿cuál es el papel laboral que adoptarían las empresas y los trabajadores en una situación de crisis epidemiológica como ésta?
Las empresas:
· Las empresas tienen la obligación de velar por la salud de las personas trabajadoras y adoptar medidas que resulten para preservar la salud. Asimismo, establecer un plan de continuidad de negocio ante un aumento de las bajas laborales o el incremento de riesgo de transmisión.
Los trabajadores
- En caso de que el gobierno declarase emergencia sanitaria de fuerza mayor -la cual decreta suspensión obligatoria de labores, con base en los artículos 42 Bis, 168, 427, 429 de la Ley Federal del Trabajo-, y las relaciones laborales fueran suspendidas, entonces no se le podría exigir a los empleados prestar servicios y el empleador no estaría obligado a pagar salarios.
La crisis por el coronavirus apareció en un momento de condiciones económicas poco óptimas en México. Con pocas expectativas de crecimiento y sin que el gobierno alcanzara a ejercer el gasto público. Es fundamental que predomine el diálogo y colaboración entre gobierno, sociedad e iniciativa privada para que el país salga fortalecido.
