El Centro Católico Multimedial (CCM) afirmó que la supuesta “pax narca” del presidente Andrés Manuel López de Obrador, dirige un intimidante mensaje a periodistas y medios de información: “Que en el país hay amos, en el gobierno, siervos, y esos amos dicen qué hay que informar y de qué manera, bajo el amago de las armas y el poder por encima del estado de derecho”.
Destacó que nadie, en ninguna circunstancia, debe poner estos cotos al derecho a informar y opinar, ningún gobierno, grupo, institución, colectivo, iglesia, logia o cártel; “nadie debe poner retenes a la verdad, pero desde las más altas responsabilidades, esos retenes son vistos como algo perfectamente normal porque son parte de la transformación presidencial”, citó.
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“No pasa nada”, con esas palabras el Presidente puso fin al debate causado por un retén de hombres armados que detuvo a los periodistas que cubren la información de la Presidencia de la República durante una gira en Sinaloa, en el Triángulo Dorado del narcotráfico.
En su editorial “No se pueden poner retenes a la verdad”, resaltó que de acuerdo con las imágenes de reporteros de medios nacionales, hombres con uniformes y armas reservadas al uso de las fuerzas del orden y del ejército, interceptaron los vehículos de los periodistas haciendo preguntas inquisitivas sobre el destino y oficio de los detenidos: “¿Pa’ dónde van, amigo? ¿no traen armas?”
De acuerdo con los periodistas, el retén estaba instalado a unos kilómetros del rancho de la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en pleno Triángulo Dorado del narco.
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El CCM consideró que lo ocurrido en Sinaloa equivale a un estado en guerra, cuyo gobierno ha sido demasiado complaciente y paternal con los grupos del crimen organizado.
Señala que ese retén llevó el doble mensaje de que la libertad de información y opinión pueden ser censurados por el crimen sin castigo alguno y con plena impunidad, que las vías de la democracia en México ya se descarrilaron y desde el poder se ha hecho manifiesto.
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En el pasado, la guerra sucia y los contubernios en el poder quisieron silenciar a la prensa, incluso desapareciendo a los periodistas incómodos. Hoy, el inaudito cinismo con que se amaga a la prensa incluso es tema en las conferencias cotidianas del Presidente con el “no pasó nada”, asegura el CCM. “Este es un momento muy crítico en la historia de México que ve cómo el poder político vive amasiato con el poder de facto”.
Incómodo, el Presidente minimizó el hecho y tuvo la desfachatez, incluso, de pedir a los medios cambiar el adjetivo de “Triángulo Dorado”: “No me gusta, me molesta que le llamen el ‘Triángulo Dorado’, y ojalá entre todos busquemos la forma de llamarle el ‘Triángulo de la gente buena y trabajadora’ o ‘La región de la buena vecindad’ o algo así, pero ya hay que cambiar eso, porque aquí hay mucha bondad, mucha gente buena, trabajadora y no hay que estigmatizar”, aseveró.
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